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Migrantes etíopes varados en Mozambique retornan a su lugar de origen con ayuda de la OIM

Mozambique - Un grupo de etíopes que se quedaron varados en Mozambique en camino a Sudáfrica regresaron ayer con ayuda de la OIM.

Los 34 migrantes comenzaron su periplo de cinco meses en la región meridional de Awasa (Etiopía), y viajaron a través de Kenya y Tanzania a pie, en barco, en minibús u ocultos en vehículos de carga.

Entraron en Mozambique a través de un cruce fronterizo no controlado en la provincia norteña de Cabo Delgado. Sin embargo, su viaje llegó a su fin el 1 de octubre cuando el vehículo de transporte en el que viajaban tuvo una colisión con otro vehículo, incidente en que murieron siete migrantes.

“Cuando la administración del hospital nos pidió ayuda, los migrantes estaban en muy mal estado, muchos no habían comido debidamente en varias semanas y estaban atemorizados, heridos y desesperados”, describió la Hermana Marta, monja de la orden brasileña Discípulos de Jesús Eucaristía.

Poco después del accidente, la OIM en Mozambique recibió un pedido de ayuda del Servicio Nacional de Migración de Mozambique (SENAMI por sus siglas en portugués) para prestar asistencia a estas personas, algunas de las cuales estaban hospitalizadas en el Hospital Central de Pemba. Otros se encontraban en el centro de detención de la ciudad o permanecían en un edificio abandonado en las instalaciones del hospital debido a la falta de instalaciones de alojamiento para migrantes.

Durante este tiempo, los Discípulos de Jesús Eucaristía prestaron ayuda humanitaria, médica y alimentaria a los migrantes. La OIM en Mozambique, el Fondo de Asistencia Mundial de la OIM y la Comunidad Ismaelita Regional también proporcionaron alimentos, ropa y artículos de higiene personal.

Los migrantes, todos hombres de edades comprendidas entre los 21 y los 39 años, y además, tres niños de entre 15 y 17 años, se dirigían a Sudáfrica, donde la mayoría tenía familiares que habían prometido ayudarles a encontrar trabajo o continuar sus estudios. Cada uno pagó alrededor de USD 3.500 a los traficantes, lo que es seis veces el ingreso promedio anual en Etiopía.

“Estas personas abandonaron su hogar en busca de mejores oportunidades de trabajo”, expuso la Coordinadora de Gestión de la Migración de la OIM en Etiopía, Fomiko Nagano. “En su mayoría nos aseguraron que solían trabajar como mensajeros, zapateros, camareros y conductores en su lugar de origen o que cuidaban sus pequeñas granjas, pero que no ganaban lo suficiente para sobrevivir”.

En Mozambique, la OIM distribuyó alimentos entre los migrantes y facilitó la emisión de documentos de viaje a través de la Embajada de Etiopía para su retorno voluntario a su país de origen. “Tan pronto como la OIM fue alertada por el SENAMI, pudimos intervenir y ayudar”, explicó la Jefe de Misión de la OIM en Mozambique, Katharina Schnöring.

“Sin el programa de retorno voluntario asistido de la OIM, financiado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, no habrían podido retornar voluntariamente y con dignidad a su lugar de origen”, agregó.

Tras su llegada a Etiopía, la OIM proporcionó a cada migrante adulto un pequeño subsidio de reinserción, así como transporte a la estación de autobuses de Addis Abeba, donde abordaron autobuses que los llevaron a sus ciudades de origen. Debido a la falta de fondos no se podrá prestar asistencia adicional para facilitar su reintegración.

Para obtener información adicional, por favor ponerse en contacto con Ruth Krcmar en la OIM en Mozambique, Tel: + 258 840 257 925, Email: rkrcmar@iom.int