Comunicado
Global

La OIM hace un llamamiento por 122 millones de dólares para brindar apoyo a personas desplazadas y retornados en Sudán del Sur

Joy y su bebé en Juba son dos de los cientos de miles de personas que la OIM apoyó en 2018; la OIM planea seguir brindando tal apoyo en el 2019. Foto: OIM/Olivia Headon.

Juba – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzó hoy (05/02) su Llamamiento para Sudán del Sur 2019. Por un total de 122 millones de dólares estadounidenses, esta llamamiento de la OIM tiene como objetivo establecer un sólido plan destinado a brindar apoyo a casi 1 millón de personas, en particular a aquellas que están o han sido desplazadas, y a más de 80 socios humanitarios y en el desarrollo durante 2019.

Desde el estallido del conflicto en 2013, Sudán del Sur se ha visto desafiado por una serie ininterrumpida de crisis humanitarias. Tan solo en estos últimos cinco años, más de 4 millones de personas han debido abandonar sus hogares en busca de seguridad. Casi 2 millones de ellas están desplazadas internamente.

Sin embargo, el Acuerdo Revitalizado para la Resolución de Conflictos en Sudán del Sur (R-ARCSS por su sigla en inglés), suscripto en septiembre pasado, deja entrever una luz de esperanza y un cuidado optimismo. Están surgiendo áreas de estabilidad y de retorno, lo cual indica que pronto podría haber un mayor retorno de las comunidades desplazadas.

“Necesitamos dar apoyo a las personas en Sudán del Sur, ya que el país persigue un futuro estable y pacífico”, dijo el Jefe de Misión de la OIM en Sudán del Sur, Jean-Philippe Chauzy. “La OIM ha estado implementando proyectos de transición y de recuperación en Sudán del Sur desde la fundación del Estado en 2011. La OIM es ampliamente reconocida como socio confiable y leal”.

Sin embargo, largos años de violencia siguen teniendo impacto sobre más de 7 millones de personas, que necesitan con urgencia asistencia y protección humanitaria. Si bien la intensidad del conflicto ha disminuido desde la firma del acuerdo de paz, el país aún debe enfrentar los devastadores costos financieros y humanitarios de la prolongada crisis: pobreza sostenida, hambruna intermitente, preocupaciones persistentes en relación al tema de la protección, falta de oportunidades para la creación de medios de subsistencia y para el acceso a muchos de los servicios básicos.

“Mientras se allana el camino hacia una paz sostenible, persisten muchos desafíos en relación a las familias,” agregó Chauzy. “Si bien algunas personas han decidido regresar a sus hogares, o han dicho que lo harán a la brevedad, muchas de ellas están aún viviendo en sitios de desplazamiento. No podrán retornar en el año 2019. De modo que a pesar de la firma del acuerdo revitalizado de paz, el desplazamiento provocado por el conflicto no se ha detenido, si bien tal desplazamiento se da ahora en una escala inferior a lo que ocurría anteriormente”.

La OIM aboga por un enfoque integrado entre múltiples sectores, en el que la gestión de la migración y los esfuerzos en pos de la recuperación y la estabilización complementan la intervención humanitaria en materia de apoyo de salud, salud mental y psicosocial (MHPSS por su sigla en inglés). Otros proyectos tales como los de agua, sanidad e higiene (WASH), gestión y coordinación de campamentos (CCCM), albergues y artículos no alimentarios (S-NFI), y logística para el desarrollo de resiliencia en la comunidad además de reducir la dependencia de la asistencia humanitaria también requieren de grandes esfuerzos para ser exitosos.

Este trabajo es apuntalado por la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento de la OIM (DTM por su sigla en inglés), la cual se ha establecido como la herramienta clave que brinda información actualizada sobre las cifras, lugares y necesidades prioritarias de las personas desplazadas internamente y de los retornados. Esto, combinado con un análisis de la dinámica migratoria en el país y con la gestión de datos biométricos, ayuda a brindar apoyo a decisiones basadas en evidencias y a la provisión transparente de asistencia. El llamamiento de la OIM incluye respuestas que van mucho más allá de las intervenciones vitales de la OIM incluidas en el Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán del Sur de 2019.

"En 2019, las operaciones de la OIM en Sudán del Sur seguirán apoyando a personas vulnerables mediante la provisión de asistencia vital. Lo haremos por medio de un enfoque integrado encarado por la propia comunidad, con fuertes vínculos entre nuestro trabajo humanitario y de recuperación, brindando su apoyo a las personas de Sudán del Sur para que las mismas se vuelvan más resilientes. Espero que la OIM y las comunidades a las que prestamos servicios en todo Sudán del Sur puedan contar con el apoyo tan necesario por parte de los donantes, a través de lo que esperamos sea un año decisivo para el país”, concluyó Chauzy.

La OIM comenzó sus operaciones en el sur de Sudán a principios de 2005 y estableció la misión de la OIM en Sudán del Sur luego de la independencia del país en julio de 2011. Desde que estalló el conflicto en diciembre de 2013, la OIM ha brindado apoyo a miles de comunidades de acogida, retornados y personas desplazadas internamente, incluyendo a aquellos que procuran protección en los Sitios de Protección de Civiles (PoCs) de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS).

La OIM ha establecido oficinas en Juba, Wau, Bentiu, Malakal, Bor, Rumbek y en la Zona Administrativa de Abyei, como así también respuestas satelitales en áreas como Magwi, Mayom, Kapoeta, Twic y Yei. Con más de 2.350 empleados que trabajan en siete lugares estáticos y en otros tantos satelitales, la OIM se ha convertido en una de las mayores presencias operativas de las Naciones Unidas en Sudán del Sur.

Puede descargar el llamamiento aquí.

Para mayor información por favor contactar a Olivia Headon en Juba, Tel: +211912379843, Email: oheadon@iom.int