Batken – Cientos de familias que en septiembre pasado fueron desplazadas por la violencia en Batken y Osh, región fronteriza entre Kirguistán y Tayikistán, enfrentan el invierno más frío en más de una década, mientras en la región los precios de los combustibles y la contaminación del aire son otros desafíos cotidianos.  

Los países de Asia Central están en este momento padeciendo un riguroso invierno con las temperaturas más bajas en los últimos quince años y las personas internamente desplazadas por los enfrentamientos armados son las que más están sufriendo.   

Si bien hay un cese del fuego en la zona fronteriza, la oportunidad de encontrar una solución duradera a las disputas en esa región sigue siendo lejana, lo cual complica el retorno de las familias que han perdido sus casas y sus medios de subsistencia.  

“Asia Central siempre enfrenta duros inviernos, y hasta cierto punto las personas cuentan con mecanismos de adaptación como para poder sobrevivir. Sin embargo, hay necesidades persistentes debido a la carga adicional que implica estar desplazados, e incluso hay que hablar de desplazamiento secundario en el caso de una pequeña cantidad de personas pertenecientes a la etnia kirguis que fueron desplazadas de Afganistán”, sostuvo Ammarah Mubarak, Especialista Regional Senior en Post Crisis y  Emergencias en la OIM.  

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como parte del Equipo de Evaluación y Coordinación Rápidas (REACT) de la ONU, ha estado activa desde el 19 de septiembre, liderando la provisión de Albergues de Emergencia y de Artículos No Alimentarios.  

En rondas anteriores se distribuyeron calefactores, linternas, cables de electricidad y platos descartables. La OIM acaba de concluir la distribución de sets de cocina, ropa de cama, ropa de abrigo, calzado y otros elementos entre más de 400 familias sin techo que se encontraban entre los cientos de miles de personas que tuvieron que escapar de las zonas afectadas.  

La mayor parte de las personas desplazadas han retornado a sus lugares de origen, pero aquellos cuyas viviendas fueron destruidas siguen estando en situación de desplazamiento.  

“Incluso antes del conflicto Batken era considerada la región más pobre de Kirguistán, con acceso limitado a servicios básicos como los de educación, medicamentos y cuidados de la salud. Ahora, con temperaturas por debajo de los 25 grados bajo cero, la asistencia humanitaria es vital”, dijo Tilek Orunbaev, Asistente de Programa en la Sub-Oficina de la OIM en  Osh.      

Ashyrbai Khalmatov, nativo de la aldea de Kapchygai en la región de Batken recibió electrodomésticos, un set de cocina, ropa de cama, ropa de abrigo y calzado.  

“Yo tenía un ingreso gracias a la cría de ovejas en mi aldea hasta que mi casa y todo lo que tenía, incluso las ovejas, quedaron bajo las llamas. Tuvimos que irnos a la aldea de Bujum y ahora estamos viviendo en un apartamento de dos cuartos perteneciente a nuestros parientes”, señaló.      

La distribución de asistencia fue financiada por el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de las Naciones Unidas y por el Gobierno de Alemania.  

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Para más información por favor contactar con:   

Joe Lowry, Oficina Regional de la OIM en VIena +43660 3776404, email jlowry@iom.int  

Bermet Moldobaeva, OIM Bishkek, en el teléfono +996312651730, email bmoldobaeva@iom.int