Comunicado
Global

Líderes humanitarios de la ONU ponen de relieve la necesidad urgente de brindar apoyo continuo a los refugiados rohingyas en Bangladesh

El viernes, el Director General de la OIM, António Vitorino, compartió un momento de tranquilidad con una niña rohingya en un campamento de refugiados en Cox’s Bazar. Crédito: Will Swanson/2019.

Cox’s Bazar — Tras una visita conjunta a Bangladesh,  tres importantes funcionarios de Naciones Unidas – el Subsecretario General de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Asistencia de Emergencia Mark Lowcock, el Director General de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) António Vitorino, y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados Filippo Grandi –  reiteraron hoy su compromiso en cuanto a seguir trabajando en pos de lograr soluciones seguras y sostenibles para los refugiados rohingyas en Myanmar, y destacaron los esfuerzos de  la ONU en cuanto a crear condiciones que faciliten el retorno.

Hasta que tales condiciones puedan asegurarse, los funcionarios hicieron un llamamiento a la comunidad internacional para que siga brindando apoyo a las necesidades críticas de 1.2 millones de personas en el sudeste de Bangladesh, la mayor parte de ellas refugiados rohingyas, pero también incluyendo ese apoyo a las generosas comunidades de acogida.

Tras visitar los campamentos de refugiados en Cox’s Bazar y reunirse con diferentes grupos de esa población, destacaron también la necesidad de apoyar a los rohingyas durante su exilio, sobre todo aumentando sus oportunidades de aprendizaje y desarrollo de cualificaciones. Un tercio (aproximadamente 147.000) de los más de 416.000 niños y niñas en edad escolar (3-18 años) están actualmente fuera del sistema educativo, en tanto que el resto tiene acceso solamente a un nivel de escolaridad limitado. Menos del 10% de los 75.000 de entre 15 y 18 años tienen la posibilidad de acceder a alguna forma de educación o desarrollo de sus habilidades. 

“Esta sigue siendo una de las mayores crisis de refugiados de todo el mundo,” dijo Filippo Grandi. “Hay más de 900.000 refugiados rohingyas en Bangladesh, la mayor parte de los cuales pudieron escapar de Myanmar en 2017”.  

“En la actual crisis, que ya ha cumplido el segundo año, debemos brindarles a los refugiados la oportunidad de aprender, desarrollar habilidades y contribuir en sus comunidades mientras se preparan para reintegrarse cuando puedan retornar a Myanmar,” dijo Grandi. “El futuro de los refugiados rohingyas pende de un hilo”. 

 “La comunidad Rohingya está conformada por tantos jóvenes que necesitan esperanza y oportunidades si desean construir vidas exitosas a su regreso a Myanmar", agregó António Vitorino.

La visita también tuvo lugar justo antes del período de ciclón, que es seguido por la temporada de monzones. Ambos implican serios riesgos, incluyendo inundaciones, aludes y brotes de enfermedades, que podrían afectar a miles de mujeres, hombres y niños en condiciones vulnerables.

Los líderes de Naciones Unidas discutieron también con el Gobierno las formas en las que la comunidad internacional podría llegar a apoyar adicionalmente los esfuerzos en materia de preparación y respuesta. Mientras se encontraban en los campamentos, también evaluaron el trabajo en curso que se emprendió para abordar los riesgos vinculados al clima, incluyendo el fortalecimiento de albergues, el mejoramiento de la infraestructura, y la capacitación de voluntarios. Reconocieron el rol fundamental que les compete a los mismos refugiados respecto de tales esfuerzos.

“Nos preocupa el bienestar de los refugiados rohingyas que viven en condiciones tan vulnerables en Cox’s Bazar, y también el bienestar de las comunidades de acogida que deben enfrentar importantes desafíos, en particular de cara a la inminente temporada de monzones”, dijo António Vitorino. 

Los líderes de Naciones Unidas se reunieron también con familias que estaban pasando por el proceso de registro biométrico manejado conjuntamente por el Gobierno y el ACNUR, recibiendo documentos que para muchos son los primeros y que confirman su identidad en Bangladesh, y también mejoran su derecho a acceder a servicios y protección. También fueron testigos de un innovador sistema de vouchers electrónicos del Programa Mundial de Alimentos que otorga a los refugiados la posibilidad de elegir entre un surtido de alimentos básicos y vegetales frescos provistos a nivel local en ocho almacenes designados a tal fin.

En sus reuniones con los refugiados, los líderes humanitarios recordaron también las terribles circunstancias de las cuales los refugiados debieron escapar y los felicitaron por su nivel de resiliencia.

“La primera vez que visité Cox’s Bazar en 2017, cientos de miles de rohingyas acababan de cruzar la frontera escapando de la más horrible brutalidad que uno pudiera llegar a imaginarse,” sostuvo Mark Lowcock.  

“Me reuní con niños que habían sido testigos del asesinato de sus padres. Mujeres que arrastraban horrorosas historias luego de haber padecido violencia sexual y que habían podido sobrevivir a la misma”.

“Durante este viaje, nos reunimos con un destacado grupo de refugiados varones y también mujeres voluntarias que se encuentran apoyando a quienes pudieron sobrevivir a esa brutalidad y que también están trabajando para prevenir la violencia sexual y doméstica en los campamentos. Un enfoque sabio, conservando la distancia necesaria ayudará a los refugiados a que se recuperen no solamente de los horrores que han vivido sino también a preparase para un futuro digno a largo plazo,” dijo Lowcock. 

Para mayor información:

Leonard Doyle (OIM) en Ginebra/Dhaka, ldoyle@iom.int +41 79 2857123 

Joseph Tripura (ACNUR) en Dhaka   Tripura@unhcr.org  +880 17 1309 0375 

Iffath Yeasmine (ACNUR) en Cox’s Bazar Yeasmine@unhcr.org +880 1847326534 

Russell Geekie, (OCHA) en Nueva York geekie@un.org +1-917-331—0393 

Jens Laerke, (OCHA) en Ginebra laerke@un.org +41 (0)794729750