Comunicado
Global

La OIM destaca las necesidades de los menores afganos deportados

Afganistán- Los menores no acompañados constituyen el mayor grupo de afganos vulnerables que regresan de Irán; no obstante, a menudo se pasan por alto las necesidades de los menores que emprenden este peligroso viaje transfronterizo.

La OIM ha prestado asistencia a más de 1.800 menores afganos no acompañados, casi todos varones, que han regresado desde Irán en lo que va del año. En su mayoría sus edades oscilan entre los 12 y 17 años, aunque la OIM ha prestado asistencia a niños de tan solo 10 años de edad.

Ante las escasas oportunidades económicas en Afganistán, sumado a que con frecuencia ellos son el principal sostén de sus familias, estos menores caen víctimas del tráfico ilícito de personas a través de fronteras para realizar trabajos de baja categoría y enviar remesas a su lugar de origen. Aunque muchos se quedan en Irán, con frecuencia cada vez mayor los menores afganos están tratando de llegar a Turquía y Europa.

“Una vez en manos de los traficantes, los menores se enfrentan a graves riesgos de explotación y abuso”, advirtió el Jefe de Misión de la OIM de Afganistán, Richard Danziger. “Sin embargo, dada la falta de oportunidades en Afganistán, muchos consideran que no tienen más remedio que realizar este viaje peligroso”.

Un afgano de 15 años de edad, deportado de Irán a principios de este año, relató a la OIM que él es el único sostén de su familia de cinco personas en Herat.

“Mi padre es demasiado viejo para trabajar, así que me envió a Irán”, comentó el muchacho a la OIM. “El traficante colocó a 30 de nosotros en un vehículo para cruzar la frontera. En Irán encontré trabajo en una obra de construcción. Tenía que cargar bolsas de cemento de 50 kg; fue muy duro. Pero logré enviar dinero a mi familia y pude enviar a mis hermanos a la escuela. Un día la policía allanó el lugar y nos llevó a un centro de detención. Tuvimos que pagar una multa antes de que nos deportaran a Afganistán”.

En Irán algunos menores de edad son detenidos incluso de que tengan la oportunidad de llegar a su destino y comenzar a trabajar, lo que les deja sumamente endeudados con los traficantes y además, se quedan varados en la frontera tras su deportación.

“Mi padre trabajaba para una organización no gubernamental en Kunduz y lo mataron a tiros delante de mí”, contó un niño de 14 años deportado de Irán a los funcionarios de la OIM en Islam Qala, Afganistán, en la frontera con Irán. “Para apoyar al resto de mi familia no tuve más remedio que marcharme a Irán. Pero antes de llegar a mi destino, me detuvieron y me deportaron”.

La OIM proporcionó al niño alimentos, ropa y alojamiento temporal en el centro de tránsito de la Organización. Luego de localizar a la familia en Kunduz, la OIM logró la reunificación segura del niño con ellos.

Entre enero y noviembre de 2015, un total de 1.830 menores no acompañados fueron asistidos por la OIM en los pasos fronterizos de Islam Qala y Milak entre Afganistán e Irán.

Funcionarios de la OIM en la frontera identifican a los menores que retornan y les ayudan con alojamiento temporal, servicios médicos, localización de la familia, reunificación familiar o derivación a refugios si es necesario.

“Aún queda mucho por hacer para instruir a los menores sobre los riesgos del tráfico ilícito de personas y, lo que es más importante, para generar mejores oportunidades para ellos en Afganistán”, precisó Danziger.

Desde 2009 la OIM presta asistencia posterior a la llegada a afganos indocumentados vulnerables que retornan de Irán y Pakistán, con el apoyo financiero del Gobierno de Japón y el Fondo Humanitario Común (CHF por sus siglas en inglés).

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Matthew Graydon en Kabul, Tel: 93 794 100 546, Email: mgraydon@iom.int