Guatemala – De acuerdo con el Perfil Migratorio de Guatemala, publicado hoy, 16 de julio, por la OIM, las remesas que los migrantes envían a sus familias son la mayor fuente de ingreso de la economía del país.

En 2012 las remesas alcanzaron los US$4.700 millones, lo que representa un 11% del PIB nacional.  Junto con inversiones directas extranjeras por un valor aproximado de US$ 1.300 millones, las remesas eclipsaron los ingresos obtenidos por las principales exportaciones del país, a saber, el café, el azúcar y los plátanos.

Según el estudio, durante el período 2000-20006 este incremento en las remesas, de la que se benefician en torno a 1,5 millones de guatemaltecos, resultó en una reducción de un 4 % de la tasa de pobreza.

Casi el 100 % de las remesas provenían de migrantes residentes en los Estados Unidos, donde se estima que hay entre uno y 1,5 millones de guatemaltecos.  De ellos, alrededor de un 60 % está en situación irregular.

“Guatemala es la puerta de uno de los pasillos migratorios más grandes del mundo.  Dada su ubicación geográfica y sus características económicas, es un país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes.  Todos los días más de 300 migrantes abandonan el país en busca de oportunidades en múltiples destinos.  Al mismo tiempo, unos 200 regresan a diario de manera forzada de los Estados Unidos y México “, explica Delbert Field, jefe de la misión de la OIM en Guatemala.

Uno de los principales desafíos del Gobierno guatemalteco ha sido reintegrar a los retornados en el mercado laboral.  En los últimos cuatro años (2009-2012), alrededor de 249.000 de ellos (de los que más de un 90% era hombre) han retornado forzosamente de México y los Estados Unidos.

La migración de grupos vulnerables, entre quienes se encuentran los menores no acompañados, las mujeres y las poblaciones indígenas, ha aumentado también en los últimos cinco años.

El Perfil Migratorio de la OIM sugiere que la migración está reconfigurando familias y comunidades enteras, y se ha convertido en un asunto que requiere marcos jurídicos e institucionales que respondan a estas tendencias, efectos y necesidades.

Asimismo, hace hincapié en el precio social de la emigración, en especial el efecto que tiene en las familias que permanecen en sus lugares de origen.  Este suele ser el caso principalmente de las mujeres, quienes deben asumir responsabilidades familiares como la economía de la familia y la educación de los hijos, que a menudo crecen sin un segundo modelo parental.

En el informe se aborda también la relación entre la migración y el medio ambiente, y se defiende que es crucial, sobre todo en Guatemala, donde en los últimos años se han producido una serie de tormentas y huracanes, entre los que cabe citar Mitch, Stan y Agatha.

El terremoto de 1976 provocó un aumento de la emigración y, recientemente, el de noviembre de 2012 afectó en gran medida al departamento de San Marcos, en el que se da la mayor tasa de emigración y donde miles de guatemaltecos consideran la migración como una alternativa frente a los daños causados por esta catástrofe.

El informe se divide en cuatro capítulos principales. En la Parte A se analizan las pautas migratorias y las características de los migrantes; la Parte B se centra en los efectos de la migración; la Parte C evalúa la gestión de la migración y la Parte D presenta las principales conclusiones y recomendaciones en materia de políticas migratorias.

Si desea consultar el Perfil Migratorio de Guatemala, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), visite el siguiente enlace:  http://publications.iom.int/bookstore/index.php?main_page=product_info&cPath=42&products_id=975&zenid=rdeg44gfin6m1bl05jbfvvudo3.

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