Comunicado
Global

La OIM solicita US$ 7 millones para ayudar a las víctimas del tifón Bopha

Filipinas - La OIM ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional, valorado en US$7 millones, para intensificar la respuesta humanitaria que brinda en el sur de Filipinas, donde el número de muertes tras el paso del tifón Bopha ronda las 500 personas, si bien se espera que aumente.  

Tan solo ahora ha sido posible establecer la magnitud de la destrucción causada por el ciclón, que ha dejado a decenas de miles de personas sin hogar y varios cientos desaparecidos.

Desde que acaeciera la catástrofe, la OIM movilizó a su personal en Mindanao y dio prioridad a la distribución de artículos de ayuda no alimentaria y materiales para la reparación de refugios.

A petición del Gobierno de Filipinas, la Organización prepara pabellones y otros refugios transitorios alternativos.  Los centros de evacuación del Gobierno, en los que se alojan más de 295.000 personas, están muy saturados.  

El propósito del llamamiento es intensificar las actividades de respuesta de la OIM ante esta urgencia, que abarca desde la construcción de refugios de emergencia a la distribución en campamentos de gran tamaño donde las personas sin hogar se protegen de los elementos, para satisfacer las necesidades humanitarias más apremiantes.  

“La OIM está actuando con los recursos que tiene a su alcance, pero, para satisfacer las necesidades de la población y apoyar al Gobierno, necesita ampliar rápidamente sus actividades”, explica José Pimentel, jefe de la misión de la OIM en Filipinas.

“Los US$7 millones que solicitamos son una estimación a la baja de lo que necesitaremos para hacer frente a las necesidades más urgentes de las personas vulnerables que, durante una semana, han estado viviendo al raso sin ningún tipo de protección”, añade Pimentel.

Un elemento importante de la labor de la OIM consiste en brindar asistencia médica a quienes han perdido a algún familiar y cuyas comunidades han sido asoladas.

Bopha azotó el sur de Filipinas el 4 de diciembre, dejando tras de sí una estela de muertes y destrucción.  Se estima que en torno a 3.300 viviendas han sufrido desperfectos y que la cifra de damnificados en siete regiones supera los cinco millones de personas.

La OIM, junto a socios del Gobierno y la comunidad humanitaria, interviene prioritariamente en las provincias de Davao Oriental, Compostela Valley y Surigao del Sur.

Una parte importante de la labor de la Organización consiste en garantizar una comunicación bien coordinada entre otros actores, en especial el Gobierno, y la comunidad desplazada.  Para que la población vulnerable reciba información clara y precisa sobre la ayuda disponible, se emplearán comunicaciones impresas, así como por radio, SMS y en línea.  Asimismo, la OIM se ocupará del seguimiento de la respuesta de la comunidad mediante una acción participativa que garantice la rápida identificación de lagunas.

Hace casi un año, el 16 de diciembre, la tormenta tropical Washi asoló las ciudades de Cagayán de Oro e Iligan, también en Mindanao, causando más de 1.000 muertes y 100.000 desplazamientos de familias.

Es una señal preocupante que, por segunda vez en 12 meses, una zona del país que no suele verse afectada por los ciclones haya sufrido está catástrofe de gran envergadura, lo que demuestra que Filipinas está resultando gravemente afectada por el cambio climático.  En efecto, hace 17 años desde la última vez que hubo un tifón en la zona.

Si desea consultar las últimas noticias o el llamamiento, visite: http://www.iom.int/cms/philippines.

Para más información, póngase en contacto con  

Conrado Navidad
OIM Filipinas
E-mail: cnavidad@iom.int