Comunicado
Global

Rápida respuesta ante la COVID-19: las clínicas móviles en Afganistán reciben nuevo apoyo económico

Kabul – La OIM se encuentra respondiendo activamente a la pandemia de COVID-19 en todo Afganistán con el liderazgo del Ministerio de Salud Pública de ese país y la OMS, contando con un generoso apoyo financiero por un monto de 1.25 millones de euros aportados por la Oficina de Asuntos Exteriores del Gobierno de Alemania (GFFO)

La financiación de Alemania permitirá el despliegue de seis Equipos de Respuesta Rápida, cada uno de los cuales está compuesto por un médico, un enfermero y un técnico de laboratorio que se encargará de recoger activamente muestras de COVID-19. Los fondos también permitirán el despliegue permanente de cuatro Equipos Sanitarios Móviles con ambulancias los cuales seguirán trabajando en la provisión de cuidados básicos primarios que incluyen la atención de 20.000 consultas. Estos equipos también tendrán a su cargo la tarea de brindar sesiones de educación sanitaria a 80.000 personas. Los equipos de control en frontera de la OIM seguirán con sus tareas de vigilancia en los Puntos Principales de Acceso localizados en las zonas linderas con Irán y Pakistán.

A unos 6.000 migrantes afganos indocumentados que están retornando desde Irán se les brindará asistencia tras su llegada a las instalaciones de tránsito de la OIM, asistencia que incluirá un subsidio en efectivo que le permitirá regresar a sus hogares. Finalmente, se realizará una ronda en todo el país de la Evaluación de la Movilidad de Línea de Base de la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM) la cual se aplicará en 34 provincias y en la que se le dará prioridad a la Comunicación de Riesgos y a la Participación comunitaria (RCCE) a lo largo de 12.300 aldeas y en la red de la DRM que comprende a más de 60.000 influencers comunitarios.

Al 19 de octubre, Afganistán ha confirmado oficialmente 40.200 infecciones por COVID-19 y 1.492 decesos. Sin embargo, debido a la limitada disponibilidad de recursos para la realización de pruebas, se cree que el porcentaje real de infecciones es mucho mayor, puesto que recientes estudios en todo el país parecerían sugerir millones de infecciones. Debido a la escala de retornos transfronterizos con más de 620.000 migrantes retornados en 2020 y la reanudación de las clases presenciales en las escuelas y universidades con poca adherencia a las restricciones gubernamentales debido a las condiciones económicas prevalentes, Afganistán se encuentra actualmente ingresando en una segunda oleada de infecciones tras el pico inicial en junio de 2020. 

Desde finales de marzo, la Unidad de Migración y Salud de la OIM ha aumentado significativamente sus servicios en el marco del Plan Mundial de Respuesta Humanitaria y del propio Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OIM (SPRP) con apoyo para la entrega de Equipo Personal de Protección (PPE) a quienes ofrecen respuesta desde el Gobierno; el despliegue de Equipos de Respuesta Rápida para la recolección de muestras de COVID-19 para los testeos; educación sanitaria sobre COVID-19 a las poblaciones de migrantes, funcionarios de gobierno, menores que asisten a la escuela y organizaciones asociadas; capacitación para trabajadores sanitarios en la primera línea sobre cómo prevenir el COVID-19; acompañamiento de más de 200 trabajadores sanitarios para realizar tareas de vigilancia y control en fronteras; entrega de ambulancias y equipamientos; rehabilitación de instalaciones médicas; establecimiento de puntos para el lavado de manos en las escuelas, y en los principales puntos de cruce de frontera y trabajo de RCCE por medio de movilizadores sociales de la OIM y equipos de campo de la DTM.

La experiencia de muchos afganos ha sido abrumadora. Abdullah, de 49 años, vive en la ciudad afgana de Herat, localizada en la zona oeste y que fue el epicentro del primer brote en el país en febrero. Se enfermó de COVID-19 en septiembre, sufriendo tos, fiebre, malestar general y dolores de cabeza severos. Su condición se agravó y tuvo dificultad para respirar.

Los funcionarios de salud pública derivaron a Abdullah a uno de los Equipos de Respuesta Rápida de la OIM para que obtuvieran una nueva muestra para realizar un test. El equipo de la OIM lo visitó en su hogar y recolectó las muestras pertenecientes a Abdullah y a los miembros de su familia.

Abdullah se quedó en su casa por un período de dos semanas hasta que se le realizó una nueva prueba y la misma fue negativa. “Sin el apoyo esencial de la OIM para poner de relieve los peligros de la COVID-19, el resultado para toda mi familia podría haber sido mucho peor”.

“Si bien ahora la mayoría de las personas sabe cuáles son los peligros que la COVID-19 representa, seguimos viendo muy poca adherencia a los protocolos de prevención recomendados”, dice el encargado de Migración y Salud de la OIM Afganistán, el Dr. Mohiuddin Khan.   

El alto porcentaje de personal sanitario infectado en Afganistán ha provocado una disminución importante de las visitas a hospitales y de la cantidad de testeos, y por consiguiente ahora es más importante que nunca seguir con una respuesta sólida ante la COVID-19, a la par que se asegura un acceso ininterrumpido a cuidados básicos primarios para las poblaciones más marginalizadas y vulnerables. El mensaje de la OIM es claro – esto para nada ha terminado, y todos deben actuar como agentes activos para darle solución a la pandemia”.

 

 Para más información por favor contactar al Dr. Mohiuddin Khan en la OIM Afganistán, Tel: +93794445810, Correo electrónico: mhkhan@iom.int