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Dominica se recupera un año después del Huracán María, pero miles de personas padecen aún necesidades

Roseau – Hace un año el Huracán María alcanzó a la Isla de Dominica con vientos de hasta 220 mph (354 kph). Los resultados fueron devastadores: se perdieron 31 vidas y 34 personas siguen aún desaparecidas; los caminos y puentes fueron arrasados y cerca del 90% de las viviendas existentes en la isla sufrieron daños o fueron destruidos.

 El día después de que el huracán azotara la isla, Randel Adams de 71 años se encontraba al borde de las lágrimas. Su techo había desaparecido completamente. Todo lo que había en el interior de su vivienda estaba mojado y embarrado. Él mismo se construyó un hogar temporario y se preparó para sobrellevar la lluvia y el clima inclemente. Si bien Adams remendó su techo lo mejor que pudo, miles de familias emergieron en la castigada isla y el gobierno enfrentó la titánica tarea de restaurar los daños causados con un valor equivalente a millones de dólares, así como restablecer la economía de la isla y la vida de sus habitantes.

Un par de días después del paso del huracán, un equipo de la OIM fue enviado a campo para distribuir lonas impermeables, linternas solares, kits de higiene y otros artículos no alimentarios, y para hacer un seguimiento del estado de las personas desplazadas en los albergues de emergencia en toda la isla, haciendo uso de la herramienta Matriz de Seguimiento de Desplazados (DTM por su sigla en inglés). Desde ese momento, la OIM ha trabajado incansablemente en las comunidades de Dominica para asistir a aquellos más vulnerables a través de programas de Recuperación de Albergues que son financiados por UK Aid, el brazo humanitario de la Unión Europea (ECHO), Australia Aid y China AID a través del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP por su sigla en inglés).  El programa ha reparado casi 700 techos, permitiendo que familias regresen a sus hogares y desarrollando su capacidad y resiliencia frente a los desastres.

Bajo varios criterios de vulnerabilidad, Adams calificó para recibir la asistencia humanitaria de parte de la OIM. Ahora vive en un espacio seguro y protegido. “Este techo es mejor y más fuerte. Estoy feliz porque el está bien asegurado y ahora ya no me mojo más. Estoy mucho mejor preparando cuando se acerque un huracán,” sostuvo.

 El programa también está desarrollando resiliencia mediante la capacitación a carpinteros y a propietarios de casas. Hasta la fecha, más de 100 hombres y mujeres dominicanos han sido capacitados en materia de carpintería básica guiados por los Códigos de Construcción de Dominica. En colaboración con la Oficina para la Gestión de Desastres, 83 encargados de albergues de emergencia fueron capacitados y certificados en materia de prácticas para la gestión de campamentos.

“La OIM le está enseñando a los residentes la importancia de las prácticas de construcción segura y el modo de estar preparados para la temporada de huracanes. También involucramos a las comunidades en la selección de los beneficiarios. A través de procesos abiertos, transparentes y participativos, podemos llegar hasta las personas que padecen las más acuciantes necesidades,” explicó Jan-Willem Wegdam, Líder de Equipo de la OIM Dominica. “Mientras reconstruimos, trabajamos juntos para reconstruir mejores viviendas, pero también mejores comunidades y vidas para todos los dominicanos,” siguió diciendo.

 A pesar del progreso que se ha logrado, las necesidades que padece la isla siguen siendo enormes. Si se contara con más recursos, la OIM y sus socios podrían acelerar y expandir la implementación de los programas de recuperación de albergues. Se estima que unas 5.000 familias están viviendo todavía bajo lonas impermeables, techos dañados o con amigos y familias.

“Poder recuperar mi techo hoy o mañana sería una gran alegría. Me sentiría muy cómoda y feliz. Luego de haber vivido en una casa adecuada durante tantos años, terminar en una situación tan devastadora es realmente desesperante,” dice Camillia Burton de 64 años de edad, quien posee un pequeño negocio y  trabaja en una granja en la comunidad de Marigot. Burton vive actualmente en una pequeña habitación con sus cuatro nietos debido a graves daños estructurales a su casa provocados por el Huracán María.

 Wegdam de la OIM también subrayó la necesidad de proveer servicios humanitarios que vayan más allá de la simple reconstrucción: “María sacudió mucho más que nuestros techos, de modo que deberíamos contar con un programa en el que pudiéramos invertir el dinero en una gama mucho mayor de mejoras, incluyendo entre ellas el apoyo psicosocial o medios de subsistencia. La OIM continuará trabajando con el gobierno y con sus aliados claves para implementar un enfoque integrado destinado a brindar apoyo a las comunidades”.

Para mayor información por favor contactar a Maxine Alleyne-Esprit en la OIM Dominica, Tel. +767 275 3225, Email: malleyne@iom.int