Comunicado
Global

La OIM y el Secretario General de Naciones Unidas expresan su gran preocupación por la seguridad de los migrantes que se encuentran detenidos en Libia y dicen que la fuerza militar no es la respuesta

Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones expresó hoy su gran preocupación por la situación de civiles y migrantes detenidos en Libia, mientras los convoyes militares se acercaban a Trípoli, la capital.

Debido a los enfrentamientos que tuvieron lugar en agosto de 2018, más de 14.000 civiles fueron desplazados y más de 2.000 migrantes se vieron envueltos en dichos enfrentamientos.

“La seguridad de los migrantes que se encuentran detenidos es especialmente preocupante en el caso en el que hubiera una escalada en las acciones militares. El destino de los civiles de Libia es una preocupación primordial pero también lo es la seguridad de los trabajadores humanitarios”, dijo el Director General de la OIM António Vitorino. “Los migrantes, incluyendo las mujeres y los niños, que con frecuencia son mantenidos en condiciones infrahumanas en medio de una situación de seguridad cada vez peor, son un grupo especialmente vulnerable”, señaló, destacando asimismo que “Libia no es un lugar seguro al cual puedan retornarse a los migrantes que intentaron alcanzar a Europa sin éxito”.

Hasta ahora en este año, 1.073 migrantes, entre ellos 77 niños, han retornado a Libia tras haber sido interceptados y rescatados en el mar, y luego detenidos arbitrariamente.

Con anterioridad en Trípoli, el Secretario General de Naciones Unidas António Guterres hizo un “fuerte llamamiento”, reclamando que el despliegue de facciones militares en el país comience a disminuir y eventualmente termine. También enfatizó que la responsabilidad por los migrantes detenidos “no solamente le corresponde a Libia, sino a toda la comunidad internacional”.

Ayer el Sr. Guterres visitó el Centro de Detención Ain Zara, en el cual se encuentran actualmente más de 600 detenidos. Allí habló con hombres, mujeres y niños que han estado retenidos allí por meses. El Secretario General dijo que estaba conmocionado por el nivel de sufrimiento de los migrantes y “en especial por el grado de desesperación que pudo percibir”.

 
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