Comunicado
Global

La encrucijada de frenar el brote de ébola en la República Democrática del Congo

Kinshasa – El décimo brote de ébola en la República Democrática del Congo se ha llevado las vidas de más de 500 personas y ha provocado más de 760 casos confirmados desde que el brote se declaró hace ya más de seis meses. El brote actual es el segundo más grande de la historia y se está dando al este del país, zona en la que la inseguridad de larga data, los conflictos armados y la inestabilidad implican un desafío a la respuesta humanitaria y de salud pública.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) convoca a la comunidad internacional para que brinden apoyo a su llamamiento por la suma de 12 millones de dólares estadounidenses, suma que será destinada a asistir a los gobiernos y socios humanitarios en lo atinente a contener la enfermedad antes de que la misma se lleve más vidas y llegue a esparcirse a través de las fronteras.

Desde que el fatal brote comenzó, la Organización ha dado su apoyo al Gobierno para realizar controles a más de 32 millones de viajeros y para poder operar 80 puntos de control en zonas que tienen alta movilidad poblacional, tales como los mercados, los estacionamientos y a lo largo de las principales rutas de transporte claves.

En sociedad con el Ministerio de Salud del Congo, en particular con el Programa Nacional de Higiene en Fronteras (PNHF por su sigla en inglés), y con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la OIM implementa actividades de prevención y de control, utilizando las tendencias en la movilidad para minimizar la transmisión de la enfermedad a nuevas zonas y entre las fronteras. La OIM también capacita a trabajadores que se encuentran en los puntos de acceso para detectar la enfermedad entre los viajeros, entrega equipamiento esencial y provisiones en los puntos de control y fortalece la capacidad del PNHF para supervisar las actividades de control.

En la actualidad, el brote se encuentra a tan solo una hora en auto de Goma, la capital de Kivu del Norte, en la que viven más de un millón de personas, y de otros países vecinos tales como Ruanda, Uganda y Sudán del Sur. En zonas con una movilidad tan alta, los sitios de control pueden ser el último bastión.

Ubicados en Kivu del Norte y en Ituri, como así también en otras provincias aun no afectadas por la enfermedad, los puntos de control son importantes para prevenir la diseminación de la enfermedad y para fortalecer la capacidad de otras provincias para detectar y responder a los casos. La Organización ha desplegado unos 800 trabajadores para brindar apoyo a tales esfuerzos y minimizar de forma significativa la transmisión de la enfermedad tanto dentro como fuera del país.

“La lucha contra el ébola es una carrera contra reloj. Es una batalla que no podemos perder”, dijo Fabien Sambussy, a cargo de la Misión de la OIM en la República Democrática del Congo.

En los puntos de control, los viajeros pasan por un proceso que incluye la observación detallada para detectar posibles síntomas de la enfermedad, chequeos de la temperatura corporal de las personas, lavado de manos y repaso de los factores de riesgos del Ébola, tales como los viajes a una zona afectada por la enfermedad o concurrir al funeral de alguien que ha sido víctima de la misma.

A medida que los viajeros son controlados, reciben mensajes claves acerca de los riesgos del Ébola, el modo de prevenirlo, y qué hacer si deben viajar tras haberse infectado. Adicionalmente, en siete puntos de control que son prioritarios, la OIM brinda asistencia en lo relacionado con ubicar a personas que hubieran estado en contacto con casos de personas implicadas en algún incidente y que podían haberse contagiado.

 “Estamos muy contentos con el trabajo que ellos (la OIM) están haciendo por nosotros para combatir la enfermedad. Han colocado instalaciones para el lavado de manos. Nos han sensibilizado acerca de cómo protegernos y no contraer la enfermedad. Nos dicen que no comamos carne de animales muertos en el bosque. Nos dicen que no toquemos a nadie que esté enfermo sin el equipo de protección que usan los doctores”, dijo Kabyaura Koleki, comerciante de pescado de Tchomia, Ituri.

Debido a que los fondos disponibles se terminaron en enero de 2019, las importantes actividades de la OIM se encuentran ahora en riesgo. El tercer Plan de Respuesta Estratégica frente al Ébola (SRP 3 por su sigla en inglés), que fuera lanzado oficialmente por el Dr. Oly Ilunga Kalenga, Ministro de Salud Pública, el 13 de febrero de 2019, presenta un plan fortalecido para contener la enfermedad en los próximos seis meses. La OIM sigue firme en su compromiso de apoyar al gobierno en sus esfuerzos tendientes a salvar vidas y poner fin a la epidemia.

Para mayor información por favor contactar a Charlotte Lepri en la OIM, E-mail: clepri@iom.int