Comunicado
Global

Los trabajos de recuperación continúan tras el alud en Papúa Nueva Guinea y se teme que puede haber más de 2.000 víctimas 

El masivo alud ocurrido en la aldea de Yambali, Provincia de Enga, es uno de los desastres más fatales que han afectado a Papúa Nueva Guinea en épocas recientes. Foto: OIM 2024  

Ginebra/ Puerto Moresby, 28 de mayo – Tras el devastador alud que afectó el 24 de mayo a la Provincia de Enga, en Papúa Nueva Guinea, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las autoridades locales, las Naciones Unidas y otros asociados se están movilizando con gran rapidez para abordar la crisis humanitaria en curso.     

De acuerdo con el Centro Nacional de Desastres de ese país, más de 2.000 personas están sepultadas bajo los escombros tras el masivo alud provocado por las copiosas lluvias y que se ha convertido en uno de los desastres más mortales en la historia reciente del país.  

"La escala de este desastre es verdaderamente abrumadora”, dijo Serhan Aktoprak, Jefe de Misión de la OIM Papúa Nueva Guinea. “Estamos coordinando con las autoridades locales y asociados internacionales la ayuda a las personas afectadas, puesto que miles han perdido sus hogares y pertenencias en un abrir y cerrar de ojos”.   

El alud ocurrió aproximadamente a las 3:00 a.m. hora local, enterrando la totalidad de la zona. Viviendas, infraestructura y tierras de cultivo quedaron sepultadas bajo unos ocho metros de tierra y escombros. Solamente seis cuerpos han podido ser recuperados hasta el momento.    

De acuerdo con las autoridades provinciales hasta ahora más de 7.840 personas se han visto afectadas por el desastre, cifra que incluye a las víctimas confirmadas como fallecidas y a las desaparecidas, en tanto que 1.650 quedaron desplazadas. Anteriormente muchos de los desplazados habían procurado refugio en esta zona para escapar de los conflictos tribales, lo cual pone de relieve el nivel de vulnerabilidad de esta población.  

"Los desafíos que enfrentamos tras esta tragedia son inmensos", dijo Aktoprak. "La zona sigue siendo extremadamente peligrosa por los movimientos de terreno que continúan, y el acceso es obstaculizado por las rutas bloqueadas, la infraestructura dañada y las condiciones climáticas adversas".   

Aún hay muchos cuerpos debajo de los escombros que deben ser recuperados, y la preocupación de las autoridades es que el agua subterránea que cae por la ladera de la montaña contamine las fuentes locales de agua potable generando graves riesgos a la salud.  

La mayoría de las fuentes de agua potable de la zona se han vuelto inaccesibles a causa del alud.     

Esta mañana un puente que conecta la Provincia de Enga con la vecina Provincia de Western Highlands colapsó, lo cual obstaculiza todavía más la provisión de insumos y la asistencia a las comunidades afectadas.     

Reconociendo la urgencia de la situación y la escala del desastre, el Centro Nacional de Desastres solicitó asistencia internacional inmediata de parte de las Naciones Unidas. La respuesta de emergencia apuntará especialmente a las necesidades humanitarias más urgentes que incluyen la distribución de alimentos, la provisión de albergues, asistencia de emergencia para la prestación de servicios de agua, saneamiento e higiene, y también apoyo logístico y medidas de protección.  

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Para más información por favor contactar:   

En Ginebra: media@iom.int      

En Bangkok: Itayi Viriri, Oficina Regional de la OIM para Asia y el Pacífico, en iviriri@iom.int    

En Puerto Moresby: Anne Mandal, OM Papúa Nueva Guinea, en amandal@iom.int