Comunicado
Global

El Director General de la OIM exhorta al mundo a ayudar a reconstruir las comunidades destruidas por el tifón Haiyan

Filipinas - Mientras que la ayuda llega a las zonas devastadas por el tifón Haiyan/Yolanda, el Director General de la OIM, William Lacy Swing, insta al mundo a apoyar al pueblo de Filipinas en su reconstrucción y recuperación.

La organización instaló cinco centros de operaciones en las zonas más afectadas de Leyte y Samar, con el propósito de llegar hasta los casos más urgentes entre los cuatro millones de personas que se quedaron sin hogar.

Durante una visita de cuatro días en Filipinas, el Embajador Swing declaró respecto a Tacloban: “Esto es una crisis.  Hay una necesidad abrumadora de que las personas más vulnerables –niños, mujeres embarazadas y personas discapacitadas y de edad avanzada– tengan un refugio seguro en donde puedan recibir ayuda”.

La visita del Embajador Swing en Tacloban, donde se ha reportado el mayor número de víctimas, fue posterior a una visita en Capiz, donde la evacuación preventiva de las autoridades salvó muchas vidas.  No obstante, hubo viviendas dañadas o destruidas en un área extensa de Capiz.

Tras presenciar de primera mano la magnitud de la destrucción causada por la tormenta más fuerte de la historia, ocurrida el 9 de noviembre, el Embajador Swing expresó su conmoción y solidaridad con el país: “He venido a ofrecer mis profundas condolencias y apoyo al pueblo y gobierno de Filipinas en su tragedia más reciente.  Los habitantes de este país han sufrido demasiado, con demasiada frecuencia y por demasiado tiempo”.

Instó al mundo a seguir apoyando las iniciativas de recuperación y exhortó a los medios de comunicación a mantener el alto nivel de cobertura de la tragedia.  “Se requieren fondos para reconstruir y es necesario que las personas se enteren de la gran labor que se está realizando en este lugar: eso es el trabajo de los medios de comunicación.  La OIM permanecerá aquí el tiempo que sea necesario para reconstruir las casas y comunidades que fueron arrasadas por la tormenta”, agregó el Embajador Swing.

 

Actualmente hay unas 400.000 personas refugiadas en 1.600 centros de evacuación en la región.  Las necesidades de los desplazados son: alimentos, agua, atención médica y protección contra los elementos.

La OIM y el gobierno nacional tienen la función de asegurar que las personas que viven en los campamentos reciban atención suficiente.  La organización ha enviado miles de tiendas de campaña, lonas, mantas y herramientas a las áreas afectadas por el desastre.

La reconstrucción de viviendas con la mayor rapidez posible es una prioridad para la OIM.  El golpeteo de martillos y el ruido de sierras que cortaban bambú para hacer toldos acompañaban las palabras del Embajador Swing mientras se dirigía al personal de la OIM que llegó al área inmediatamente después de la tormenta.

Para tener un cuadro completo y detallado de las dimensiones del desastre y las necesidades específicas, la OIM comenzó a llevar un registro de los desplazados en Tacloban y sus alrededores, utilizando su matriz de seguimiento de desplazados.  Esto generará información esencial que servirá al gobierno y la comunidad humanitaria para garantizar que la reconstrucción se lleve a cabo de una manera eficiente, rápida y coordinada.

La tormenta abrió una gran brecha a lo largo de la región central de Filipinas y tocó tierra en seis lugares, lo que vuelve sumamente compleja la recuperación y la distribución de ayuda.

El Embajador Swing señaló que Filipinas es víctima de un desastre triple.  La OIM todavía está activa en Bohol, desde el terremoto de octubre; y en Zamboanga City, donde decenas de miles de personas siguen desplazadas tras los enfrentamientos de septiembre.

Para más información, por favor contactar a

Leonard Doyle
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Joe Lowry
Tel. +66 81 870 8081
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