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“Hemos visto el sufrimiento de la gente” William Lacy Swing, Director General de la OIM, visita el noreste de Nigeria, arrasado por el Boko Haram

Borno – Casi dos millones de personas huyeron de sus hogares para escapar del Boko Haram en el noreste de Nigeria; más de la mitad de los desplazados son niños y 133.000 son bebés. El Director General de la OIM, William Lacy Swing, pasó tres días reuniéndose con algunos de los desplazados internos en los campamentos y en las comunidades de las zonas más afectadas del estado de Borno, el epicentro del conflicto, ahora en su octavo año.

El Embajador Swing viajó al noreste de Nigeria el 28 de julio, después de las reuniones con el gobierno nigeriano en la capital, Abuja. Se sumó al personal de la OIM en Nigeria en la zona de conflicto, donde la OIM, el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración tiene un equipo de aproximadamente 530 personas trabajando en los seis estados más afectados por el conflicto.

La respuesta de emergencia de la OIM tiene su base en Maiduguri, la capital de Borno y el lugar de nacimiento del Boko Haram.

“Hemos visto el sufrimiento de la gente”. Hemos visto su fortaleza. Hemos visto su coraje. Hemos visto su paciencia ", dijo el DG Swing, quien pudo visitar, fuera de Maiduguri, algunas de las principales ciudades devastadas por todo el conflicto del Boko Haram y el primer campamento para los desplazados internos en la región.

"Estoy muy agradecido de haber tenido esta oportunidad de ver de cerca una de las mayores emergencias humanitarias de nuestro tiempo", agregó.

A pesar de que Nigeria alberga a la mayoría de los desplazados internos del conflicto y ha sido el centro de la violencia del Boko Haram con innumerables secuestros, violaciones y reclutamiento forzoso, el conflicto también se ha extendido a los países vecinos de Níger, Chad y Camerún, empujando a más de 440.000 personas fuera de sus hogares, según lo informó la OIM en diciembre de 2016.

"Esta crisis está compitiendo por la atención del mundo con otras ocho, incluida la de Siria, Yemen y Sudán del Sur”, dijo el DG Swing

Y está lejos de ser resuelta.

Han pasado tres años desde que Yagana Hamed, su esposo y sus cinco hijos, incluyendo niños gemelos de tres años, salieron de su casa tarde una noche en Monguno, 140 kilómetros al norte de Maiduguri, para escapar del Boko Haram.

"El Boko Haram estaba cerca, así que tuvimos que correr", explicó desde la pequeña parcela de tierra donde ella y otras personas desplazadas están ocupando refugios de paja en Maiduguri. “Nuestros gemelos eran recién nacidos. No pudimos llevar nada cuando nos fuimos, ni siquiera ropa. "

Es la temporada de lluvias en el noreste de Nigeria. La lluvia torrencial, el viento fuerte y las tormentas de arena azotan la región regularmente. Los refugios de palos o paja tejidos a mano no resisten. Yagana y su familia perdieron su refugio - de alrededor de dos metros cuadrados - hace dos días. Han estado durmiendo afuera bajo un toldo construido por trabajadores humanitarios.

"Los ojos de mi hija se han puesto rosados. No sé qué le pasa ", dijo la madre sobre la niña enferma de nueve años. Sus hijos asistían a la escuela coránica por la tarde, pero no han estudiado en ningún otro lugar desde que huyeron de su casa en 2014.

Muchos de los refugios improvisados, que no son arrasados por las tormentas, se inundan. Bamala Mustafa, cuya familia de cinco personas vive en un refugio de palos cercano, sostiene un bowl con agua para mostrar lo que cayó durante la última lluvia, la cual forzó a sus vecinos a salir de sus casillas.

La OIM ha construido albergues de lona para casi 11.000 familias, cerca de 102.000 personas en el estado de Borno. A unos cientos de otros hogares se les dieron kits de vivienda para expandir o reparar sus casillas en Adamawa, el otro estado devastado por el conflicto.

8,5 millones de personas aún necesitan asistencia de salvamento en el noreste de Nigeria este año, según las Naciones Unidas.

En Bama, al este de Borno, el Embajador Swing se reunió con algunas de las personas que necesitaban albergue desesperadamente. El campo de desplazamiento militarizado en la segunda ciudad más grande de Borno, reducida a un pueblo fantasma debido a la inseguridad continua, alberga a unas 13.000 personas; aproximadamente un tercio de ellos recibieron albergues de la OIM y los otros de distintos socios humanitarios.

Cerca de 1.500 refugiados nigerianos que habían buscado seguridad en Camerún regresaron a Bama recientemente. La mayoría de ellos son niños y casi todos siguen esperando albergue por parte de agentes humanitarios en una crisis insuficientemente financiada; USD 672 millones (más de dos tercios del apoyo requerido) no está garantizada para la respuesta humanitaria este año, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).

Por ahora, duermen a la intemperie, desprotegidos de las fuertes lluvias, inundaciones y malaria.

Los nigerianos siguen siendo fuertes y emprendedores, observó el DG Swing. "Hay un largo camino por recorrer, pero estoy muy impresionado por el valor, la fortaleza y la paciencia de esta gente trabajadora. Ellos quieren volver a trabajar”.

El Embajador Swing vio a muchos adultos desplazados cosiendo y haciendo pasta como parte del Programa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial de la OIM, que reúne a la gente para trabajar, conversar y recuperarse. El programa reúne a personas desplazadas que han tenido experiencias similares, tales como mujeres jóvenes que escaparon del cautiverio del Boko Haram, viudas u hombres que fueron testigos de asesinatos. Muchas mujeres perdieron a sus maridos ante el grupo armado y no tienen tiempo para recibir asesoramiento, por lo que el personal de la OIM les brinda asistencia mientras trabajan.

Falamata, de 24 años, es una de las muchas personas desplazadas que se han unido a la OIM como una manera de ayudar a sus comunidades. Ella ha sido entrenada para proporcionar asesoramiento y apoyo de grupo como parte del programa que ha ayudado a más de 300,000 personas desde que comenzó en Chibok, Nigeria, en 2014. Ella usa su sueldo para comprar cuentas para que otras mujeres desplazadas puedan comenzar pequeños emprendimientos, vendiendo bijouterie en el campamento.

Enseñar inglés básico y habilidades de la vida cotidiana es otra forma en la que la OIM ayuda a promover una autoestima positiva entre los desplazados.

"No sabía nada de inglés antes", dijo Musa Mohammed en uno de los centros comunitarios del campamento de la OIM en Maiduguri, el cual visitó el Director General el 30 de julio. “Ahora puedo leer estas oraciones. Realmente he aprendido mucho ", compartió, sonriendo hacia la pizarra llena de lecciones de gramática. Su familia, compuesta por siete miembros, ha vivido en un albergue de lona de la OIM durante los últimos tres años. Musa espera que sus nuevos conocimientos lo ayuden a conseguir un mejor trabajo, tal vez incluso en la enseñanza, si puede regresar a Kukawa, cerca del lago Chad en el norte de Nigeria, una vez que la seguridad mejore.

"Ellos quieren volver a casa y creo que, con nuestra ayuda, vamos a concretar ese objetivo", dijo el Embajador Swing. El Director General se reunió con el Vicegobernador del Estado de Borno para discutir los planes de la OIM de continuar con la respuesta de emergencia proporcionando albergue más crítico y artículos para el hogar, como colchones, mantas, utensilios de cocina y pastillas de purificación de agua a las familias desplazadas. La OIM también ayuda a administrar los campamentos y rastrea el desplazamiento con la Matriz de Seguimiento de Desplazados de la Organización (DTM), para guiar a la comunidad humanitaria en general.

También discutieron el creciente enfoque de la OIM en las intervenciones de medios de subsistencia para los nigerianos desplazados, tales como trabajos de costura, tejido y barbería.

La falta de oportunidades de trabajo ha sido devastadora para los nigerianos en el sur también, puesto que el país de África Occidental sufre una recesión económica.

La nigeriana es la nacionalidad más común que llega a Italia por el Mar Mediterráneo. Aunque la trata y el tráfico son frecuentes en la región, la mayoría viaja para encontrar trabajo en Europa. Según informes de la OIM, alrededor de 37.000 nigerianos llegaron a Italia por mar el año pasado y más de 9.000 en lo que va de año. En 2017, más de 2.000 migrantes han muerto en la precaria ruta del Mediterráneo Central que va desde Libia a Italia.

El 28 de julio, el DG Swing se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores de Nigeria, Geoffrey Onyeama, en Abuja para discutir maneras de prevenir esa migración irregular de riesgo.

"La migración irregular es un desafío mundial, pero también es un desafío nacional", señaló el Ministro. "Quiero agradecer a la OIM por haber ayudado a repatriar a tantos de nuestros migrantes desde Libia".

"La idea no es detener la migración. Se trata de intentar salvar vidas al aconsejar a los migrantes sobre los riesgos de poner sus vidas en manos de un traficante", dijo el DG Swing, explicando que la OIM abrió una oficina de información para migrantes en Agadez, Níger el año pasado con el propósito de tratar de concientizar a los migrantes, que viajan hacia el norte desde Nigeria y alrededor de la región hacia Libia y el mar Mediterráneo, a cerca los peligros que muchos enfrentan.

Ese año, La OIM ha ayudado a más de 1.800 nigerianos a regresar a su país de manera segura desde Libia a través del Programa de Retorno Voluntario Asistido y Reintegración de la organización. El DG Swing estará en Libia a principios de agosto para continuar con la promoción en torno a los temas que los migrantes, particularmente los nigerianos, enfrentan en el país del norte de África.

Para más información, por favor contactar a Julia Burpee en la IOM de Nigeria, Tel. +234 (0) 907 373 1170, Email: jburpee@iom.int;