Malí – Tras las fuertes lluvias caídas en Bamako, capital de Malí, se confirman 34 muertes y alrededor de 1.539 familias afectadas (unas 13.851 personas) en dos de los seis municipios de la ciudad.

La Dirección General de Protección Civil del Gobierno maliense ha pedido ayuda a la OIM para prestar asistencia inmediata a la población afectada.

La OIM en Malí, en el marco de su mandato relativo a la prestación de ayuda de emergencia a las poblaciones desplazadas a causa de desastres naturales, ha empezado inmediatamente las operaciones en apoyo de las familias afectadas en coordinación con la Dirección General de Protección Civil, la Dirección Nacional del Desarrollo Social y las autoridades locales. 

La Organización ha enviado cinco equipos de evaluación rápida que se ocuparán del registro de las familias desplazadas a causa de la situación de emergencia, así como de determinar sus necesidades inmediatas y la cifra de viviendas dañadas o destruidas.

Al menos un 60 % de las viviendas evaluadas por la OIM están completamente destruidas, un 15 % presenta daños parciales pero son habitables y un 25 % son inhabitables. La cifra de casas totalmente destruidas puede aumentar en caso de que las mismas zonas registren nuevas lluvias torrenciales en los próximos días.

Según los hallazgos preliminares de las evaluaciones, un 55 % de las familias afectadas permanecen en sus terrenos para cuidar lo que queda de sus pertenencias, un 10 % está con familias de acogida y un 35 % ha sido reubicado en centros de acogida provisionales.

Es posible que el porcentaje de desplazados internos que se encuentran con familias de acogida sea mayor, dada la gran dificultad que entraña llevar a cabo el seguimiento de estas personas tras la situación de emergencia. El porcentaje de menores entre los desplazados es de aproximadamente 47 %.

Los equipos han informado de que 88 % de las letrinas en las zonas afectadas estaban inundadas, dañadas o destruidas. En cuanto a la salud, el agua estancada sigue siendo un problema, ya que puede acarrear enfermedades transmitidas por el agua y permite que los mosquitos que transmiten la malaria se reproduzcan. Además, se han detectado casos de infecciones respiratorias agudas entre comunidades afectadas, en especial entre menores.

El Gobierno, la OIM y otros asociados humanitarios han empezado a distribuir artículos básicos de ayuda no alimentaria. No obstante, los primeros resultados de la evaluación rápida muestran que también existe una necesidad permanente de refugio de emergencia, mejor acceso al agua, saneamiento e higiene, protección y asistencia médica.

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Stefano Pes
OIM Bamako
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