Comunicado
Global

Las compañías privadas que operan en Iraq deben ocuparse de los trabajadores migrantes

La OIM, que en la actualidad presta asistencia humanitaria a un
grupo de 35 trabajadores ucranianos y búlgaros a quienes sus
empleadores dejaron en una desesperada situación financiera
en Iraq, ha pedido a las compañías privadas que
cumplan con la obligación de ocuparse de sus trabajadores y
de cumplir las normas nacionales de inmigración, trabajo y
derechos humanos.

Este llamamiento ha tenido lugar después de que el
personal de la OIM realizase varias visitas a un lugar donde se
realizan obras de construcción, en el que los migrantes
residen en condiciones de abarrotamiento, sin luz,
ventilación y sucio, para prestarles asistencia
médica y abastecerles con agua y alimentos.

Estos trabajadores ucranianos y búlgaros forman parte de
un grupo de 271 migrantes, incluidos ciudadanos nepaleses,
empleados en diciembre de 2010 para trabajar en un proyecto de
construcción en la zona internacional de Bagdad.

Contratados bajo la promesa de percibir salarios de US$2.500,
hasta el momento, y a pesar de haber trabajado muchas horas durante
varios meses, han recibido únicamente unos cientos de
dólares. Cuando el subcontratista se dio a la fuga, el
trabajo en la obra se paralizó, dejando a los migrantes sin
dinero ni provisiones.

Ello, sumado al hecho de que el empleador tampoco ha conseguido
facilitarle los permisos de residencia prometidos, ha convertido
automáticamente a los migrantes en trabajadores sin
papeles.

Algunos de ellos han sido transferidos a otra obra, mientras que
otros han sucumbido a las presiones del empleador y han aceptado
abandonar el país a cambio de un solo pago de US$1.000. No
obstante, después de haberse visto obligados a desembolsar
el precio del viaje de regreso y la multa por haberse quedado en el
país más allá de lo estipulado en el visado de
10 días, los migrantes se han quedado prácticamente
sin dinero.

Los 35 que permanecen en la obra viven en condiciones insalubres
y sin electricidad. Algunos incluso presentan problemas de salud
debido a una alimentación insuficiente y a la ingesta de
agua no potable. Además, al haber solicitado un
préstamo para pagar a los agentes de contratación que
les conseguían los trabajos en Iraq, los migrantes han
contraído una deuda que no podrán reembolsar a menos
que se les pague.

"Como medida inmediata, tendrían que percibir sus
salarios y los empleadores deberían dejar de amenazarlos con
que abandonen el país sin este dinero y, por último,
los migrantes deberían recibir ayuda en sus lugares de
origen de manera segura y digna. En este caso concreto, tenemos
suerte de que se encuentren en zona internacional y de que tengamos
acceso directo a ellos. No siempre sucede así en la
mayoría de los casos de explotación de migrantes que
conocemos", explica Livia Styp-Rekowska, de la OIM Bagdad.

La OIM está en contacto con sus contrapartes
gubernamentales y parlamentarias en este caso, quienes están
de acuerdo en la necesidad de que los trabajadores reciban lo que
se les adeuda y de que se les proteja ante una salida arbitraria
del país.

Sin embargo, este caso pone de manifiesto la necesidad de
más respuestas a largo plazo frente a la explotación
laboral en Iraq.

Si bien existe una gran concienciación acerca del
problema que representa el desplazamiento interno en Iraq, no puede
decirse lo mismo de la trata de personas con fines de
explotación laboral.

A lo largo de los años, la OIM ha prestado asistencia a
numerosos trabajadores migrantes explotados en Iraq, cada uno de
ellos con horribles historias que contar, para trabajar en el
sector de la construcción, en los servicios o como empleados
domésticos.

"Se trata de un grave problema a nivel nacional. Muchos o casi
todos los trabajadores extranjeros en Iraq son indocumentados, lo
que los deja en una situación de extrema vulnerabilidad. Se
trata de varias decenas de miles de trabajadores extranjeros que no
tienen la culpa de ello. Para acabar con este tipo de
explotación, el país necesita una política
integral sobre migración laboral, así como la
aprobación por parte del Parlamento de las nuevas leyes de
combate de la trata y el establecimiento de un sistema eficaz de
protección de los migrantes tratados o desamparados",
añade Styp-Rekowska.

Para más información, póngase en contacto
con:

Antonio Salanga

OIM Baghdad

Tel: +964-781-576-0061 or + 962-799-055-629

E-mail: "mailto:asalanga@iom.int">asalanga@iom.int