La OIM trabaja junto a las comunidades vulnerables del sur de
Darfur, en especial con aquellas afectadas por los retornos, en un
intento por contrarrestar la inseguridad medio ambiental, apoyar
medios de subsistencia sostenibles y fomentar el desarrollo
impulsado por la comunidad.

En las localidades de Baba, Fia Jeow y Halouf, en los
alrededores de Nyala, capital del Estado de Darfur meridional, unos
4.000 habitantes aprenden a gestionar los semilleros forestales
para así apoyar los esfuerzos de reforestación en
curso.  Con 200.000 plantas de semillero anuales, estas
instalaciones son un lugar ideal para la capacitación de los
lugareños, quienes aprenden más sobre la
plantación y el mantenimiento de los árboles.

Los agricultores de Baba y Fia Jeow siguieron una
capacitación sobre técnicas agropecuarias más
productivas y sostenibles, entre las que se incluyen la
recuperación del agua para una mejor gestión de este
recurso, prevención de plagas y plantaciones intensivas de
hortalizas para mejorar los medios de vida y la seguridad
alimenticia al mismo tiempo que permite la rehabilitación de
las tierras de labranza.

Igualmente, se capacitó a más de 300 mujeres en la
fabricación y el uso de cocinas de bajo consumo de
combustible, lo que permite reducir la deforestación y
brinda nuevas y eficaces opciones en materia de medios de
subsistencia.

Estos proyectos forman parte de un programa de
representación de vulnerabilidades medio ambientales y de
medios de subsistencia financiado por Japón y cuyo objetivo
es el de evaluar la accesibilidad al agua, al bosque y a otros
recursos mediante el análisis de imágenes de
satélite.

A continuación, se procede a la verificación de la
información obtenida contrastándola con los
últimos datos disponibles de las Evaluaciones de Pueblos
realizada por la OIM, a la cual pueden acceder todos los actores
humanitarios que deseen implementar proyectos de
planificación medio ambiental.

La violencia continuada en Darfur ha causado graves daños
medio ambientales, ya que las familias y comunidades afectadas por
el conflicto se han visto obligadas a volver a los medios de
subsistencia insostenibles, como la producción de
leña y carbón, que provocan la erosión del
suelo y el agotamiento del agua subterránea.  A
consecuencia de ello, se produce un empeoramiento de los ciclos del
conflicto y de los desplazamientos, ya que la población se
ve obligada a luchar para sobrevivir en una zona cada vez
más deteriorada, siendo cada vez más vulnerables al
hambre y los desplazamientos.

«A pesar de que la inseguridad y la consiguiente falta de
acceso han impedido a la OIM llevar a cabo todas las actividades
medio ambientales en un primer momento planeadas, esperamos que
este proyecto piloto siente las bases para programas similares en
otras zonas de Sudán», afirma Jill Helke, jefa de la
misión de la OIM en Sudán.

Para más información, póngase en contacto
con:

Paul Rushton

OIM Darfur

E-mail:  "mailto:prushton@iom.int">prushton@iom.int