Sudáfrica - El 15 de octubre de 2012, la OIM hará entrega en Musina, en la frontera entre Sudáfrica y Zimbabwe, de refugios, nuevos y reformados, a un máximo de 200 menores no acompañados y 80 mujeres migrantes vulnerables

Estos han sido construidos en el marco del proyecto Apoyo al Gobierno sudafricano para fortalecer la diversidad y paz en las comunidades, financiado por la Comisión Europea y llevado a cabo en colaboración con el PNUD y el Departamento de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales de Sudáfrica.

Desde 2008, Musina es testigo de un flujo de migrantes irregulares, incluidos menores no acompañados, mujeres víctimas de abusos y otras personas vulnerables.  Muchas de las mujeres y las niñas han sobrevivido a casos de violencia sexual y por razón de género, mientras que un gran número de los menores ha perdido el contacto con sus familiares a lo largo del largo viaje emprendido con destino a Sudáfrica.

En julio de 2012, las organizaciones religiosas, que solían ofrecer alojamiento y alimentos a los migrantes vulnerables, empezaron a encontrarse cada vez más al límite de su capacidad, debido a una cifra de llegadas en aumento.

La respuesta de la OIM, en colaboración con la municipalidad local y la alcaldesa de Musina, Carol Phiri, consistió en la construcción y acondicionamiento de los dos refugios, que brindarán a los migrantes mejores condiciones de vida y les devolverán la dignidad y los derechos humanos básicos.

“Este proyecto es un buen ejemplo de cómo la OIM hace frente a los desafíos planteados por la migración irregular y cómo fortalece la paz y la diversidad en las comunidades sudafricanas a través de una estrecha colaboración tanto con las comunidades como con el gobierno”, asevera el Dr. Erick Ventura, jefe interino de la misión de la OIM en Sudáfrica.

Los centros cuentan con nuevas instalaciones de alojamiento, comedores y salones equipados, cocinas, agua corriente y saneamiento, lavanderías y menaje, incluidas camas con mosquiteras.

“Nos alegramos de que, por fin, las mujeres y menores vulnerables, puedan disfrutar de condiciones de vida humanas, así como de la protección que merecen.  En calidad de municipalidad local, mantenemos nuestro compromiso de colaborar con la OIM y otros socios para encontrar soluciones a los desafíos que plantea la migración en esta zona”, afirma la alcaldesa Carol Phiri.

Asimismo, muchos de los migrantes irregulares que han cruzado la frontera con Sudáfrica han denunciado casos de abusos sexuales, agresiones físicas, ahogo e, incluso, asesinatos.  Debido al carácter transitorio de estas poblaciones y a la capacidad limitada de las instalaciones gubernamentales, el acceso a los servicios médicos, y, en particular, a la profilaxis posterior a la exposición, el asesoramiento en caso de trauma y a la atención médica, sigue siendo un enorme desafío.
 
Con objeto de mejorar y fortalecer la capacidad del Centro de Atención de Thuthuzela (Musina), la OIM ha facilitado equipo médico y de oficina nuevo y ha impartido formación en medicina forense a 11 enfermeras.

Asimismo, la Organización ha llevado a cabo seminarios sobre creación de capacidades para 17 trabajadores del centro, que han versado sobre gestión de los refugios, de los programas y de los casos, con miras a hacer frente a las limitaciones de capacidad tanto de las organizaciones comunitarias y religiosas como de los refugios encargados de ofrecer protección a los migrantes en Musina.

Los migrantes desamparados y menores no acompañados continúan beneficiándose de la protección y la asistencia para la localización de familiares que les brinda la oficina de la OIM en Musina, que además participa activamente en el fortalecimiento de la respuesta local ante las necesidades en materia de salud y social de los migrantes.  Para ello, organiza seminarios de creación de capacidades destinados a profesionales sanitarios en el ámbito del VIH/Tuberculosis en Musina y Beitbridge.

Para más información, póngase en contacto con 

Gaone Dixon
OIM Pretoria
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