Comunicado
Global

Día Mundial de la Salud Nota de Prensa 7 de Abril de 2017

Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tiene el agrado de conmemorar esta semana el Día Mundial de la Salud 2017 y destacar su importancia para los migrantes en todo el mundo. La OIM reitera su compromiso de reducir los factores de estrés relacionados con la migración, y el de abordar la cuestión de la depresión como un problema global.

El tema elegido para el Día Mundial de la Salud 2017 que se, celebra hoy, 7 de abril, es: “Hablemos de la depresión” que pone punto final a una campaña de un año de duración llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud.

“Apoyamos cabalmente la elección de este tema”, sostuvo el Dr. Guglielmo Schinina, Jefe del Departamento de la OIM: Comunicación Intercultural, Salud Mental Global y Respuesta Psicosocial. Continuó diciendo: “La depresión es, en muchos casos, un problema de salud prevenible y ciertamente tratable que afecta a personas de todas las edades, en todas partes del mundo. Puede tener efectos devastadores tanto en lo emocional, como en lo relacional y socioeconómico para millones de personas, familias, y comunidades en toda su extensión. ¡La depresión también afecta a los migrantes!”

De acuerdo con la OMS, “el número total de personas que viven con depresión en el mundo es de 322 millones.” Este total constituye un número significativo en el contexto de la población mundial.

Si bien no se manejan de manera sistemática datos precisos sobre la salud de los migrantes en lo que hace a su recolección y análisis, de conformidad con un corpus de investigación consistente, los migrantes son más propensos a sufrir depresión que los nacionales de un país. Esto se debe a varios factores determinantes que impactan sobre la gente para que tengan que dejar sus casas debido a conflictos, desastres, degradación de tierras, pobreza, o que son impulsados por la esperanza de una mejor vida en el exterior. Para muchos migrantes esto implica componer las experiencias angustiantes del pasado, y de sus viajes, con la separación de sus familias y de las redes sociales. La inseguridad vinculada al estatus legal o la determinación del mismo, varios obstáculos burocráticos y otras barreras a las que pueden enfrentarse, así como la ansiedad, a menudo están vinculadas a una connotación negativa prevalente que se les asigna a los migrantes y a la migración en las narrativas políticas actuales. 

Por ejemplo, hay estudios que muestran que la ampliamente practicada detención de migrantes – particularmente los más jóvenes – en una situación irregular, tiene efectos negativos y duraderos sobre la salud mental de los migrantes. Es común recibir informes sobre ansiedad, depresión, daño autoinflingido e ideas suicidas. Además, largos períodos de tiempo pasados en situación de detención son asociado con la severidad resultante de las condiciones de salud mental, las cuales pueden persistir incluso años después de la liberación.

La salud mental es una necesidad para los migrantes en la misma medida en que lo es para los no migrantes

“Para evitar que los migrantes padezcan depresión, asegurar un cuidado ininterrumpido para quienes la sufren, y mejorar la capacidad de acceder a la asistencia de apoyo que puedan necesitar con independencia de su estatus legal, deben tomarse acciones decisivas,” sostuvo el Dr. Davide Mosca, Director de la División de la OIM de Migración y Salud.

“Para millones de migrantes que padecen problemas de salud mental, el apoyo de especialistas, tan necesario, está simplemente fuera de su alcance. Barreras vinculadas al temor, el aislamiento, el idioma y temas culturales, la estigmatización o simplemente los costos y el derecho al acceso a los servicios públicos vinculado al estatus, a menudo siguen siendo insuperables.,” agregó el Dr. Mosca. “El riesgo de la ‘auto-medicación’—incluyendo el recurso de uso de sustancias sustitutas como el alcohol simplemente agravan un problema de salud devastador que impacta sobre familias y niños.”

La OIM considera que la adopción de un enfoque basado en los derechos y en el interés común de la salud pública significa la remoción de estos obstáculos y la creación de sistemas de salud inclusivos y orientados a la diversidad. Eso haría que el derecho a la salud de los migrantes, incluso el cuidado de la salud mental, se convierta en una realidad que conducirá a la creación de sociedades más estables e inclusivas, sociedades que no “dejen a nadie detrás”.

El Dr. Guglielmo Schinina de la OIM concluyó diciendo que “Los migrantes están sujetos a factores generadores de estrés que guardan relación con las razones que los llevan a partir - incluyendo largos conflictos, violentos y sin resolver, la inseguridad de sus viajes, y la adaptación a medioambientes sociales y culturales nuevos. También hay niveles de estigmatización y criminalización en las comunidades receptoras en aumento. El estrés es una consecuencia normal de este tipo de entorno. Pero los altos y tóxicos niveles de estrés pueden derivar en depresión.  La OIM en su conjunto asume el compromiso de facilitar procesos migratorios dignos y seguros y por consiguiente de limitar esos agentes de estrés que son innecesarios y a los cuales los migrantes están expuestos y que afectan su bienestar emocional”.

En la actualidad la OIM está presente en 42 países de origen, tránsito y destino en todo el mundo, con programas de apoyo psicosocial dedicados a facilitar el acceso de los migrantes a servicios de salud mental especializados, de base comunitaria y puntuales, y en los últimos tres años ha capacitado a 4.500 actores humanitarios en materia de salud y migración. Seguiremos con nuestro compromiso de reducir los factores generadores de estrés relacionados con la migración al tiempo que enfrentamos la depresión como un problema global.”

Para mayor información por favor contactar al: Dr. Davide Mosca, Director de la División de la OIM de Migración y Salud, Tel: + 41 22 717 9358 Email: dmosca@iom.int