Comunicado
Global

La falta de fondos para salud pone en riesgo las vidas de miles de migrantes en Yemen

Adén – La pandemia de COVID-19 ha limitado mucho los viajes de migrantes hacia y a través de Yemen, en donde las llegadas de migrantes han disminuido en más de un 80 por ciento desde que la pandemia comenzó. Las restricciones a la movilidad también han hecho que al menos 14.500 migrantes se quedaran varados en todo el país, desamparados y en condiciones amenazantes para sus vidas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) está cada vez más preocupada por el serio impacto que la escasez de fondos podría llegar a tener sobre la capacidad de los migrantes para sobrevivir a la inminente hambruna y a la actual pandemia.

Los programas sanitarios de la OIM en Yemen tienen un déficit de fondos de 30 millones de dólares y con una presión financiera tan severa, la Organización se ha visto forzada a cambiar el foco de sus programas y a reducir la asistencia en algunos lugares.  Esta reducción se sentirá muy especialmente en algunas ciudades como Adén y Marib, las cuales albergan a miles de migrantes con la necesidad acuciante de recibir apoyo.

El acceso a los cuidados de la salud para los migrantes que se encuentran en todo el país es excepcionalmente limitado, y con frecuencia los migrantes reciben apoyo solamente si recurren a la asistencia humanitaria brindada por agencias tales como la OIM. En Marib, el 84 por ciento de los migrantes en la actualidad no cuentan con acceso a cuidados sanitarios.

“La falta de fondos ha afectado la asistencia de la OIM tanto para migrantes como para personas desplazadas. Los migrantes son uno de los grupos más vulnerables en Yemen y nosotros somos una de las pocas organizaciones que les están brindando apoyo”, señaló Christa Rottensteiner, Jefa de Misión de la OIM en Yemen.

“El apoyo limitado a los migrantes es extremadamente preocupante. Para algunos, el impacto de las brechas en la respuesta ofrecida podría ser fatal”.

Estas dificultades que los migrantes deben enfrentar para acceder a los cuidados de la salud están contextualizadas en un país en donde solamente el 50 por ciento de las instalaciones sanitarias son completamente funcionales y los migrantes no tienen derecho a cuidados gratuitos de la salud pública.

Además de cuidados sanitarios, los migrantes necesitan imperiosamente recibir alimentos, albergue y agua apta para el consumo. En Marib, el 60 por ciento de los migrantes no tienen acceso a alimentos. La situación se ha deteriorado tanto que los migrantes están poniendo de nuevo sus vidas en manos de los traficantes que los han abusado, torturado y explotado a cambio de llevarlos de vuelta a sus hogares en el Cuerno de África, a países como Etiopía y Somalia.

Más de 5.600 migrantes han viajado por vía marítima desde Yemen a Djibouti desde mayo, en un desesperado intento por llegar a sus casas. Algunos de ellos se han ahogado trágicamente en sus viajes.

“Por casi seis años Yemen ha sido un lugar extremadamente inseguro para los migrantes. Ahora la COVID-19 ha empeorado su situación, ya que los migrantes son considerados chivos expiatorios y de ellos se dice que traen el virus, además de que la mayor parte de ellos no cuenta con acceso a asistencia básica”, agregó Rottensteiner.

“Esperamos que la comunidad internacional redoble sus esfuerzos y nos ayude a proveer asistencia a los migrantes y a protegerlos. También necesitamos asegurarnos que todos los planes de respuesta a esta crisis incluyan a los migrantes”.

En Adén la OIM está trabajando con el Gobierno de Etiopía para facilitar el retorno voluntario en condiciones de seguridad de los migrantes etíopes varados. La Organización ha registrado a más de 3.800 que expresaron su deseo de retornar a sus hogares.

Recientemente, con el apoyo de la OIM, una delegación del Gobierno de Etiopía viajó a Adén para llevar a cabo verificaciones de nacionalidades, un paso sumamente importante para retomar los Retornos Humanitarios Voluntarios.

Mientras esperan para poder retornar, la OIM distribuye vales de alimentos a migrantes y organiza actividades de dinero efectivo a cambio de trabajo, conjuntamente con las comunidades locales, además de la actual asistencia de emergencia consistente por ejemplo en servicios sanitarios, distribución de kits de higiene y derivaciones de protección.

 

Trasfondo de la ruta migratoria 

En 2019, más de 138.000 migrantes llegaron a Yemen procedentes del Cuerno de África, de acuerdo con la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento de la OIM (DTM).

Los migrantes, sobre todo los de Etiopía, viajan a través de Djibouti o Somalia para llegar hasta Yemen, esperando eventualmente poder llegar al Reino de Arabia Saudita a la búsqueda de oportunidades laborales, con las cuales no cuentan en sus lugares de origen.

El mayor número de llegadas en 2019 se registró en abril (18.320) y en mayo (18.904) – un momento del año en el que hay buenas condiciones marítimas en el Golfo de Adén y un nivel más alto percibido de actos de caridad debido a la celebración del Ramadán.

En 2020, las restricciones a la movilidad originadas en la pandemia de COVID-19 han disminuido la cantidad de migrantes que viajan a Yemen. La mayor cantidad de llegadas en 2020 se dio en enero (11.101) y febrero (9.624). En abril, hubo solamente 1.725 llegadas de migrantes a Yemen en tanto que en mayo se registraron 1.195. Esta disminución relacionada con la pandemia de COVID-19 siguió durante todo el año hasta el mes de noviembre, en el que hubo 1.340 llegadas (una disminución del 80 por ciento en comparación con noviembre de 2019), y la misma lleva la cifra total de llegadas en 2020 a 35.500 (una disminución del 74 por ciento en comparación a 2019).

Para más información por favor contactar a Olivia Headon en la OIM Yemen, Tel: +353833022648, WhatsApp: +967730552233, Correo electrónico: oheadon@iom.int