La financiación continuada por valor de US$2,46 millones que
el Gobierno alemán ha ofrecido a un programa en curso de la
OIM estimulará los esfuerzos de estabilización de las
comunidades afectadas por el desplazamiento interno en Iraq.

La falta de empleo y de alojamiento adecuado siguen
situándose entre las principales prioridades de los
iraquíes desplazados tras el bombardeo en Samarra de la
mezquita de Al Askari en febrero de 2006.  Casi cinco
años después, alrededor de 1,2 de los 1,6 millones de
desplazados internos registrados por el Ministerio de
Desplazamiento y Migración residen aún en zonas
apartadas de sus lugares de origen y necesitan ayuda.

Para las más de 400.000 retornados identificados por la
OIM, la escasez de oportunidades laborales y los daños o la
destrucción de sus viviendas son algunos de los grandes
obstáculos a los que deben hacer frente para poder rehacer
sus vidas y reconstruir sus comunidades.

La primera etapa de este programa de la OIM, iniciado en 2007 en
colaboración con el Ministerio iraquí de Trabajo y
Asuntos Sociales, consistió en proporcionar a los
desempleados iraquíes oportunidades generadoras de ingresos
para que pudieran conseguir así cierta seguridad
económica.  Dados los elevados niveles de desempleo
entre las familias desplazadas retornadas, lo que
constreñía la recuperación a largo plazo de
una de las crisis de desplazados más importantes de la
historia reciente, en 2009 las actividades se extendieron para
cubrir a dichas familias y a sus comunidades.

En esta tercera etapa, la OIM se centrará en Anbar,
Babylon, Basra, Missan yWassit, municipios con elevadas tasas de
desempleo de desplazados.

Gracias a los nuevos fondos alemanes, 600 personas
recibirán ayuda y más de 3.000 miembros de familias
se beneficiarán de asesoramiento, formación
profesional o comercial individualizada y subvenciones en especies
para la adquisición de herramientas, equipo o materiales de
base.  Asimismo, varias comunidades vulnerables
recibirán ayuda para la reintegración sostenible de
las familias desplazadas retornadas.  Para ello se
llevarán a cabo proyectos de insfraestructura a
pequeña escala, como la rehabilitación de los
servicios de agua y saneamiento, carreteras e instalaciones
educativas.

«La OIM ha podido comprobar a través de su
experiencia que ayudar a los desplazados internos a obtener empleos
resulta fundamental no solo para evitar los desplazamientos
continuos, sino también para estabilizar el país en
sí», asevera Mike Pillinger, jefe de la misión
de la OIM en Iraq, quien agrega: «Es fundamental para toda
solución a largo plazo a nivel nacional, así como
para la seguridad socioeconómica del país».

Desde 2007, el programa ha brindado asistencia directa en la
generación de ingresos sostenibles a cerca de 20.000
personas, incluidos hogares encabezados por una mujer, beneficiando
a más de 120.000 personas.

Los US$2,46 millones representan la última
contribución del Gobierno alemán, que el año
pasado financió con US$10 millones la segunda etapa del
programa.  Asimismo, vienen a sumarse a los fondos recibidos
recientemente por la Oficina de Ayuda para Casos de Desastre en el
Exterior de los Estados Unidos (OFDA) y la Oficina de
Población, Refugiados y Migración (PRM) del
Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En la tercera etapa del programa la OIM prevé ayudar a
unos 20.000 desempleados y subempleados, incluidos retornados y
desplazados internos.  Para ello, necesita fondos por un valor
aproximado de US$50 millones, de los cuales hasta ahora ha
conseguido US$24 millones.

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