Comunicado
Global

Ante el aumento de muertes infantiles en el mar, la OIM y organismos asociados de las Naciones Unidas instan a una mayor protección para migrantes y refugiados

Suiza- En promedio, dos niños se han ahogado diariamente desde septiembre de 2015 en la travesía que intentan realizar junto a su familia a través del Mediterráneo oriental, y el número de muertes infantiles es cada vez mayor, según informaron la OIM, el ACNUR y el UNICEF. Los organismos solicitan una mayor protección para aquellas personas que huyen de los conflictos y la desesperación.

Desde septiembre pasado, cuando la trágica muerte del niño Aylan Kurdi capturó la atención del mundo, más de 340 niños, muchos de ellos bebés y niños pequeños, se han ahogado en el Mediterráneo oriental. De acuerdo con los organismos, el número total de niños que han muerto podría ser mayor, si es que sus cuerpos sin vida se perdieron en el mar.

“No podemos ignorar la pérdida trágica de tantas vidas jóvenes e inocentes y de tantos futuros perdidos, y no podemos dejar de hacer frente a los peligros que corren muchos otros niños”, manifestó el Director Ejecutivo del UNICEF, Anthony Lake, “Puede que en este momento no tengamos la capacidad de poner fin a la desesperación que ocasiona que tantas personas intenten cruzar el mar, pero los países pueden y deben cooperar para que estos viajes peligrosos se vuelvan más seguros. Nadie pone a un niño en un barco si hay a disposición una opción más segura”.

El tramo del mar Egeo entre Turquía y Grecia es una de las rutas más mortíferas del mundo para refugiados y migrantes. Los mares agitados de invierno, las embarcaciones sobrecargadas y la calidad deficiente de las naves y del equipo de salvamento acrecientan el riesgo de naufragio, por lo que el viaje se vuelve mucho más peligroso.

“Estas muertes trágicas en el Mediterráneo son intolerables y deben cesar”, destacó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. “Muchos de los niños y adultos que han muerto intentaban reunirse con sus familiares en Europa. La organización de modalidades para que las personas puedan viajar en forma legal y segura, como por ejemplo a través de programas de reasentamiento y reunificación familiar, deberían ser una prioridad absoluta, si queremos reducir el número de muertes”, agregó.

En este momento, los niños representan el 36 por ciento de las personas en movimiento, por lo que las posibilidades de que se ahoguen al atravesar el Mar Egeo entre Turquía y Grecia han aumentado proporcionalmente. Durante las primeras seis semanas de 2016, se ahogaron 410 personas de las 80.000 que hicieron la travesía por el Mediterráneo oriental. Esto equivale a un aumento de 35 veces con respecto al mismo período de 2015.

“Contar vidas no es suficiente. Hay que actuar”, declaró el Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing. “Esto no es un problema exclusivo del Mediterráneo o de Europa. Es una catástrofe humanitaria que está a punto de ocurrir y que exige el compromiso del mundo entero. El terremoto de Haití de 2010 no fue un asunto de solo un hemisferio, ni lo fue el tsunami del sudeste de Asia de 2004. Esos desastres fueron recibidos por un torrente de acciones humanitarias. Así debe ser en este caso”.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con la sede de la OIM, Leonard Doyle, Tel: + 41 79 285 71 23, Email: ldoyle@iom.int o Joel Millman, Tel: + 41 79 103 87 20, Email: jmillman@iom.int