Comunicado
Global

La OIM informa que migrantes en el Mediterráneo perecen por gases tóxicos

Italy - Equipos de la OIM que recibieron a los sobrevivientes de una nueva tragedia ocurrida en el Mediterráneo el pasado fin de semana se enteraron de los detalles espeluznantes de la muerte por asfixia de decenas de migrantes.

El sábado en el Canal de Sicilia se encontraron los cuerpos sin vida de 49 migrantes que fallecieron en un barco que transportaba a más de 300 personas. Los sobrevivientes fueron rescatados por el buque Cigala Fulgosi de la Armada italiana, a 21 millas de las costas de Libia.

Esta tragedia es la última de una larga lista de sucesos catastróficos ocurridos en semanas recientes. Un total de 350 migrantes han perdido la vida desde el 5 de agosto, con lo que se eleva a 2.350 el número total de muertes acaecidas en el Mar Mediterráneo desde el 1 de enero de 2015.

“Como ya hemos señalado en casos similares, lo que ocurrió no se puede considerar simplemente como un incidente. Se trata de un crimen. Estos traficantes sin escrúpulos causan la muerte a miles de personas”, declaró en Ginebra el Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing.

“Una cantidad impresionante de migrantes están pereciendo en el Canal de Sicilia, casi a diario, mientras que miles de personas se enfrentan a condiciones difíciles en las islas griegas, en particular Kos. Además, hay informes de un número creciente de migrantes que intentan llegar a Europa a través de la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Serbia en condiciones terribles”, agregó.

El sábado, marineros italianos descubrieron 49 cuerpos sin vida en la bodega de un pequeño barco pesquero de 15 metros que quedó parcialmente sumergido en el agua y que derramó combustible. Se determinó que los migrantes probablemente se asfixiaron por los gases emitidos por el motor de la embarcación.

Al final de la operación, los italianos rescataron a 313 migrantes, entre ellos 45 mujeres y tres menores de edad, originarios sobre todo de Marruecos, Bangladesh, Pakistán, África subsahariana y Siria. Se informó que entre los migrantes muertos había personas de África subsahariana, Bangladesh y Pakistán.

Según los informes iniciales, el Cigala Fulgosi, un barco pesquero que zarpó de Zwara después del atardecer, recibió una llamada de socorro antes del amanecer del sábado.

Posteriormente los cadáveres y cientos de sobrevivientes fueron trasladados en el buque naval noruego Siem Pilot que patrullaba el Mediterráneo en el marco de la operación Tritón.

El Siem Pilot ya llevaba a 100 migrantes rescatados por el buque Werra de la Armada alemana y el lunes por la mañana llegó al puerto de Catania llevando a bordo a 412 migrantes rescatados. Personal de la OIM en Catania recibió a los migrantes y los entrevistó tras su llegada.

“El barco comenzó a tener problemas unas pocas horas después de zarpar de Libia y avanzaba muy despacio”, dio a conocer el portavoz de la OIM de Italia, Flavio Di Giacomo.

“El calor en la bodega era insoportable, sobre todo en el área cercana al motor, que emitía gases y goteaba combustible. Algunos migrantes lograron llegar a la cubierta. Relataron que ni siquiera tenían agua para beber. Los que se encontraban cerca del motor no podían moverse y empezaron a morir uno a uno. Cuando los rescatistas llegaron, encontraron una situación pavorosa”, agregó.

Según el testimonio de los testigos, los contrabandistas obligaron a los africanos subsaharianos a permanecer en la bodega, junto con algunos migrantes de Pakistán y Bangladesh. A otros se les permitió permanecer en la cubierta.

“Por desgracia, esto es bastante común”, indicó Di Giacomo. “Con frecuencia los subsaharianos deben viajar en la bodega porque los traficantes los consideran menos valiosos. Por lo general, pagan menos por su viaje y a menudo ni siquiera logran adquirir un chaleco salvavidas, que sería su mejor oportunidad para sobrevivir el viaje”.

La bodega es la parte más peligrosa de la embarcación: carece de ventanas y solo tiene una o dos pequeñas salidas. Los gases emitidos por los motores son tóxicos y muchas veces causan la muerte a personas que son obligadas a viajar bajo la cubierta, destacó Di Giacomo.

“Se trata de una situación de emergencia humanitaria, no de una invasión. Para Europa esto no es una crisis ocasionada por un exceso de inmigrantes que sobrecargan el continente. La emergencia radica en el número de migrantes que requieren de ayuda y canales seguros para migrar. Las condiciones de deterioro en los países de origen y tránsito –debido a los conflictos en Libia, Siria, Iraq y Nigeria y en otros países en los que reina la inseguridad o el colapso económico– constituyen el principal factor impulsor de la migración y es poco probable que ello se resuelva a corto plazo”, declaró el Embajador Swing.

“Estamos firmemente convencidos de que, aun cuando los flujos migratorios pueden ser problemáticos para algunos países individuales, para la UE en su conjunto la respuesta colectiva ante estos flujos es totalmente manejable. Las tragedias mencionadas son un llamado a la acción para que todos los Estados miembros de la UE encuentren un enfoque humanitario común ante este problema, que solo se puede manejar a través de políticas integrales, de largo plazo y con visión de futuro que respeten los derechos humanos y la dignidad de los migrantes”, añadió.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Flavio Di Giacomo en la OIM de Italia, Tel: +39 347 089 8996, Email: fdigiacomo@iom.int