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Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en 171 países.
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Nuestro trabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave apoyando el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible.
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Serie de Investigación sobre la Migración No. 31: Migración y cambio climático
Informe acerca del posible impacto del cambio climático en
la migración y el desarrollo. El nuevo informe de la OIM,
titulado "Migración y cambio climático", forma parte
de la Serie de Investigación Sobre la Migración de la
OIM.
El informe se concentra en los posibles
efectos futuros del cambio climático, desastres naturales,
así como en la migración y desarrollo, con el fin de
promover la toma de conciencia y encontrar soluciones a los retos
por venir.
El informe indica que a pesar de que suele
referirse a las consecuencias del cambio climático en la
población humana como una crisis en aumento, la realidad es
que dichas consecuencias no están claras y son
impredecibles. En 1990, el Panel Intergubernamental del Cambio
Climático (IPCC, por sus siglas en inglés)
afirmó que es posible que la repercusión más
importante del cambio climático recaiga en la
migración humana (con el desplazamiento de millones de
personas ocasionado por la erosión de las costas, las
inundaciones de las costas y los disturbios en la agricultura).
Desde entonces, diversos analistas han tratado de registrar las
tendencias de los migrantes por causa de cambios climáticos.
La predicción con mayor número de coincidencias entre
los expertos es la de 200 millones de migrantes por causa de
cambios climáticos para el 2050.
El reporte señala que cada vez se
define más la explicación científica para el
cambio climático, y confirma que las previsiones actuales
acerca de la capacidad que tienen ciertas zonas del planeta para
tolerar la presencia humana resultarán inexactas por culpa
del cambio climático.
El impacto meteorológico del cambio
climático resultará en la migración de la
población, con lo que ciertas partes del mundo se
volverán mucho menos habitables. Ello ocasionará que
las reservas de agua y comida se vuelvan inestables y que las
inundaciones y tormentas se produzcan más a menudo y con
más fuerza. A su vez, dichas condiciones, así como
otros factores no climáticos (como las políticas
gubernamentales, el crecimiento demográfico y el incremento
de la capacidad de la población humana para hacer frente a
los desastres naturales), serán factores determinantes en el
grado de vulnerabilidad de las personas.
Por otra parte, el reporte establece que en
realidad el problema es una cuestión de tiempo (es decir, la
velocidad con la que suceden los cambios) y de escala (el
número de personas a las que afecta).
Además de ello, el informe presenta
tres perspectivas posibles, que van desde la puesta en marcha de un
nuevo plan de “borrón y cuenta nueva” con el que
se lograría una reducción significativa de las
emisiones atmosféricas, hasta la posibilidad de que la
predicción de los expertos más pesimistas acerca de
una migración de gran escala se vuelva realidad o sea
incluso superada por culpa del marasmo de la humanidad ante el
cambio climático.
Asimismo, el informe resalta que el cambio
climático y la migración forzada dañan el
desarrollo de los países de cuatro formas distintas:
aumentan la presión en la infraestructura y en los servicios
urbanos, socavan el crecimiento económico, aumentan el
riesgo de la explosión de conflictos, y deterioran la salud,
la educación y el nivel de vida de los de los mismos
migrantes.
Al parecer ha habido una conspiración
colectiva y bastante exitosa para hacer caso omiso del problema.
Así, quienes se ven forzados a migrar por causas
climáticas no benefician como es debido de las
políticas internacionales sobre los refugiados y la
inmigración. A ello se aúna la reticencia de incluir
en la categoría de refugiados a los “refugiados
climáticos”.
Mientras tanto, las políticas
nacionales de adaptación de la población no toman en
cuenta la migración a gran escala, sino que la consideran un
“fallo de adaptación”. Así pues, hasta
ahora los migrantes por causa de cambios climáticos no
tienen un “hogar”, tanto literalmente como en el
sentido figurado.
Las conclusiones de la investigación
señalan que es necesario reconocer el problema a nivel
internacional, una mejor comprensión de las dimensiones del
mismo, así como la disposición para combatirlo. Para
alcanzar dichos objetivos, el informe incluye varias
recomendaciones clave.
Si desea más información,
sírvase visitar el sitio web
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póngase en contacto con:
Jean-Philippe Chauzy
OIM en Ginebra
Tel.: +41.22.717.936
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