República Centroafricana - La OIM presta asistencia operativa de emergencia a los afectados por los enfrentamientos en la República Centroafricana, país que se ha visto sacudido por las luchas entre comunidades que se cobraron al menos 400 vidas y provocaron grandes desplazamientos la semana pasada.

Las familias duermen al raso, dispersas en varios lugares que sirven de precarios refugios en la capital, Bangui.  Las 600.000 personas que se calculan están desplazadas abarrotan los asentamientos improvisados en iglesias, mezquitas y en el aeropuerto internacional.  Estos reciben aún más gente durante la noche, según informes de primera mano del personal de la OIM, que solo ha podido prestar una asistencia muy limitada dada la inseguridad y la falta de recursos.

Estos informes señalan que en los campamentos improvisados se alojan las personas que necesitan asistencia médica y los menores no acompañados, que a veces han perdido a uno de sus padres en los enfrentamientos.

“Hay lugares en los que la situación de quienes huyen es muy mala.  Hasta ahora se ha proporcionado una ayuda escasa y las necesidades son enormes.  Lo prioritario es brindar protección a las personas vulnerables, que necesitan refugio, saneamiento, salud y alimentos de forma inmediata”, explica François Goemans, jefe del equipo de la OIM en la República Centroafricana.

Los grupos armados llevan días cometiendo violaciones de los derechos humanos con impunidad.  Los exrebeldes tomaron el control del país en marzo y las condiciones de seguridad escaparon a todo control recientemente.  El despliegue, esta semana, de 1.600 tropas francesas, en una operación respaldada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, trajo algo de calma, ya que empezaron a patrullar las calles de Bangui y a desarmar a los combatientes.

“El equipo que hemos enviado al lugar hace todo lo que puede para evaluar la situación y prestar asistencia.  No podemos quedarnos parados mientras los civiles requieren asistencia de forma tan urgente.  Necesitamos recursos adicionales para atender sus necesidades básicas en los lugares para evacuados y, por eso, hemos hecho un llamamiento de fondos de modo que podamos responder con celeridad”, explica Carmela Godeau, directora de la oficina regional de la OIM para el África Central y Occidental en Dakar (Senegal).

Las condiciones de seguridad empiezan a estabilizarse, al menos durante el día, con el despliegue de las tropas francesas en la región del noroeste y Bangui, lo que ofrecerá la oportunidad para distribuir la ayuda entre la población afectada.

La reciente oleada de violencia, en la que han participado milicias de autodefensa y combatientes de grupos armados disueltos, ha provocado que en torno a un 10 % de los 4,6 millones de habitantes del país hayan huido de sus hogares.  El Director General de la OIM ha destinado fondos de emergencia para reaccionar rápidamente y ha hecho un llamamiento de fondos a los donantes para prestar apoyo vital a la población desplazada de forma directa y para llevar a cabo el seguimiento y la supervisión de quienes han huido para así identificar a los más vulnerables y prestarles asistencia.

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Leonard Doyle
OIM Ginebra
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