Comunicado
Global

Atención de las necesidades psicosociales de jóvenes iraquíes desplazados

La OIM ha puesto en marcha un programa que ofrece apoyo psicosocial
a miles de menores y adolescentes iraquíes que llegaron a
Jordania huyendo de la violencia en Iraq.

El programa, financiado por Australia e implementado en
colaboración con el Ministerio jordano de Educación,
UNICEF y ONG nacionales e internacionales, pretende mejorar el
bienestar mental de menores que sufren de traumas mediante
actividades interactivas, tales como el dibujo, cuenta cuentos y
representaciones teatrales que se llevarán a cabo en una
serie de escuelas y comunidades de acogida seleccionadas en todo el
país.

Como parte del programa, la OIM ha capacitado a 100 trabajadores
sociales, profesores de escuela y personal de ONG que trabajan
junto a iraquíes desplazados.

«Al animar a los jóvenes a que compartan con
personal capacitado lo que les traumatiza, les ayudamos a romper
con el aislamiento social y a establecer relaciones con las
comunidades con las que viven», explica Davide Terzi, jefe de
la misión de la OIM en Ammán.

Se estima que la cifra de iraquíes desplazados en
Jordania oscila entre 500.000 y 700.000 personas.  Tres de
cada cuatro familias iraquíes tienen hijos menores de 18
años.

Una evaluación sobre las necesidades psicosociales de los
iraquíes desplazados en Jordania y Líbano realizada
en 2008 por la OIM y asociados revelaba elevados niveles de
ansiedad entre los iraquíes desplazados en ambos
países.  Más de la mitad de las 800 personas
interrogadas manifestaban síntomas de ansiedad, inclusive
ataques de pánico, ira, cansancio, problemas de sueño
y miedo -en especial, entre los menores y jóvenes.

Esta ansiedad alcanzaba niveles abrumadores entre las personas
que habían presenciado directamente ataques violentos -21
por ciento de los refugiados interrogados en Jordania y 34 por
ciento de los refugiados del Líbano-, tales como asesinato
de familiares y amigos, tortura, violación o secuestro.

La inseguridad de la vida como refugiados, la falta de empleo y
la desprofesionalización de progenitores cuyas aptitudes
profesionales no son reconocidas, las malas condiciones de vida y
el escaso acceso a servicios de salud y sociales, como la
educación, han agravado aún más la
situación, en particular entre los iraquíes que han
estado desplazados dos años o más.

Asimismo, el informe revela un aumento de la violencia en el
hogar entre las familias de refugiados debido a la pérdida
del papel tradicional del hombre como sostén de la familia
tras la ruptura de las estructuras sociales, a la
desorientación de las comunidades iraquíes en ambos
países y a las escasas oportunidades de participación
en actividades sociales mediante las cuales canalizar la ira y la
frustración.

De acuerdo con el informe, muchos menores presentaban
dificultades de comportamiento y aprendizaje atribuidas no solo a
la ansiedad y al estrés presente en la familia, sino
también a la diferencia en los programas escolares de Iraq y
de los países de acogida y a las prolongadas ausencias
durante el desplazamiento.

El estudio resalta que a pesar de los problemas obvios y de la
necesidad de asistencia psicosocial, los iraquíes en
Jordania rara vez se servirán de dicha ayuda debido a una
estigmatización tradicional de los problemas de salud
mental, a la dificultad para acceder a servicios apropiados en
ambos países y a la falta de inclusión de esta
cuestión entre las comunidades de refugiados.

Para más información, póngase en contacto
con:

Hala Abutayeh

OIM Ammán

Tel. +962 6562 5080

E-mail: "mailto:habutayeh@iom.int">habutayeh@iom.int