Comunicado
Global

Ciudadanos de Bangladesh y refugiados rohingyas aprenden a prepararse para los desastres naturales artificiales

Liba Akter de Bangladesh dice que la muerte de dos niños en su pueblo fue el disparador para que comenzara a trabajar activamente en la mitigación de riesgo de desastres. Foto: OIM

Cox’s Bazar— Cuando el año pasado en Bangladesh, dos niños pequeños perdieron la vida debido a las lluvias en su propio pueblo, Liba Akter decidió que debía hacer algo.

La tormenta que se había desatado fuera de la Bahía de Bengala generó inundaciones de casi un metro de profundidad en algunos lugares. Un niño de 7 años estaba caminando a su casa cuando fue arrastrado por el agua y perdió la vida. En un incidente distinto, un niño de 10 años se ahogó en su casa.

Desde ese momento, Liba participa activamente en un esfuerzo organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dirigido tanto a enseñar a las comunidades locales y refugiados habilidades para la reducción de riesgos de desastres como a movilizar a la gente para correr a voz.

Ella dijo que su comunidad, que se encuentra muy cerca de los campamentos que albergan a casi un millón de refugiados rohingyas, siempre ha vivido al borde del abismo. “Los terribles vientos y lluvias aparecen de la nada y destruyen hogares y matan personas. No podemos cambiar el clima, pero podemos estar preparados”, explicó.

En 2018, especialistas de la OIM comenzaron a entrenar grupos de 18-20 personas enseñando las señales y banderas de advertencia oficiales que indican el acercamiento de ciclones y tormentas tropicales. Los participantes también aprendieron a identificar y mantener los refugios de emergencia y a evitar las enfermedades transmitidas por el agua que se producen luego de los desastres.

Los primeros grupos de entrenados se han dispersado en la comunidad para sumar nuevos ‘reclutas’ al difundir el mensaje sobre la preparación para desastres y al alentar a que asistan a futuras sesiones de entrenamiento. La semana pasada, cuando la temporada de lluvias atacó nuevamente a Cox’s Bazar, 200 personas asistieron al último entrenamiento.

Los desastres relacionados con el clima pueden llevar muerte y destrucción a las comunidades vulnerables. Pero los entrenadores también apuntan a profundizar las consecuencias sociales, que incluyen la separación de las familias y el elevado riesgo de trata de personas.

“La realidad es que los desastres naturales pueden ser una gran oportunidad de explotación por parte de los traficantes. Los desastres causan dificultades y hacen que la gente esté vulnerable, lo que permite a los traficantes abusar de ellos”, explicó el especialista en reducción de riesgos de desastres de la OIM, Mohammed Ahsan Ullah.

También mencionó que los distritos de Cox’s Bazar se enfrentan a numerosos desafíos socioeconómicos, y esto genera que los residentes sean especialmente vulnerables a los traficantes de personas que se hacen pasar por agentes. “Vienen e intentan congraciarse con la comunidad. Luego encuentran al más débil y más necesitado y le ofrecen incentivos. El más común es un viaje todo pago a Malasia donde se garantiza un puesto laboral”.

Cuando las víctimas llegan a destino, los pasaportes suelen ser confiscados y se los retiene en condiciones similares a una prisión. Los hombres pueden ser forzados a trabajar largas horas en sitios de construcción por muy poco o nada de dinero mientras que las mujeres son abusadas o sufren de explotación sexual, agregó.

Anwara Begum, una local de 30 años que se asistió al entrenamiento dijo que comprender los riesgos de la trata de personas tendrá un verdadero impacto en su comunidad. “Ahora podemos detectar a los falsos agentes cuando los conocemos y conocemos los permisos necesarios para ir a trabajar a otro país legalmente”, comentó.

Para mayor información por favor contactar a George McLeod en IOM Cox’s Bazar, Tel:+880 18 7071 8078 | Email: gmcleod@iom.int