Un estudio de la OIM sobre el impacto de las remesas en los hogares
y las comunidades revela que más de un 35% de las familias
se benefician de las remesas enviadas por aquellos miembros que
trabajan en el extranjero y que dichas remesas siguen siendo la
principal fuente de ingresos para cubrir los gastos del consumo de
servicios para los hogares, los bienes de consumos duraderos, la
adquisición de viviendas y el pago de las deudas.

Según dicha información, recabada entre 3.914
hogares de las zonas rurales y urbanas, la cifra total de remesas
anuales por migrante ha pasado de US$ 1.296 en 2006 a US$ 1.848 en
2008.

Los datos, recopilados por CBS-AXA y analizados por expertos del
Instituto Kiel para la Economía Mundial, muestran igualmente
que más de un 60% de los migrantes envían el dinero a
través de medios bancarios oficiales mientras que menos del
12% confían en servicios no oficiales o en transferencias
personales.  En cierta medida, esto se debe a que el
número de hogares con una cuenta bancaria ha aumentado hasta
el 12% de las familias que cuentan con un miembro en el
extranjero.

El estudio expone que los ciudadanos de Moldova en el extranjero
siguen estando comprometidos a financiar los proyectos comunitarios
en su país, elevándose a un 15% la cifra de personas
que realizan donaciones para ayudar en proyectos de
educación e infraestructuras.

De acuerdo con el mismo, un tercio de los cerca de 340.000
moldavos que residen en la CEI y la UE lo hacen de manera ilegal,
lo cual aumenta el riesgo de explotación y trato arbitrario
por parte de las autoridades locales.

Según la información del Banco Mundial, Moldova
ocupa el primer puesto en Europa en cuanto a la relación
entre las remesas y el PIB, las cuales constituyeron más del
38,3% en 2007. Datos recientes del Banco Nacional de Moldova
muestran que los migrantes moldavos enviaron US$ 1,4 mil millones
durante los diez primeros meses de 2008, comparados con los 1,2 mil
millones de 2007.

"Moldova es uno de los países que más ha sufrido
el impacto del fenómeno de la migración: la mayor
parte de la población activa trabaja en el extranjero y las
remesas que envían contribuyen de manera considerable al PIB
nacional", afirma Martin Wyss, jefe de la misión de la OIM
en Moldova. "A pesar de que en la actualidad tenemos poca
información disponible, la recesión en Europa y la
disminución del ritmo en el sector de la construcción
en Rusia provocarán una reducción del volumen de
remesas así como un impacto negativo en las familias y en
sus ahorros."

El informe recomienda no considerar las remesas como la
principal fuente de crecimiento económico sostenible. 
En vez de ello, deberían llevarse a cabo políticas
que estimulen la inversión productiva basada en la mejora
del sistema de regulaciones y comercial junto a medidas globales
para la reintegración socioeconómica de los migrantes
retornados.

Para más información, póngase en 
contacto con:

Ghenadie Cretu

OIM Chisinau

Tel: +373 22 23 29 40 (ext. 116)

E-mail: "mailto:gcretu@iom.int">gcretu@iom.int

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