Comunicado
Global

Muerte y desesperación en la frontera de Turquía con la UE

Muhammed, Madiha y sus hijos reciben asistencia de la OIM. Foto: IOM/Müge Ayman

Edirne – Madiha Asif está embarazada de mellizos y sufre dolores abdominales. Ella y su esposo, Muhammed, se acurrucan bajo una frazada térmica con sus tres hijos, que están con medias y sin calzado.

“Ha sido un largo viaje desde casa y mis hijos están helados. En medio de este crudo invierno no tienen calzado y mi hijo menor tiene un coágulo en el ojo. Tengo miedo de que mis mellizos no lleguen a sobrevivir”, dice la madre.

Muhammed tiembla: “Llegamos a Turquía desde Pakistán hace un mes y quiero ir a Europa. No podemos regresar a Pakistán porque nuestra casa fue incendiada por grupos criminales que nos amenazaron en más de una ocasión”.

Sin que las temperaturas extremas puedan disuadirlos, cientos de migrantes como Muhammed y Madiha han intentado en las últimas semanas el cruce desde Turquía a Grecia a través de la provincia de Edirne, localizada en la zona noroeste. Muchos terminan en el limbo, sin posibilidad ni de avanzar ni de retroceder.

La mayor parte son jóvenes solteros que han viajado por tierra desde lugares tan distantes como Pakistán, Bangladesh y Afganistán. Con poca comida y poco dinero, están mal preparados para el largo viaje y para condiciones invernales tan extremas.

Si bien no se ha difundido mucho, la ruta terrestre a Europa a través de Edirne ha sido testigo de viajes de un mayor número de migrantes que la Ruta Oriental del Mediterráneo a través del Egeo.

En 2019, de acuerdo con estadísticas difundidas por el Gobierno de Turquía, más de un tercio de migrantes eligieron intentar llegar a Grecia de esta manera. La cifra de migrantes que perdieron su vida al intentar este cruce en 2019 fue de 24, 14 de los cuales fallecieron a lo largo del Río Evros/Meriç. Todas las víctimas eran hombres.

Por el contrario, en el mismo año, 34 migrantes perdieron sus vidas en el Egeo, la mayor parte de los cuales eran mujeres y niños. Este mes, los cuerpos de tres jóvenes fueron hallados sin vida en la frontera en Edirne, y según se ha dicho, fallecieron por hipotermia.

A pedido de las autoridades locales, la OIM comenzó a proveer ayuda humanitaria a los migrantes a fines de diciembre de 2019. En el día de ayer (20/02) el equipo de la OIM entregó 400 frazadas térmicas a los migrantes para prevenir la hipotermia durante un verano que ha sido significativamente mucho más frio que en años anteriores.

La OIM también entregó alimentos, albergues, y servicios de traducción y de asesoramiento. Estos últimos incluyen asesoramiento legal, cómo solicitar la protección internacional, y en qué lugares acceder a los servicios básicos, aliviando el sufrimiento de los migrantes y haciendo más liviana la carga que pesa sobre quienes a nivel local ya están ofreciendo respuesta y se encuentran sujetos a una gran presión.

Mientras la cifra de migrantes que intentan cruzar desde Edirne ha aumentado de forma permanente en los últimos años, se espera que las cifras sigan en aumento también este año – posiblemente por encima de las 80.000 personas que se vieron en 2019.

El Jefe de Misión de la OIM Turquía, Lado Gvilava, puso de relieve que: “Estamos siendo testigos a diario de actos desesperados de las personas. Actos de seres humanos que quieren conseguir cosas que la mayor parte de las personas de este mundo dan por sentadas, un hogar, una oportunidad económica, una chance de vivir una vida mejor. Se necesita aún mucha más asistencia para los migrantes que se encuentran perdidos o varados.

“Los migrantes vulnerables como Muhammed y Madiha en Edirne con frecuencia están ensombrecidos por la desesperación en el Mar Egeo – y también necesitan y merecen mucho apoyo”.

 

Para más información por favor contactar a Lanna Walsh, en la OIM Turquía, Tel.: +90 533 698 7285, Email: lwalsh@iom.int