Camboya  - La OM ha participado en una mesa redonda de alto nivel, liderada por Estados Unidos, sobre la protección de las víctimas de la trata y el enjuiciamiento de los responsables, que ha coincidido con la visita a Camboya, la semana pasada, del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con motivo de la Cumbre de la ASEAN.
 
La mesa redonda, presidida por William F. Todd, Embajador de los Estados Unidos en Camboya, contó con la participación de Valerie B. Jarrett, asesora principal del Presidente Obama y jefa del Consejo de la Casa Blanca sobre las Mujeres y las Niñas; Samantha Power, Asistente Especial del Presidente y Directora Principal de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos del Consejo de Seguridad Nacional; Bruno Maltoni, jefe interino de la misión de la OIM en Camboya; así como, ONG locales e internacionales.
 
Los participantes presentaron los pros y los contras relacionados con la puesta en marcha de actividades para la lucha contra la trata en Camboya.  Igualmente, se abordaron las limitaciones del marco jurídico, la falta de una aplicación adecuada de la legislación existente y los posibles avances que pueden hacerse.
 
“Este acontecimiento ha brindado a la OIM la oportunidad de sentar las bases para una mejor protección de las víctimas de la trata. Hemos hecho hincapié en la necesidad de aumentar la responsabilización relativa a la puesta en marcha de actividades de combate de la trata, en especial en relación con la corrupción y las malas prácticas, y de mejorar la cooperación interministerial”, afirma Maltoni.
 
Según Matoni, la trata en Camboya ha cambiado considerablemente en los últimos años, y ha pasado de las predominantes prácticas internas de explotación sexual de mujeres y menores a un mayor número de casos de explotación laboral de trabajadores migrantes, hombres y mujeres, a escala regional y mundial.
 
“El grupo más vulnerable es el de los migrantes empleados en la pesca, tanto en la región como fuera de ella.  La OIM en Camboya ha repatriado a pescadores camboyanos desde Senegal, Mauricio, Sudáfrica, Indonesia, Malasia y la India”, señala Matoni.
 
“Asimismo, también se ha registrado un alza en la cifra de migrantes regulares empleadas como trabajadoras domésticas en Malasia y de las mujeres y menores víctimas de la explotación sexual y laboral en Camboya”, concluye.
 
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Bruno Maltoni
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