Bissau — La erosión del suelo no es sino una de las numerosas amenazas medioambientales que impactan de forma dramática sobre la economía rural de Guinea-Bissau. Es parte de una serie de agentes impulsores por detrás de la migración interna y externa en esa empobrecida nación de África Occidental.

Guinea-Bissau es un país de origen para muchos jóvenes que buscan mejores oportunidades de lograr un sustento en el exterior. Pero es también un país de destino y de tránsito para muchos migrantes procedentes de África Central y Occidental. De acuerdo con las autoridades en 2018 había más de 70.000 inmigrantes de países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS por su sigla en inglés) residiendo en Guinea Bissau.

La reforestación es una manera de luchar contra la erosión y no es casual que sea un método para intentar detener el desplazamiento de granjeros empobrecidos, que por el contrario deberían buscar nuevas formas de subsistir en ciudades africanas o en el exterior.

La reforestación de la región de Gabu, en la zona este de Guinea-Bissau es parte de las actividades de trabajo a cambio de dinero, el primer paso hacia la reintegración sostenible de cerca de 529 migrantes retornados, financiado por la Iniciativa Conjunta UE-OIM para la Protección y Reintegración de Migrantes.

El mes pasado, 25 migrantes retornados y 15 miembros de la comunidad participaron en una actividad de reforestación en Gabu. Doscientos árboles de cinco especies diferentes fueron plantados a lo largo de cuatro días en más de 13.000 metros cuadrados en una región que ha sufrido severa deforestación. La región también es conocida como una de las áreas de la nación más proclives a la migración.

“El dinero a cambio de trabajo beneficia tanto a los migrantes retornados como a las comunidades. Los programas les brindan apoyo en dinero durante el crucial período de transición entre su reintegración y su retorno, a la par que contribuyen con el desarrollo de sus comunidades de retorno”, dijo Laura Amadori, Jefa de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Guinea-Bissau.

“Estas actividades con frecuencia también facilitan su reinserción social”, agregó al explicar que mediante el involucramiento de las comunidades en las actividades, la tensión entre los retornados y la población local puede ser evitada puesto que tales proyectos benefician a todos.

Desde marzo de 2019, 125 migrantes retornados y 76 miembros de la comunidad han participado en actividades de reforestación y de sanidad en Gabu. Los migrantes retornados son parte de los 529 nacionales de Guinea-Bissau que están varados en Níger y Libia, con la asistencia del retorno voluntario de la OIM desde mayo de 2017.

En diciembre de 2018 la República de Guinea-Bissau se unió a más de 150 Estados Miembros de Naciones Unidas en la firma del Pacto Mundial sobre Migración (GCM por su sigla en inglés), que es el primer acuerdo mundial que adopta un enfoque integral ante la movilidad humana y la cooperación optimizada a nivel mundial.

El 26 y 27 de septiembre, la OIM apoyó al Gobierno de Guinea Bissau en el desarrollo del Plan de Acción para el país del Pacto Mundial sobre Migración. Ciento cincuenta y cinco funcionarios de gobierno, de la sociedad civil, y del ámbito del desarrollo además de académicos participaron en el taller de dos días de duración y reflexionaron acerca de las prioridades del GCM para Guinea-Bissau.

La implementación del GCM en Guinea-Bissau contribuirá con el mejoramiento de la gobernanza de la migración en ese país, tanto de la interna como la externa, por medio de negociaciones con los Estados de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) para facilitar la movilidad de los ciudadanos de Guinea-Bissau y el desarrollo de una política migratoria nacional. 

Para más información por favor contactar a Laura Amadori en la OIM Guinea-Bissau. Email: lamadori@iom.int, o Florence Kim en la Oficina Regional de la OIM para África Central y Occidental. Tel: +2217 8620 6213. Email: fkim@iom.int