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Quiénes somos
Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en 171 países.
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Nuestro trabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave apoyando el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible.
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La creciente inseguridad en Trípoli pone en peligro a los civiles y migrantes desplazados mientras los enfrentamientos armados ingresan en su segundo mes.
Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) manifiesta su preocupación por la situación humanitaria cada vez peor en Trípoli y en las zonas aledañas.
De acuerdo con la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento de Libia (DTM por su sigla en inglés), hay en este momento más de 66.000 personas desplazadas, aproximadamente 13.310 familias, desde las zonas afectadas en Trípoli desde que se inició el conflicto armado el 4 de abril. Las cifras de desplazamiento que aumentan vertiginosamente son preocupantes y los enfrentamientos también se intensifican al no mediar un cese de las hostilidades de carácter humanitario. El Seguimiento de Emergencia de la DTM activado el 5 de abril sirve para identificar instancias de desplazamiento, consolidando y diseminando información vital que la OIM usa para planificar la respuesta aún mayor de la comunidad humanitaria.
La situación es especialmente alarmante para los más de 3.300 migrantes, entre ellos muchos niños y mujeres embarazadas.
“Mientras nuestros equipos en campo continúan brindando asistencia humanitaria de emergencia a las poblaciones afectadas por el conflicto, reconocemos que es menester hacer aún mucho más desde todos los ángulos para garantizar la seguridad de los civiles”, sostuvo Othman Belbeisi, Jefe de Misión de la OIM Libia. “Nos preocupa la situación humanitaria en Trípoli que se está deteriorando dramáticamente y reiteramos que hay una necesidad imperiosa de poner fin a la detención de los migrantes en Libia y detener el desplazamiento”.
El 10 de mayo, un bote de migrantes que había partido desde Zwara, Libia, naufragó cerca de la costa de Túnez y en ese naufragio se perdieron 59 vidas. Esto deja un saldo de muertos en la Ruta Mediterránea Central de 316 hasta ahora en este año, y de 502 para todas las Rutas Marítimas del mencionado mar. Desde el inicio de los enfrentamientos, 871 migrantes fueron retornados a Libia y colocados en detención, llevando la cifra total de migrantes repatriados a Libia este año a 1.930.
A la OIM le preocupa mucho el retorno de los migrantes a un puerto no seguro y su ingreso a centros de detención que con frecuencia están atestados y en donde las condiciones no son aceptables. Mientras se procede a proveer asistencia de salud, artículos alimentarios y no alimentarios, y apoyo para el Retorno Humanitario Voluntario a los migrantes que desean retornar a sus hogares, reiteramos que la OIM no puede garantizar la protección de los migrantes detenidos y se sigue reclamando que se ponga fin a la situación de detención lo antes posible.
A pesar de los desafíos en materia de seguridad, las intervenciones de emergencia de la OIM no se han interrumpido en 11 centros de detención dentro de y en las cercanías de Trípoli, en lugares destinados a familias desplazadas internamente, y en toda Libia. Desde el 4 de abril, 1.402 migrantes han retornado a 19 países de origen con el apoyo del Programa de Retorno Humanitario Voluntario de la OIM.
El Mecanismo de Respuesta Rápida lanzado conjuntamente por la OIM, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA por su sigla en inglés), el Programa Mundial de Alimentos (WFP por su sigla en inglés) y UNICEF, ha llegado hasta ahora hasta 18.120 personas a través de artículos de asistencia esencial que se necesitan imperiosamente. Además, 2.511 migrantes y personas desplazadas internamente han recibido asistencia de salud, en la cual deben incluirse 58 derivaciones a hospitales.
La OIM Túnez informó que la tragedia del viernes comenzó a unos 60 kilómetros de aguas tunecinas el 7 de mayo, cuando una embarcación que llevaba a bordo 75 migrantes en su mayoría nacionales de Bangladesh intentaba llegar a Europa. Durante la noche del 9 de mayo, pescadores tunecinos pudieron rescatar a 16 personas que se encontraban en la atestada embarcación. Las unidades navales de Túnez siguen buscando información sobre el viaje; hasta la fecha solamente se han podido rescatar tres cuerpos. Una de las víctimas pudo ser identificada.
Las autoridades tunecinas llevaron a cuatro sobrevivientes al Hospital de Zarzis, en donde dos de ellos siguen estando en estado crítico. De los rescatados, 14 son de Bangladesh (entre ellos dos menores no acompañados), uno es egipcio, uno marroquí. Los que no fueron hospitalizados han sido alojados por la Sociedad de la Media Luna Roja de Túnez.
Un segundo rescate tuvo lugar el sábado 11 de mayo. Pescadores tunecinos rescataron a sesenta y nueve migrantes procedentes de Marruecos, Eritrea, Somalia, Bangladesh y uno de Egipto. Entre ellos había cuatro mujeres y al menos 25 menores, incluyendo niños de tres a siete años.
Se cree que esos 69 migrantes rescatados, desde que fueron transferidos a Sfax, partieron desde Libia el 7 de mayo, mientras también lo hacían los que se encontraban a bordo del barco naufragado.
Los equipos de la OIM se movilizaron a fin de brindar asistencia médica, psicosocial y alimentaria a los sobrevivientes. “Es esencial implementar mecanismos eficientes para dar respuesta a las emergencias humanitarias, de las cuales una gran parte se originan en intentos por cruzar el Mediterráneo de forma irregular,” sostuvo la Jefa de Misión de la OIM Túnez, Lorena Lando. “Debemos actuar ahora y en conjunto”, agregó.
Del 9 al 12 de mayo, la guardia costera tunecina y las unidades navales llevaron adelante operaciones de prevención que frustraron intentos de cruces irregulares desde Sfax, Sousse, Monastir, Bizerte y Túnez, con más de 100 migrantes al inicio de la temporada.
La trágica muerte de 37 nacionales de Bangladesh en una embarcación que se hundió en el Mediterráneo es el último de una serie de accidentes que involucraron a trabajadores migrantes procedentes de ese país emergente ubicado al sur de Asia. “Resulta deplorable ver cómo los migrantes siguen perdiendo la vida en el Mediterráneo en su intento por hacer esos viajes tan arriesgados”, dijo el Jefe de Misión de la OIM Bangladesh Giorgi Gigauri. “La falta de conocimiento acerca de la migración segura, de la violencia en países de acogida, y de la influencia de los intermediarios está llevando a que los bangladesís tomen decisiones peligrosas en materia migratoria. Debe asegurarse una mayor protección para los derechos de los migrantes tanto en los países de origen como de destino”. Año tras año miles de bangladesís migran buscando trabajo y oportunidades en Medio Oriente o Europa, convirtiendo a su país en una de las fuentes principales de trabajadores migrantes de todo el mundo. Muchos no pueden costear el valor de una tarifa aérea adecuada o una visa y caen en manos de traficantes de migrantes que se ocupan de su traslado a cambio de trabajo esclavo u otros acuerdos de explotación. Los migrantes en promedio terminan pagando entre 5.000 y 7.000 dólares por sus viajes. Como lo demuestra el reciente desastre, las condiciones de seguridad a bordo de muchas de las naves que transportan migrantes no cumplen con los requisitos mínimos. La tragedia mencionada tiene su origen en la pobreza y en las limitadas oportunidades económicas en sus países de origen, sostuvo Chissey Mueller, a cargo del Programa en la Unidad de Protección de la OIM en Cox’s Bazar. “Cuando las personas no cuentan con acceso o medios para la migración legal, tales como visas, pasaportes y el ticket aéreo, con frecuencia corren riesgos,” explicó. El simple fortalecimiento y la aplicación de controles fronterizos no son suficientes para solucionar el problema, dijo Mueller. “Es menester lograr un permanente mejoramiento de las causas socioeconómicas subyacentes en Bangladesh consideradas como un todo. Sin eso, como en muchos otros países, uno siempre deberá enfrentar la existencia de personas de este país con 160 millones de habitantes dispuestas a correr riesgos con tal de tener alguna oportunidad en otro lugar”. |
Para mayor información por favor contactar a:
Safa Msehli, OIM Trípoli, Tel: +216 22 214 842, Email: smsehli@iom.int
George McLeod, OIM Bangladesh, Tel: + +880 18 7071 8078, Email: gmcleod@iom.int
Myriam Chabbi, OIM Túnez, Tel : +216 28 78 78 05 (móvil) oficina: +216 71 860 312 EXT. 109 Email: mchabbi@iom.int