Comunicado
Global

Los proyectos de la OIM desarrollan la capacidad de las empresas de construcción locales

Cientos de empresas de construcción
locales se están beneficiando de un programa de la OIM que
ha llevado a término 1.100 proyectos de construcción
en este país azotado por la guerra, con un coste de unos
US$85 millones desde 2002.

Entre los proyectos llevados a término
para estabilizar las comunidades se encuentran hospitales, canales
de irrigación, edificios públicos, carreteras,
puentes y microcentrales hidroeléctricas en cada una de las
34 provincias del país, así como otros programas como
la instalación de paneles de energía solar en un
edificio que alberga una estación de radio comunitaria
dirigida por mujeres para las mujeres.

El programa de construcción, financiado
por USAID y el DFID de Reino Unido, y supervisado por ingenieros de
la OIM, no sólo ha comenzado a reconstruir la arruinada
infraestructura de Afganistán, sino que también ha
inyectado vida al moribundo sector de la construcción del
país, con 500 empresas de construcción locales ya
registradas sólo en la OIM de Kabul.

“Han pasado casi dos décadas
desde que se graduaran buenos ingenieros en las instituciones de
Afganistán. La tecnología ha cambiado
muchísimo desde entonces y los ingenieros internacionales de
la OIM me han dado a conocer nuevos instrumentos y métodos
de construcción”, afirma Tani Gulzar, que
retornó desde Arabia Saudí en 2002 y puso en marcha
su propia empresa de construcción, JGCC, en 2004.

Gulzar, que inició JGCC con cinco
empleados permanentes, ganó un concurso de la OIM para la
construcción de una escuela en la provincia de Parwan y
contrató a 30 trabajadores locales, muchos de los cuales
forman parte actualmente de sus 50 empleados permanentes.
Actualmente, la JGCC trabaja en un proyecto de construcción
de carreteras de la OIM en la provincia de Khost y está
intentando conseguir otro contrato para restaurar un hospital de
Kabul.

“En la actualidad, tengo el personal
cualificado y los conocimientos para llevar a cabo cuatro proyectos
de construcción al mismo tiempo, y todos van bien”,
afirma. “Somos también mucho más conscientes de
cuestiones como el equipamiento de seguridad. No permitimos que
vayan a la obra quienes no formen parte del proyecto de
construcción”, añade.

“Tiene sentido trabajar con contratistas
locales en general, los contratistas extranjeros no sólo son
más caros, sino que no tienen el conocimiento local
necesario ni redes de suministro con la misma fiabilidad”,
afirma Elliott Hodges, de la OIM, que gestiona proyectos de
construcción en la provincia de Kunduz. Al citar el caso de
una residencia para niñas de Kunduz financiada por USAID,
admite que las empresas locales pueden ser lentas, pero afirma que
trabajando con ellas se pueden lograr excelentes resultados.

La OIM viene recurriendo a los servicios de
empresas de construcción locales desde 2002 y, hacia 2005,
casi el 100% de sus proyectos fueron subcontratados directamente a
empresas locales, desarrollando así la capacidad industrial
y generando empleos en comunidades a menudo extremadamente
pobres.

“Las comunidades son más
receptivas hacia nuestros proyectos cuando se emplea a empresas
locales, porque éstas generan empleo y proporcionan
formación”, afirma Bogdan Danila, ingeniero de la OIM,
que tiene su domicilio profesional en Maimana, provincia de Faryab,
y forma a ingenieros locales para que utilicen las nuevas
técnicas de construcción y equipo nuevo.
“También les hemos enseñado cómo
instalar cables con seguridad y cómo mejorar la calidad del
hormigón, lo que da lugar a edificios más duraderos
con más posibilidades de soportar terremotos”,
añade.

“Es importante hacerse con la
cooperación y el aprecio de la comunidad. Si hay alguna
diferencia entre lo que se ha prescrito y lo que necesita el
médico o el director, la OIM siempre nos informa al respecto
para que podamos garantizar que el usuario final está
satisfecho con el resultado”, explica Dean Homleid, de USAID,
que ha entregado 454 de sus 767 proyectos de construcción de
clínicas en Afganistán a la OIM.

Además de fomentar la formación
sobre el terreno por parte de ingenieros internacionales de la OIM,
USAID también ha financiado un centro de formación en
Jalalabad por el que ofrece cursos de pintura, carpintería,
fabricación de hormigón, fontanería,
electricidad para los afganos implicados en los proyectos de
construcción de la OIM que financia. “Estamos
planeando introducir en todos los contratos que un determinado
porcentaje de la mano de obra tiene que participar en la
formación”, afirma Homleid.

El programa de construcción afgano de
la OIM también ha introducido por primera vez mujeres en la
mano de obra para la construcción, ya que algunos proyectos
exigen a los contratistas locales que empleen a mujeres y
proporcionen un área de trabajo a parte. En la provincia de
Badakshan, más de 40.000 mujeres han trabajado en proyectos
de la OIM en ámbitos que incluyen la creación de
gaviones, la criba de arena, la trituración de piedra y la
retirada de pintura de las paredes.

Si desea más información,
póngase en contacto con

Rahilla Zafar

OIM de Afganistán

Tel.+93.70066036.

Email: "mailto:rzafar@iomkabul.net" target="_blank" title=
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