Malí - A petición del Gobierno de Malí, la OIM llevó a cabo la semana pasada una operación de asistencia para el retorno voluntario de 163 malienses que habían pasado varios meses desamparados en Libia.

La mayoría de migrantes desamparados de este grupo partió en un primer momento hacia Argelia.  Con el dinero que ganaron trabajando en este país norteafricano compraron un bote a medias para partir a finales de julio a la isla de Lampedusa, primer punto de tránsito para los migrantes que quieren llegar a Europa, en particular para los que provienen de África.

De camino a Lampedusa, estuvieron perdidos en el mar hasta que un barco gibraltareño los rescató en aguas nacionales de Libia y los transportó a Trípoli.  Mientras aguardaban para regresar a sus hogares, se les trasladó al centro de Alhamra, a 80 kilómetros de Trípoli.

“El sufrimiento de estos migrantes desamparados ha pesado sobre nosotros durante algún tiempo, por eso la OIM en Trípoli se alegra de que estén a salvo en su país”, afirma Othman Belbeisi, jefe de la misión de la OIM en Libia. 

Para garantizar que los migrantes, que habían perdido casi todas sus pertenencias durante sus periplos, recibieran el máximo apoyo posible a su retorno, la OIM les compró y proporcionó ropa y calzado.  A continuación, una escolta operativa y un doctor de la OIM acompañaron de Trípoli a Bamako a los migrantes, entre los que había un enfermo.  El componente mayor del grupo tenía 49 años y también había cuatro menores.

“No me puedo creer que después de todos estos meses de sufrimiento, vuelvo a casa con mi familia”, manifestaba con emoción uno de los migrantes antes de subir al avión.

Se han necesitado varias semanas de preparación para asegurar que los retornados estaban aptos para viajar, disponían de todos los documentos necesarios y partían  de forma digna y segura.

Al llegar fueron recibidos por el Gobierno maliense.  La Dirección General de Protección Civil (DGPC) y la OIM en Malí trasladaron a los migrantes a un centro de acogida en Bamako, donde se les proporcionó comida, atención médica y alojamiento.

Tras ser registrados por la OIM y la DGPC, los migrantes recibieron la asistencia de los psicólogos y especialistas en materia de protección de la OIM.  Asimismo, se pusieron a disposición teléfonos para que pudieran contactar a sus familias.

De los cuatro menores identificados en el grupo, dos se reunieron con sus familias nada más llegar al país. La Dirección Nacional de Protección del Niño y de la Familia de Malí asumirá la custodia temporal de los otros dos hasta que se reúnan con sus familias.

Actualmente, el Gobierno de Malí organiza el transporte hasta los destinos finales de los migrantes.

“Para asegurar que los retornados no sean vulnerables a la explotación o a otros viajes peligrosos, la OIM les ofrece opciones económicas y estabilidad para que puedan continuar sus vidas. Sin embargo, necesitamos más ayuda financiera para prestar a los migrantes y a sus familias asistencia para la reintegración”, explica Belbeisi.

Los migrantes tienen ese mismo deseo: “La asistencia para la reintegración nos permitiría volver a establecernos. Si en Malí hubiera más ayuda, no se marcharía tanta gente en busca de trabajo”, afirmaba uno de los retornados.

La OIM trabaja en estrecha colaboración con el Gobierno libio para prestar asistencia a los migrantes necesitados. Esta importante operación de retorno ha sido posible gracias al apoyo financiero de los programas de la OIM en Libia, financiados por el Gobierno italiano y la Unión Europea.

Para más información, póngase en contacto con

Othman Belbeisi
OIM Trípoli
Tel.: +218 91 220 3957
Correo electrónico: obelbeisi@iom.int

o

Stefano Pes
OIM Malí
Tel.: +223 90 50 00 02
Correo electrónico: spes@iom.int