Comunicado
Global

La pandemia de COVID-19 es una oportunidad para volver a imaginar la movilidad humana

En fin de marzo, unos 15.000 trabajadores migrantes de Myanmar que vuelven a sus hogares atraviezan cada día el puesto fronterizo con Tailandia. Foto: OIM/2020

Red de las Naciones Unidas sobre la Migración

Ginebra- Hoy, el Secretario General ha vuelto a insistir con la cuestión de que los esfuerzos a nivel mundial para manejar la crisis de la COVID-19 dependerán de las respuestas de salud pública y de una recuperación general que incluya a todas las personas. La Red de las Naciones Unidas sobre la Migración da la bienvenida a la Guía de políticas para la COVID-19 y Personas en Movimiento del Secretario General, la cual brinda lecciones claves de la pandemia que pueden orientarnos para avanzar en el ámbito de una movilidad que sea segura e inclusiva. Nadie estará a salvo de la pandemia hasta que todo el mundo esté seguro.

La COVID-19 presenta desafíos críticos para los seres humanos en todas partes del mundo.  Las restricciones a la movilidad humana están exponiendo a muchas personas en movimiento a riesgos muy significativos, impactando sobre sus derechos humanos y bienestar, dificultando nuestra respuesta colectiva ante la pandemia y amenazando nuestra capacidad para asegurar una recuperación en la que nadie sea dejado atrás. Pero la coyuntura actual es también una oportunidad para que volvamos a imaginar el modo en el que la migración puede ser gobernada, durante y tras las crisis, de una manera mucho más humana y efectiva.

El cierre de fronteras y las restricciones a la movilidad han sido testigo de mujeres, hombres, y jóvenes de ambos sexos atrapados en situaciones precarias. Los migrantes están siendo retornados forzosamente, se encuentran varados en tránsito, se le niega asistencia debido al acceso restringido a territorios y son mantenidos en detención – simplemente por su condición migratoria – y a pesar de los enormes riesgos a su salud.  En la respuesta a la COVID-19 los migrantes han servido como mano de obra esencial en sectores como los de la salud, el transporte, la construcción y la agricultura, en tanto que las mujeres trabajadoras migrantes han asumido significativas tareas de cuidado. Aun así, con frecuencia, los migrantes han sido excluidos de las protecciones de salud y socioeconómicas, quedando muchos de ellos en condición de altos niveles de vulnerabilidad en trabajos temporales, informales o sin la debida protección. Estas acciones violan los derechos humanos fundamentales y socavan los esfuerzos colectivos para contener y retrotraer al virus.

La Red hace un llamado a la comunidad internacional para que ahora actúe sobre la base de estas recomendaciones del Secretario General. Contamos con un sólido marco para hacerlo que es el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM), la piedra angular de la coordinación y la cooperación internacional en el ámbito de la migración. Este logro multilateral fundamental reconoce que la responsabilidad compartida y las soluciones innovadoras son esenciales para abordar los desafíos y las oportunidades de la migración. Del mismo modo que con la COVID-19, ningún país puede hacerlo por sí mismo.

El GCM provee soluciones prácticas a los grandes desafíos de la migración, que ahora se han visto amplificados por la pandemia. Esto incluye los compromisos por parte de los Estados para asegurar el acceso a los servicios básicos para todos los migrantes con independencia de su condición y generar una percepción más humana y más constructiva de los migrantes y de la migración. Reconoce la necesidad de asegurar que los migrantes puedan realizar contribuciones efectivas en sus países de destino y ser compensados por tales esfuerzos sin discriminación alguna. Perfila acciones que son necesarias para que los Estados puedan expandir y diversificar los caminos para la migración regular y para implementar los mecanismos que facilitan los retornos seguros y dignos; para usar la detención de inmigrantes solamente como último recurso y para poner fin a la detención de menores y familias; así como para permitir una transferencia de remesas que sea más veloz, más segura y económica.

El Secretario General ha reiterado que una recuperación efectiva de la COVID-19 requiere respuestas nacionales y mundiales que incluyan a todas las personas si los gobiernos van a cumplir con la promesa de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás. Muchos Estados se encuentran a la vanguardia, implementando los compromisos asumidos en el CGM y tomando acciones para reducir la vulnerabilidad de los migrantes en el contexto de la COVID-19. Esto ha incluido la regularización de los migrantes, la extensión de los permisos para poder permanecer y trabajar, el aseguramiento del acceso a los servicios de salud básicos y a las protecciones sociales, y la liberación de los migrantes de la detención, reemplazándola por alternativas de base comunitaria.

La Red urge a todos los gobiernos a tomar las mismas medidas y ha pedido los mayores esfuerzos posibles para enfrentar un aumento en la xenofobia, una moratoria en el uso de la detención de inmigrantes, la suspensión de los retornos forzados y un acceso mejorado a los servicios de los migrantes en las respuestas a la COVID-19. La Red trabajará con los gobiernos para replicar y mejorar las prometedoras prácticas que han surgido durante esta crisis – incentivando y facilitando los esfuerzos conjuntos, compartiendo aprendizajes de los actores claves en el terreno y asistiendo a los estados en la implementación del GCM a nivel nacional, de modo tal de poder ofrecer respuesta a la pandemia.

Juntos debemos encontrar soluciones en las que la protección de los derechos de todas las personas – sin importar quienes sean – sea aceptada como obligación y como un producto social, en donde ningún ‘trabajador esencial’ necesite seguir indocumentado y pueda ser privado de los derechos que le correspondan, en donde el temor y la xenofobia sean desestimados y no promovidos, en donde valoremos y reconozcamos la contribución vital que los migrantes les hacen a nuestras sociedades. El Secretario General nos ha recordado que la exclusión de las personas en movimiento es la misma razón por la que estas personas se encuentran en la actualidad entre las más vulnerables a la pandemia. La inclusión dará sus frutos y es la única manera de salir de esta crisis y vencer a la COVID-19.  

 

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