Comunicado
Global

Personal de la OIM en Túnez e Italia presta asistencia a migrantes en el Mediterráneo, en medio de reportes de más muertes en el mar

Italia - Ante el repunte de la temporada de tráfico ilícito de personas en este mes, la OIM está desplegando personal en diversos puntos de llegada de migrantes en el Mediterráneo después de que a principios de esta semana más de mil migrantes fueran embarcados por bandas libias de traficantes ilícitos de personas.

La OIM de Italia informó que se rescató a 941 migrantes el martes y miércoles en el Canal de Sicilia.  Todavía no hay información detallada sobre sus nacionalidades, aunque en su mayoría los sobrevivientes parecieran ser subsaharianos y eritreos, sirios y palestinos.

Los migrantes fueron rescatados de varios botes de goma y botes de pesca de madera y fueron llevados a los puertos sicilianos de Porto Empedocle, Augusta y Pozzallo.  Entre los equipos de rescate estaban la Guardia Costera de Italia, un buque de la Armada de Italia (que opera en el marco de la operación Tritón de la Unión Europea) y una nave comercial, según afirmó Flavio Di Giacomo de la OIM de Italia.

Empleados de la OIM en Augusta comunicaron que, según informes de los migrantes, hubo bajas.  Los migrantes que estuvieron presentes en un naufragio indicaron que eran aproximadamente 150 pasajeros que viajaban juntos en un barco de madera que de pronto se hundió, poco antes de la llegada de los equipos de rescate.  Todos los migrantes cayeron al agua.  En su mayoría fueron rescatados, pero muchos siguen desaparecidos; además, se recuperaron diez cadáveres.

“Las noticias de otro número de muertos confirma una vez más que los trayectos para llegar a Europa por vía marítima son sumadamente peligrosos”, declaró el Director de la Oficina de Coordinación de la OIM para el Mediterráneo, Federico Soda.

“Es muy preocupante que casi mil migrantes lleguen en un solo día, sobre todo en esta época del año.  Nos tememos que, dada la situación en Libia, esta tendencia persista.  Por la información que la OIM ha recibido de los migrantes que llegaron a Italia, se confirma el peligro que representa la permanencia en Libia y el aumento de la violencia en ese país, así como la crueldad de los delincuentes que organizan los viajes”, añadió Soda.

En Zarzis, Túnez, el miércoles, la OIM respondió tras el rescate de 86 migrantes africanos en el mar la noche del martes.

“El barco fue rescatado por la marina de Túnez.  Entre los rescatados había cinco mujeres y una de ellas está embarazada.  Además, había al menos cinco menores de edad no acompañados”, advirtió la Jefe de Misión de la OIM en Túnez, Lorena Lando.  “La OIM está trabajando con la Media Luna Roja de Túnez y el ACNUR para ayudar a las autoridades de Túnez a prestar a los migrantes toda la ayuda humanitaria necesaria”, subrayó Lando.

“Los refugios para los migrantes rescatados constituyen el mayor desafío aquí.  Las autoridades no disponen de ningún edificio adecuado para alojarlos.  Estamos muy preocupados porque creemos que se rescatará a más personas de embarcaciones en peligro en los próximos días, semanas y meses, y la falta de recursos volverá muy difícil la prestación de asistencia humanitaria”, destacó Lando.

Los sobrevivientes relataron que zarparon de Zwara, Libia, con la esperanza de llegar a la isla italiana de Lampedusa.  Tenían un teléfono satelital que los traficantes les entregaron cuando emprendieron el viaje.  Cuando su nave zarpó el mar estaba tranquilo, explicaron los sobrevivientes, pero el buque comenzó a hacer agua y el oleaje aumentó el segundo día del viaje.

“Vimos pasar muchas naves y les hacíamos señas y pedíamos ayuda”, recordó Cyril Musa, de 21 años, un nigeriano de la ciudad de Kano.  Muchos creyeron que el barco que llegó por ellos era un buque italiano que habían localizado por teléfono.  Al enterarse de que los llevaron de vuelta a África en lugar de Lampedusa, muchos estaban desesperados, exigiendo llamar a sus familiares que quedaron atrás en Libia.

El ACNUR se encargó de los 17 somalíes entre los sobrevivientes.  Luego, a los 69 hombres y mujeres restantes –42 de Nigeria y el resto de Senegal, Malí, Ghana y Gambia– se les dio refugio en la ciudad cercana de Medenine.  A mediodía ya se había distribuido entre ellos alimentos, un kit de higiene y una manta, al igual que ropa nueva para que sus pantalones vaqueros y suéteres empapados se pudieran secar en el sol de la mañana.  Durante la travesía, algunos perdieron su documentos de viaje y, en algunos casos, sus zapatos.

Empleados de la OIM registraron el nombre y la nacionalidad de cada sobreviviente para prestarles asistencia para el retorno voluntario, en caso lo decidan.  “Si no quieren regresar se van a quedar aquí”, expresó el representante local de la Media Luna Roja de Túnez, Dr. Mongi Slim, y agregó: “Creo que algunos se van a ir de vuelta a Libia para volver a intentarlo”.

Algunos nigerianos, sobre todo cristianos de la región de Kano, narraron que huyeron de los ataques de Boko Haram en su país con la intención de pedir asilo, aunque en su mayoría todavía tenían la esperanza solicitar asilo en Italia, no Túnez.

Muchos de los migrantes que hablaron con el personal de la OIM en Zarzis explicaron que, con el aumento de la violencia en Libia, ya no es seguro para los africanos permanecer en las ciudades donde anteriormente muchos de ellos encontraban trabajo en obras de construcción o en la limpieza de casas.  “En Libia no hay libre circulación; ellos no quieren ver a negros como nosotros”, manifestó Osas Bomosah, de 28 años, un nigeriano que vivió cinco años en Libia.

Otros relataron el vandalismo de las pandillas de ladrones que irrumpen en los hogares africanos, tirando abajo las puertas y exigiendo dinero en efectivo.  “Buscan a personas negras”, refirió Alex Omomuoa de Kano, Nigeria, y comentó que trabajó como yesero en Zwara, Libia.  Describió lo que los africanos denominan “Hamsa Boys” o pandillas callejeras locales e hizo énfasis en que llamar a la policía para pedir protección no es una opción para los migrantes indocumentados, que corren el riesgo de encarcelamiento por parte de las autoridades de Libia.

Omomuoa, de 31 años, viajó junto con su hermano menor, Mansha, 20, quien llegó a Libia desde Kano a finales de febrero.  Los dos intentaban llegar a Europa a través de Italia, a un costo de 1.000 dinares libios (450 euros) cada uno.

Otros sobrevivientes confirmaron que les cobraron la misma suma para el viaje que comenzó en Zwara antes del amanecer del lunes.  Su nave fue abandonada en el mar y se cree que se hundió.

La oleada cada vez mayor de migrantes africanos que parten de Libia refleja no solo el aumento del peligro en Libia sino también lo que parece ser un cálculo de las bandas de tráfico ilícito de personas en toda África Occidental, en el sentido que Libia, con su proximidad a la isla de Lampedusa en Italia, sigue siendo la mejor ruta a Europa para migrantes indocumentados.

“En enero y febrero de 2014, llegaron aproximadamente 5.500 migrantes por vía marítima.  Este año, el 5 de marzo, ya habían llegado más de 8.800 personas.  Atribuimos este incremento a las graves crisis y la inestabilidad internacional”, observó el Sr. Soda.

De los más de 8.000 migrantes llegados por mar en los primeros dos meses de 2015, casi 1.000 procedían de Senegal y Gambia; ninguno de estos dos países había sido relacionado con la industria del contrabando en Libia.

En Túnez, el Oficial Consular de Senegal, Ousmane Fall, expuso a la OIM que ha visto un aumento de los migrantes senegaleses que utilizan Túnez como puente aéreo a Libia; vuelan a la capital de Túnez en uno de los tres vuelos semanales y luego viajan a Libia para encontrar a los traficantes ilícitos de personas que los llevan a Europa.  Agregó que la mayoría de este nuevo alud de migrantes proviene de distritos rurales remotos cerca de la frontera entre Senegal y Malí.

“Estas personas venden todo para venir; en su mayoría se trata de vacas cuando provienen del sur, o de pequeñas empresas si son del centro del país.  Si se les envía de vuelta es una catástrofe para ellos.  No tienen nada a qué volver”, agregó el Oficial Consular.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con

Flavio Di Giacomo

en la OIM de Italia

Tel: +39 347 089 8996

Email: fdigiacomo@iom.int

o

Joel Millman

en las Oficinas Centrales de la OIM

Tel: + 41 79 103 87 20

Email: jmillman@iom.int