Bruzgi, Bielorrusia – El 11 de noviembre, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Bielorrusia pudieron ingresar a un campamento hechizo en el lado bielorruso de la frontera, cerca del cruce fronterizo internacional de “Bruzgi”, donde se instaló un grupo de aproximadamente 2.000 personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes desde el 8 de noviembre. En el grupo hay mujeres (algunas de ellas están embarazadas), niñas y niños.

En su visita, ACNUR y OIM brindaron ayuda de emergencia, que incluyó la distribución de alimentos y de artículos de higiene para mujeres, niñas y niños. En los próximos días, la Cruz Roja bielorrusa ofrecerá más asistencia, que incluye la entrega de mantas, ropa abrigadora, guantes, gorros y botas para niñas y niños.

Se trata de asistencia de emergencia en vista de que la prioridad es prevenir la pérdida de vidas, así como abogar para que las autoridades lleven a estas personas a lugares seguros, donde reciban asesoría y asistencia oportunas, y donde puedan encontrarse soluciones acordes a las circunstancias y necesidades de cada una de ellas. El campamento hechizo en la frontera no es seguro ni adecuado, ya que no hay suficiente agua ni alimentos, es difícil recibir atención médica y escasean los albergues en temperaturas bajo cero, lo cual puede provocar la pérdida de vidas.

Durante su visita, la OIM y ACNUR lograron entrevistarse con residentes del campamento y brindarles información sobre las opciones a su alcance. Dependiendo de las circunstancias y necesidades de estas personas, sus opciones incluyen solicitar asilo en Bielorrusia si requieren protección internacional. De cualquier forma, las personas refugiadas y solicitantes de asilo pueden tener fuertes motivos para encontrarse en situación de movilidad, lo que incluye la reunificación familiar en la Unión Europea. Otra opción es el programa de Retorno Voluntario Asistido y Reintegración (AVRR, por sus siglas en inglés) de la OIM, que ofrece un retorno digno, seguro y legítimo, y depende solo de la voluntad de la persona. 

La OIM y ACNUR están listas para colaborar con los Estados para garantizar los derechos humanos y la seguridad de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes.

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