Comunicado
Global

Las necesidades de los migrantes y personas desplazadas en el ámbito de la salud mental deben formar parte de la respuesta ante la COVID-19

Las personas que viven en condiciones difíciles como por ejemplo en campamentos atestados se ven afectadas de forma desproporcionada ante la COVID-19.  Foto: OIM/ Muse Mohammed   

Ginebra – Poniendo de relieve el profundo impacto que la pandemia de COVID-19 está teniendo sobre la salud mental de las personas en todas partes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) solicita que los gobiernos de todo el mundo adopten medidas proactivas para asegurar que la salud mental y las necesidades psicosociales de los migrantes y personas desplazadas sean tenidas en cuenta en las respuestas ofrecidas por esos gobiernos.  

El llamamiento se ajusta a los lineamientos del lanzamiento realizado ayer por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, de un breve compendio de políticas titulado La COVID-19 y la necesidad de acción en el ámbito de la salud mental, el cual se enfoca en las consecuencias de la pandemia sobre la salud mental y urge a los gobiernos, a la sociedad civil, autoridades sanitarias y otros a que inviertan en salud mental y le den la importancia que merece al momento de ofrecer respuesta ante la crisis de COVID-19 e incluso después.   

La semana próxima, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizará su 73° Asamblea Mundial de la Salud, en la cual los Estados Miembros y otros actores claves discutirán los impactos de la COVID-19. La OIM reitera la importancia de tener en cuenta la dimensión de salud mental de la crisis, en particular los efectos que la misma tiene sobre los migrantes, personas desplazadas y otros grupos vulnerables.  

“Todos están afectados por esta pandemia”, sostuvo António Vitorino, Director General de la OIM.  

“El estrés que produce el confinamiento, la pérdida de trabajo, la estigmatización y la xenofobia ciertamente tienen un impacto sobre la salud mental. Entre los más vulnerables se incluyen a los migrantes, poblaciones móviles, y trabajadores estacionales, quienes deben enfrentar un conjunto singular de desafíos. Debemos asegurarnos de que todos estén incluidos en nuestra respuesta a la salud mental, especialmente durante la pandemia de COVID-19.”  

En el actual entorno mundial, los migrantes deben enfrentar factores causantes de estrés muy específicos, y con mucha frecuencia, muchos siguen sufriendo un acceso desigual a los servicios sanitarios – sin mencionar los de salud mental. Los más vulnerables, por ejemplo, los que se encuentran en situación de irregularidad, pueden ser forzados a tener que luchar contra condiciones precarias de alojamiento en situación de hacinamiento, y también en circunstancias laborales inestables, informales o peligrosas. Mientras que algunos están trabajando en la primera línea de la crisis, otros pueden haber perdido sus fuentes de ingreso, o bien se encuentran cumpliendo cuarentena en situaciones de gran sordidez. Sin contar con redes de contención o sistemas de apoyo, con frecuencia lejos de sus familias, muchos de ellos tal vez deben enfrentar dificultades para acceder a información confiable, en un idioma que puedan comprender, sobre la enfermedad y sobre los servicios relacionados a la misma de los que dispone. Quienes no cuentan con esa información pueden tener temor de pedir ayuda para tratar sus síntomas por miedo a ser arrestados o deportados.   

Debido a todas estas realidades que pueden llevar a que los migrantes se sientan más vulnerables ante problemas mentales y psicosociales, la OIM promueve que los esfuerzos de los gobiernos incluyan a los migrantes, con independencia de su condición legal, a fin de asegurar una respuesta igualitaria en materia de salud mental ante la amenaza de la COVID-19 y sin dejar a nadie atrás.  

La OIM brinda su apoyo al llamamiento formulado por el Secretario General de la ONU en lo relacionado a considerar a las acciones en el ámbito de la salud mental como componentes esenciales de las respuestas nacionales ante la COVID-19, incluyendo: reducción de las adversidades relacionadas con la pandemia que ciertamente provocan daños a la salud mental, desarrollo de estrategias de comunicación que tengan en cuenta el aspecto psicosocial, ofrecimiento de apoyo psicosocial y en materia de salud mental en situaciones de emergencia, inversión en intervenciones de salud mental a distancia, garantía de no interrupción de cuidados especiales para quienes padecen una condición de salud mental severa, y promoción de enfoques participativos.  

A través de programas en 72 países, la OIM brinda salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS) a migrantes vulnerables y a personas desplazadas, incluyendo enfoques de base comunitaria y fortalecimiento institucional. En el contexto de la COVID-19, la OIM ha adaptado sus actividades de MHPSS por ejemplo, ofreciendo asesoramiento en línea, brindando apoyo a distancia, promoviendo la cohesión comunitaria o extendiendo sus servicios de MHPSS a las instalaciones destinadas al cumplimiento de la cuarentena o aislamiento.  

 

Para más información por favor contactar a Yasmina Guerda, Oficial de Comunicaciones de Salud Pública en la Sede, Tel: +41 79 363 17 99, Correo electrónico: yguerda@iom.int