Comunicado
Global

La sequía provoca un aumento de la migración en el Cuerno de África

De acuerdo con las diferentes misiones de la OIM en la
región, la grave sequía que afecta a vastas zonas de
Somalia, Kenya, Etiopía y Djibouti está provocando un
aumento considerable de los flujos migratorios complejos y
multidireccionales tanto dentro como fuera de las fronteras
internacionales.

Estos movimientos no solo están compuestos por refugiados
y solicitantes de asilo, sino también por un importante
número de migrantes y pastores, quienes no tienen más
opción que recorrer innumerables y difíciles rutas
migratorias, que inicialmente los conducían de zonas rurales
a otras urbanas pero que, para muchas decenas de miles, implica
atravesar fronteras internacionales hasta llegar a países
vecinos.

Si bien la información de la que se dispone sobre muchas
de estas rutas es escasa, se ha observado un aumento de los
movimientos de la población de zonas afectadas por la
sequía, lo que implica el desplazamiento desde Somalia
meridional y central hasta la capital, Mogadiscio, donde las
fuertes lluvias han causado importantes estragos en los
últimos días entre los desplazados vulnerables.

Asimismo, los somalíes han emprendido una serie de viajes
desde zonas rurales pobres hasta Somalilandia y el autoproclamado
Estado autónomo de Puntlandia, atravesando peligrosas rutas
terrestres. Otros se dirigen hacia el vecino Djibouti o hacia Yemen
y los Estados del Golfo, para lo que tienen que atravesar el
peligroso estrecho de Bab-El-Mandeb (Puerta de la Pena, en
árabe).

Las recientes informaciones publicadas por la prensa
somalí hablan de nacionales que han perdido la vida ahogados
en el Mar Rojo, al sur de la ciudad de Puerto Sudán, lo cual
indica el establecimiento de una nueva y peligrosa ruta migratoria
de Somalia, Eritrea y Etiopía, al estado del Mar Rojo en
Sudan y, a continuación, a Arabia Saudita.

La situación en las regiones de Somalia afectadas por la
sequía ha provocado un importante aumento de la cifra de
personas que precisan de asistencia en Etiopía y Kenya. Tan
solo en junio se registraron en torno a 50.000 nuevas llegadas. En
las últimas tres semanas, alrededor de 11.000 personas han
legado a Etiopía y más de 8.600, a Kenya. En la
actualidad, la media de llegadas diarias a ambos países
ronda las 2.000.

En Etiopía, donde la sequía afecta directamente a
cerca de 4,5 millones de personas, las comunidades de pastores en
particular necesitan ayuda para hacer frente al debilitamiento o
muerte del ganado. Los desplazamientos transfronterizos de estos
grupos en busca de agua y pastos alimentan aún más el
riesgo de un conflicto por los recursos, así como mayores
desplazamientos, en especial en los distritos septentrionales de
Turkana, Wajir y Mandera (Kenya) afectados por la sequía y
donde la tasa global de desnutrición aguda de menores,
embarazadas y mujeres lactantes supera el 30%.

Esta situación se complica todavía más con
el retorno de migrantes etíopes de Yemen, donde las
operaciones de evacuación iniciadas en noviembre de 2010 han
resultado en el regreso de miles de personas hasta la fecha.
Oromiya, Tigray, Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, y
Amhara, las regiones con un mayor número de retornos, sufren
sequías, pérdida de cultivos y un aumento
drástico del precio de los alimentos y del combustible.

Hasta el momento, las repercusiones de dichos retornos a estas
comunidades con recursos limitados no se han evaluado por completo,
pero se calcula que alrededor de un 30% de la población ha
regresado a zonas afectadas por la sequía.

"La migración provocada por la sequía está
exacerbando una situación de desplazamientos y movimientos
que, debido al conflicto y a la inestabilidad así como al
retorno de muchos etíopes y somalíes de Yemen, era ya
compleja. La sequía no entiende de fronteras. La respuesta a
la crisis actual debe tomarse considerando la movilidad, tanto
dentro como fuera de las fronteras, como una estrategia de
supervivencia de poblaciones numerosas", explica Mohammed Abdiker,
director de operaciones y emergencias de la OIM.

Entretanto, la OIM y otros socios de las Naciones Unidas han
estado trabajando de manera conjunta para facilitar los movimientos
seguros de los pastores a través de zonas fronterizas como
mecanismo de adaptación al cambio climático.

La iniciativa Seguridad en la Movilidad pide a los gobiernos
regionales que desarrollen una política para facilitar los
movimientos seguros de los pastores tanto dentro como fuera de sus
fronteras. Para ello, se utilizará un enfoque colaborativo
que abarque la provisión de asistencia humanitaria,
servicios básicos, una migración facilitada e
iniciativas de seguridad exhaustivas.

"De todos los principales mecanismos de mitigación y
adaptación, la movilidad destaca por ser la opción
principal para los pastores. Ningún país de la
región puede hacer frente en solitario a los complejos
desafíos planteados por el cambio climático y la
migración. De ahí la necesidad y la urgencia de
esfuerzos conjuntos regionales", concluye Abdiker."Of all the key
mitigation and coping mechanisms, mobility stands out as the most
essential for pastoralists," says IOM's Abdiker. "No country in the
region can singlehandedly tackle the complex challenges of climate
change and migration. A concerted regional effort is therefore
urgently needed."

Para más información, póngase en contacto
con:

Mohammed Abdiker

OIM Ginebra

Tel: +41 22 717 93 79

E-mail: "mailto:mabdiker@iom.int">mabdiker@iom.int

o

Jean-Philippe Chauzy

OIM Ginebra

Tel: +41 22 717 93 61

E-mail: "mailto:jpchauzy@iom.int">jpchauzy@iom.int