Comunicado
Global

La OIM apela al entusiasmo de los donantes para encarar los flujos migratorios múltiples en el Chad

Chad – La OIM está formulando un llamamiento para que se asignen más fondos, con el fin de poder prestar, con carácter urgente, la asistencia vital humanitaria y para la reintegración inmediata a miles de migrantes que retornan y que actualmente entran en el Chad desde cuatro zonas fronterizas. 

En las tres últimas semanas, 17.000 migrantes chadianos han entrado en el Chad a través de su frontera oriental con el Sudán, en Tissi, huyendo de los enfrentamientos en la región de Dafur, en el Sudán. Los migrantes vienen acompañados de 9.000 refugiados sudaneses que también huyen del conflicto armado.

Esto se suma a los 3.000 migrantes chadianos que trabajaban en las minas de oro de Darfur, que han entrado en el Chad a través de otro puesto de frontera oriental, en Adre. Este grupo también ha huido de los enfrentamientos que persisten entre dos tribus árabes por el control de las zonas de producción minera.

En la frontera septentrional entre el Chad y Libia, siguen llegando a Borkou, Ennedi y Tibesti (BET) los migrantes chadianos provenientes de centros de detención en Libia. Desde febrero de 2013, unas 1.600 personas han llegado al Centro para Migrantes de la OIM en Faya.

Tras los eventos acaecidos recientemente en la República Centroafricana, donde los rebeldes de Seleka han derrocado al gobierno central, 6.000 refugiados provenientes de este país han cruzado la frontera del Chad en el Sur y se han asentado en Maro, en la región de Moyen-Chari.

Los puntos de acceso de las fronteras orientales que utilizan los migrantes y refugiados como vías de escape están ubicados en algunas de las regiones más desfavorecidas, cuya infraestructura es escasa o inexistente. Con frecuencia, los migrantes que retornan deben caminar durante días, bajo unas asfixiantes temperaturas que alcanzan los 50 grados Celsius, y no disponen de agua ni de provisiones suficientes. Llegan exhaustos, deshidratados y sumamente débiles. Los más vulnerables, inclusive las personas enfermas, las mujeres y los niños, se encuentran en unas condiciones en las que su vida peligra.

Las fronteras septentrionales están situadas en medio del desierto del Sahara. Algunos migrantes fallecen en el camino o tras su llegada, después de viajar durante semanas prácticamente sin agua ni alimentos. Las minas terrestres abandonadas tras decenios de guerras civiles están dispersas por toda la región, lo que da lugar a que todo movimiento humano sea sumamente peligroso. En el Sur, las impenetrables junglas plantean otro tipo de peligro a los hombres, mujeres y menores vulnerables.

El Jefe de Misión de la OIM en el Chad, Qasim Sufi, señaló: “La llegada repentina de trabajadores migrantes que retornan conduce al mayor empobrecimiento de comunidades enteras. Estos migrantes eran los principales sostenes económicos para sus comunidades. Con frecuencia, ello provoca tensiones sociales entre los recién llegados y las comunidades de acogida.”   

La OIM ha formulado un llamamiento a los donantes para que asignen 3,5 millones de dólares EE.UU. con el fin de prestar asistencia humanitaria de emergencia, inclusive alimentos, agua, atención médica y psicosocial, albergue temporal y transporte hasta el destino final. Los fondos también permitirán la prestación de asistencia inmediata para la reintegración de los migrantes que retornan. 

Para más información, se ruega ponerse en contacto con

Qasim Sufi
Oficina de la OIM en el Chad
Teléfono: +235 62900674
Correo electrónico: qsufi@iom.int