Comunicado
Global

Los desplazados gozan de mejores medidas de seguridad aunque el un verano prematuro despierta los temores de la escasez de agua

Se estima que unas 270.000 familias iraquíes (1,6 millones
de personas), desplazadas a causa de la violencia sectaria desde
febrero de 2006, están retornando a sus hogares a pesar de
que, según el último informe realizado por la OIM
sobre el desplazamiento en Iraq, muchos de ellos deben hacer frente
a problemas tales como la falta de un alojamiento adecuado,
servicios básicos limitados, inseguridad alimentaria y falta
de trabajos.

El informe de abril, el cual se centra en las cerca de 50.000
familias identificadas por los supervisores de campo de la OIM,
observa que mientras que la mejora en la seguridad impulsa el
retorno de aquellas personas que abandonaron sus hogares hace tres
años, el temprano calor estival reaviva el miedo a la
sequía y a la escasez de agua entre los desplazados
iraquíes vulnerables.

"Muchas personas consideran que es un buen momento para regresar
a sus hogares.  Sin embargo, si sus viviendas han sufrido
daños, si los servicios básicos como el agua y la
electricidad han sido cortados o si no pueden encontrar un trabajo,
es necesario ayudarles para que puedan quedarse.  Para ello,
trabajamos junto al gobierno y colaboradores nacionales e
internacionales," explica el Jefe de la misión de la OIM en
Iraq, Rafiq Tschannen.

El gobierno ha pedido de manera oficial poner fin a nuevas
inscripciones por parte de familias desplazadas, limitando el
número de aquellas que reúnen los requisitos para la
obtención de algún tipo de ayuda.  No obstante,
el informe de la OIM indica que en algunos municipios se siguen
realizando dichas inscripciones ya que las autoridades locales
tienen dificultades para resolver los problemas de alojamiento
causados por el desplazamiento.

Entre ellas se incluyen aquellas familias que no pueden o no
quieren retornar por razones de seguridad y que necesitan ayuda
para reintegrarse en nuevas comunidades; familias dispuestas a
regresar pero que no pueden hacerlo ya que sus antiguas viviendas
han sido ocupadas por otras familias desplazadas; y familias
desplazadas amenazadas de desahucio porque los antiguos
propietarios desean recuperar sus propiedades.

El informe expone un caso de más de 70 familias de Al
Asatetha, en Bagdad, que corren el riesgo de ser desahuciadas de
unas viviendas pertenecientes a la facultad de la Universidad de Al
Mustansiriyah.  La universidad quiere que las viviendas
vuelvan a manos de sus propietarios originales, lo cual supone un
gran dilema para los tribunales que deben decidir qué hacer
con las familias desplazadas que en la actualidad residen
allí.

Según el informe, la respuesta de algunas autoridades
locales consiste en interrumpir las órdenes de desalojo para
así mitigar la situación humanitaria.  En Anbar,
se ha permitido que seis de las once familias que habían
recibido la orden de abandonar un edificio del gobierno en Fallujah
permanezcan de manera temporal en dichas viviendas debido a su
situación de extrema pobreza.

Los informes sobre los retornados, juntos con los informes
periódicos de la OIM sobre el desplazamiento en Iraq, donde
se incluyen los perfiles de las provincias, actualizaciones
bisemanales, actualizaciones de los campamentos y reseñas
anuales y  semestrales, están disponibles en "paragraph-link-no-underline" href=
"http://www.iom-iraq.net/library.html#IDP" target="_blank" title=
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