Comunicado
Global

Cientos de miles de migrantes varados en Yemen temen por su vida

Migrantes duermen en un edificio no terminado y abandonado, en la ciudad de Adén. Foto: OIM/R. Ibrahim

Adén – Las restricciones relacionadas con la COVID-19 han llevado a una reducción del 90% en la llegada de migrantes a Yemen entre los meses de febrero y junio; también han provocado que cientos de miles de migrantes etíopes terminen varados en sus viajes. Estos migrantes enfrentan peligros cada vez mayores en todo Yemen, que es un importante país de tránsito en la ruta migratoria del Cuerno de África-Golfo Arábigo, y que no cuentan con acceso a servicios vitales o con medios adecuados como para poder retornar a sus hogares.

Con las rutas de todo el país bloqueadas y con los migrantes trasladándose forzosamente entre las distintas gobernaciones, se cree que, en Yemen, unos 14.500 migrantes se encuentran varados en las Gobernaciones de Adén, Marib, Lahj y Sa’ada. Esta cantidad es una estimación de línea de base; la cifra real probablemente sea muy superior.

“Por casi seis años Yemen ha sido un lugar demasiado inseguro como para ser migrante”, sostuvo Christa Rottensteiner, la Jefa de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Yemen.

“La COVID-19 ha hecho que la situación empeore – los migrantes son considerados chivos expiatorios pues se los acusa de traer el virus y, en consecuencia, sufren exclusión y violencia”.

La OIM trabaja en toda la región del Cuerno de África y del Golfo Arábigo para brindar asistencia y protección a los migrantes vulnerables. En 2019, la OIM llegó hasta casi 60.000 migrantes en Yemen a través de apoyo para albergues, asistencia médica, distribución de artículos esenciales como kits de higiene, asistencia para el retorno voluntario y apoyo psicosocial.

Las agencias de asistencia como la OIM están brindando ayuda a los migrantes varados, pero la escasez de financiación pone en riesgo la respuesta brindada e implica un peligro para muchas vidas humanas.

A raíz de la pandemia de COVID-19, los migrantes en Yemen han estado sufriendo acoso verbal y agresiones físicas, situaciones de detención en aumento, restricciones a los movimientos y movimientos forzosos hacia áreas lejos de los principales centros urbanos o de los servicios básicos. Esto viene a agregarse a los abusos que muchos ya han padecido de parte de los traficantes y tratantes – entre los cuales pueden mencionarse la explotación y la tortura.

“Por la noche me robaron mi teléfono, mi dinero, mi ropa y calzado, pero los yemenitas nos dieron dinero para poder comprar alimento y agua”, dijo Dereje*, un migrante etíope que se encuentra varado en Adén y que pasa las noches durmiendo sobre cartones al costado de la ruta. Depende de la caridad de las comunidades y autoridades locales y de la asistencia de la OIM para sobrevivir.

A su llegada a Yemen, Dereje explicó que los tratantes lo retuvieron durante casi dos meses torturándole y pidiendo recompensa a su familia en Etiopía para poder ser liberado. Cuando logró llegar a Sana’a, al poco tiempo fue transferido forzosamente a Adén.

La mayor parte de los migrantes varados están durmiendo a cielo abierto o en edificios abandonados sin condiciones de seguridad, lo cual los pone en un riesgo mayor de exposición ante la COVID-19.  Cuentan con acceso limitado a servicios básicos tales como alimentos, agua apta para el consumo o asistencia médica – lo cual es una situación verdaderamente preocupante debido a que el virus se ha propagado por todo Yemen.

“Estamos todos muy cansados. Es muy duro tener que dormir sobre el pavimento en medio de la suciedad y bajo la lluvia, con autos que te pasan al lado. A veces la gente viene y nos patea o nos pega con palos mientras intentamos dormir. Me equivoqué al venir aquí. Todos deseamos volver a nuestros hogares”, agregó Dereje.

Las dificultades que los migrantes deben enfrentar para el acceso al sistema público de asistencia médica no sorprenden en un país en el que solamente el 50% de las instalaciones sanitarias son completamente funcionales y están esforzándose para ofrecer respuesta a las necesidades en materia de salud, que son cada vez mayores.

“Los migrantes en Yemen viven con temor; estamos recibiendo cada vez más solicitudes de asistencia para el retorno, la cual no puede ser garantizada por la OIM debido a las restricciones a los viajes con motivo de la COVID-19. En última instancia, el retorno digno y en condiciones de seguridad de cualquier migrante varado que lo solicite deberá facilitarse”, dijo Rottensteiner de la OIM.

“Las comunidades y autoridades locales están brindando su apoyo a estos migrantes, pero ellas mismas se encuentran bajo una gran presión. A los migrantes varados debe brindárseles asistencia médica y otros servicios vitales. La OIM está brindando tal asistencia en donde le es posible hacerlo, pero nuestro llamamiento del año 2020 para la crisis en Yemen carece de fondos suficientes en un porcentaje del 50% lo cual es alarmante e impacta en gran medida en nuestra capacidad para apoyar a las comunidades vulnerables”, concluyó diciendo.

Con anterioridad en 2020, la OIM lanzó un llamamiento por 155 millones de dólares para brindar apoyo a más de 5,3 millones de personas hasta finales de año. Si no se realizan contribuciones de fondos a la brevedad, más de 2,5 millones de yemenitas y migrantes desplazados quedarán librados a su suerte en cuanto a enfrentar las consecuencias lamentables de casi seis años de conflicto y el empeoramiento del brote de COVID-19. Podrá leer más acerca del llamamiento de la OIM para Yemen aquí.

Antecedentes de la ruta migratoria

En 2019, más de 138.000 migrantes llegaron a Yemen desde el Cuerno de África, de acuerdo con la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento de la OIM (DTM). Los migrantes, sobre todo los de Etiopía, viajan a través de Djibouti o Somalia para poder llegar hasta Yemen, esperando eventualmente ingresar al Reino de Arabia Saudita (KSA) buscando oportunidades que no tienen en sus lugares de origen.

La mayor cantidad de llegadas en 2019 fueron registradas en abril (18.320) y en mayo (18.904) – momentos del año en los que hay buenas condiciones marítimas en el Golfo de Adén y un nivel mayor de caridad en las personas debido al Ramadán. Este abril, hubo solamente 1.725 llegadas de migrantes a Yemen en tanto que, en mayo, se registraron 1.195 llegadas. Este descenso relacionado con la COVID-19 continuó en junio cuando se registraron 749 llegadas.

*Nombre cambiado para proteger la identidad

Para más información por favor contactar a Olivia Headon de la OIM Yemen, Tel: +251926379755, WhatsApp: +967730552233, Correo electrónico: oheadon@iom.int