Comunicado
Global

Extradición de presunto traficante, el primer paso de justicia para migrantes que mueren en el mar

Suiza - Desde 2013 al menos 10.000 personas han fallecido cruzando el Mediterráneo en su intento por llegar a la seguridad de Europa. Muchos perecieron a manos de los traficantes, los que a menudo explotan a los más vulnerables. Los sobrevivientes de estos viajes cuentan historias terribles de abusos y privaciones. Sin embargo, hasta el momento se ha responsabilizado a pocas personas de estos crímenes.

El 24 de mayo, un presunto traficante de Eritrea, Medhanie Yehdego Mered, fue extraditado a Italia desde Sudán, acusado de ser el cerebro de una vasta red de tráfico ilícito criminal, según informes de la BBC.

Se acusa a Mered de contribuir a cientos de muertes en el mar, entre estas las de al menos 359 personas que murieron cuando un barco de traficantes se hundió entre Lampedusa y Malta en 2013.

Aunque se denunció que se detuvo al hombre equivocado –un posible caso de identidad equivocada–, la orden de extradición representa un posible cambio en el procesamiento de estos criminales aparentemente invisibles en el mar.

El enjuiciamiento de una persona por un delito cometido en el mar y la determinación de la jurisdicción puede ser una cuestión increíblemente compleja. El procesamiento depende de una extensa investigación realizada por las fuerzas del orden para demostrar que un incidente de tráfico ilícito no es simplemente un único desembarque de migrantes, sino el trabajo de una red delictiva transnacional.

El derecho penal transnacional no se mantiene en silencio sobre esta cuestión. Incluso si el delito se comete fuera de su territorio, un Estado puede procesar el delito si el mismo se ejecuta con miras a cometerlo en el territorio de dicho Estado.

“En algunos casos, el Estado que abandera los buques que rescatan a los migrantes a quienes los traficantes abandonaron a su suerte en altar mar –como parte de su plan–, podrían determinar la jurisdicción en caso de enjuiciamiento de los traficantes”, explicó la Directora de la Unidad de Derecho Internacional sobre Migración de la OIM, Kristina Touzenis.

Los traficantes podrían incluso considerarse a sí mismos como héroes, no criminales. Meron Estefanos, un periodista con sede en Estocolmo, entrevistó a Mered y señaló: “Él nunca entendió la razón por la que se le buscaba; él se consideraba a sí mismo como un activista de derechos humanos que ayudaba a las personas a atravesar el mar”.

La vía legal no será fácil para los fiscales, pero la orden de extradición puede ser un cambio importante para frenar el número creciente de muertes en el mar por peligrosas redes de tráfico ilícito de personas.

“En esta crisis, no nos encontramos ante actos al azar de la naturaleza, sino ante crímenes perpetrados por hombres. Hay que buscar, identificar y procesar a estos grupos”, subrayó el Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Kristina Touzenis, sede de la OIM en Ginebra, Tel: +41 22 717 9242, Email: ktouzenis@iom.int