Ginebra – Es con gran pesar que confirmo el fallecimiento de un miembro muy dedicado de la OIM Sudán ocurrido esta mañana luego de que el vehículo en el cual se desplazaba junto a su familia quedara atrapado en medio de fuego cruzado entre dos partes enemistadas.  

Estoy profundamente consternado por el deceso de este colega humanitario y deseo unirme al pesar de su esposa, de su hijo recién nacido y de todo nuestro equipo en Sudán.  

La protección y seguridad de todo nuestro personal en la OIM es mi prioridad número uno. Seguimos trabajando con nuestros asociados de las Naciones Unidas en la tarea de mantener siempre actualizada nuestra respuesta en materia de seguridad.  

Las muertes sin sentido de civiles, incluyendo a los trabajadores humanitarios y sin olvidar las de tres empleados del Programa Mundial de Alimentos (WFP) ocurrida en North Darfur el sábado pasado, deben cesar. Es necesario restaurar la paz inmediatamente.   

El último estallido de violencia ha forzado a la OIM a suspender sus operaciones humanitarias en Sudán. Todas las partes deben garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios y permitirles un acceso irrestricto para que puedan brindar asistencia a los más vulnerables.  

La OIM ha estado operando en Sudán desde el año 2000 en respuesta a las complejas necesidades humanitarias en ese país en el que aproximadamente 3,7 millones de personas están desplazadas internamente. Antes del último brote de violencia, 15,8 millones de persona en Sudán, cifra equivalente a un tercio de la población, necesitaban acceder a asistencia humanitaria.  

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Paul Dillon, Portavoz, +41 79 636 98 74, pdillon@iom.int   
Safa Msehli, Portavoz, +41 79 403 55 26, smsehli@iom.int