Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) deplora las muertes de al menos 20 migrantes en el desierto de Libia y renueva su llamamiento en pos de una acción más intensa para la protección de los migrantes a lo largo de la frontera entre Chad y Libia.

El 28 de junio, los cuerpos de 18 personas que según se cree eran de Chad y de otras 2 de Libia fueron recuperados cerca de la frontera con Chad. De acuerdo con los Servicios de Ambulancias y Emergencias de Libia, se piensa que la causa de los decesos fue la deshidratación.

 “Las muertes de veinte personas ocurridas ayer en el desierto de Libia constituye un nuevo llamado de atención a toda la comunidad internacional para que reaccione y un recordatorio de que estamos muy lejos de lograr el objetivo de  ‘no dejar a nadie atrás’, que es el mantra de la Agenda 2030”, señaló el Jefe de Misión de la OIM Libia Federico Soda.

“Las pérdidas de vidas que estamos viendo en el Mar Mediterráneo y en los desiertos al sur de Libia son evitables e inaceptables”.

El Desierto del Sahara se encuentra entre las rutas migratorias más peligrosas y más fatales del mundo. De acuerdo con el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, se han documentado más de 2.000 muertes de migrantes desde 2014 tan sólo en el Desierto del Sahara, si bien los expertos creen que la cifra podría ser superior.

Desde la intensificación de la minería del oro en la zona norte de Chad en 2012, la frontera entre Chad y Libia ha sido testigo de un aumento de incidentes relacionados con los migrantes que son abandonados por tratantes y traficantes, o de transportistas que terminan perdidos.

“Estas tragedias deben considerarse un llamamiento a emprender acciones para proveer estándares mínimos de protección a los migrantes, permitir las operaciones de búsqueda y rescate, reforzar la gestión humanitaria de fronteras, y brindar toda la asistencia inmediata que pudiera requerirse en esta zona extremadamente remota”, destacó Anne Kathrin Schaefer, Jefa de Misión de la OIM Chad.

El mes pasado los enfrentamientos entre los mineros del oro en la ciudad de Kouri Bougoudi, cercana a la frontera con Libia, dejaron a cientos de ellos muertos y produjeron el desplazamiento de aproximadamente 10.000 trabajadores mineros en la zona norte de Chad.

“En ausencia de vías migratorias seguras, los migrantes toman caminos peligrosos, caen en las manos de los tratantes o bien se pierden en el desierto – y eso con frecuencia tiene consecuencias devastadoras”, señaló Schaefer.

Se registraron más de 45.000 migrantes en los Puntos de Monitoreo de Flujos de Faya, Zouarké y Ounianga Kébir al norte de Chad entre enero y marzo de 2022. Entre los migrantes encuestados por la OIM durante ese período, un 32% se dirigían hacia Libia a pesar de la falta de precondiciones básicas para garantizar su protección y seguridad.

La OIM vuelve a reiterar su llamamiento para la protección de los migrantes y de sus derechos a través de trabajos focalizados en las tareas de búsqueda y rescate y por medio de la investigación y el procesamiento de los traficantes y tratantes que sacan ventaja de la desesperación y de la vulnerabilidad de las personas.

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