Comunicado
Global

Migrantes que se dirigen al Golfo Arábigo varados en Somalia mientras la COVID-19 sigue propagándose

El Centro de Respuesta a Migrantes de la OIM en Bossaso, Somalia, brinda asistencia directa y servicios sanitarios básicos a los migrantes varados en la ciudad. Foto: Muse Mohammed, marzo de 2020. 

Bossaso, Puntland –  Cientos de migrantes se encuentran varados en Bossaso, Puntland, Somalia, a raíz de los cierres de fronteras y cruces marítimos como resultado de la pandemia de COVID-19.    

Año tras año, muchos migrantes que proceden especialmente de Etiopía, un país sin litoral, pasan a través de Bossaso para intentar el cruce del Golfo de Adén hasta Yemen, país asolado por la guerra, y esperando poder seguir desde ahí hacia los países del Golfo, en especial rumbo a Arabia Saudita. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que un día del mes pasado, aproximadamente 600 migrantes habían llegado a Bossaso en Puntland en tan sólo un día.  

Los datos de la OIM muestran que la migración en la ruta oriental sigue activa a pesar de las recientes restricciones en las fronteras de esa región. En comparación con datos compilados en la primera mitad de abril de 2019, ha habido 501 llegadas más a Bossaso, pero las partidas han disminuido, con 8.261 migrantes intentando cruzar el Golfo de Adén en las mismas fechas.  

Mientras que más personas siguen llegando a Bossaso, un número mayor de migrantes etíopes se encuentran varados en la ciudad. La OIM estima que casi 400 migrantes han sido actualmente alojados por miembros de la comunidad etíope, quienes viven en asentamientos informales en los alrededores de la ciudad.  

Fassil, de 19 años, es un joven migrante de la región de Tigray en Etiopía, que ahora vive en la comunidad etíope de Bossaso. “He estado aquí por aproximadamente tres meses”, dijo. “El coronavirus lo ha cambiado todo. No puedo seguir, no puedo retornar tampoco porque todas las fronteras están cerradas”. 

Tras un largo viaje – en el cual están expuestos a potencial violencia, abuso y explotación – los migrantes deben enfrentar precarias condiciones de vida en Bossaso, en donde a menudo no cuentan con acceso a agua apta para el consumo, ni a saneamiento, albergue o alimentos al momento de llegar.  

La OIM, gracias al Organismo Danés de Desarrollo Internacional (DANIDA), a la Iniciativa conjunta UE-OIM y al Comité para la Asignación de Recursos Migratorios (MIRAC), está ayudando a Fassil y a otros migrantes como él. Estos asociados en Bossaso proveen asistencia directa y servicios sanitarios básicos por medio del Centro de Recepción de Migrantes (MRC), un centro de acogida de migrantes. Entre otras actividades, semanalmente se entrega agua apta para el consumo a los migrantes que se encuentran varados en asentamientos informales.  

“Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para ayudarlos, en coordinación con la OIM y con las autoridades locales; sin embargo, si la cantidad de personas aumenta y no pueden cruzar el mar debido al cierre de las fronteras, su bienestar se verá amenazado”, explicó Ahmed Shirie, Presidente de la Comunidad de Etiopía en Bossaso.   

Desde que el primer caso de COVID-19 se confirmó en Puntland el 19 de abril, los migrantes varados en Bossaso también comenzaron a enfrentar una mayor estigmatización y abusos debido a la información errónea que circulaba. Ha habido varias publicaciones en redes sociales que culpan a los migrantes acusándolos de traer el virus y de ser responsables de la transmisión local. Pero hasta ahora ningún migrante ha dado positivo en las pruebas en Puntland.  

“La OIM está preocupada por la estigmatización que los migrantes enfrentan desde que la COVID-19 comenzó a circular en la región”, sostuvo Isaac Munyae, Encargado de Programa de la Iniciativa conjunta UE-OIM de protección y reintegración de migrantes en el Cuerno de África, que ha estado brindado asistencia a los migrantes varados desde 2017. 

Por temor a ser deportados de Somalia y debido al estigma que pesa sobre ellos por la aparición de la COVID-19, muchas mujeres y niños etíopes están intentando en este momento retornar a Etiopía.  

La OIM se encuentra trabajando muy de cerca con las autoridades de Puntland y también con el Gobierno Federal de Somalia y la Oficina del Enviado Especial para los Derechos de Niños y de los Migrantes a fin de asegurar que los migrantes puedan acceder a los servicios básicos, entre ellos los de salud. La OIM, junto al Gobierno Federal de Somalia, se encuentra asimismo abogando por la no deportación y por el retorno voluntario y seguro de los migrantes varados a sus países de origen.  

Uno de esos migrantes, que posiblemente retornará es Tarik, una joven mujer de la región de Amhara en Etiopía. “He estado varada en Bossaso por un mes”, dijo. “Mi intención era llegar al Golfo pero no tengo suficiente dinero y mi familia no me puede brindar apoyo económico. Quiero regresar”.  

Para más información recurra a la Unidad de Apoyo al Programa de la OIM Somalia, Correo Electrónico: iomsomaliapsu@iom.int, Tel: +254 705 832 020