Comunicado
Global

Al cumplirse el aniversario del conflicto en Siria, la OIM sostiene su solidaridad hacia quienes ofrecen respuesta en la primera línea, las comunidades de acogida y las poblaciones desplazadas

Una refugiada siria inaugura un nuevo salón de peluquería en Turquía. Es una de los más de 12 millones de personas desplazadas por el conflicto desde 2011. Foto: OIM / Burak ÇERÇİ

Ginebra – La violencia sigue devastando las vidas de los sirios mientras esta semana el conflicto ingresa allí en su décimo año. Desde 2011, millones de personas han sido arrancadas de sus hogares y ciudades enteras han sido destruidas, dejando a gran parte de la población sin acceso a los elementos básicos tales como alimentos, cuidados de la salud o educación.

“La Organización Internacional para las Migraciones sigue firme en su compromiso de brindar apoyo a las necesidades de los sirios que están actualmente en peligro y hace un llamamiento nuevamente en pos de una solución a largo plazo, tanto a nivel político como humanitario, que pueda brindarles alivio a todos los sirios cuyas vidas se han visto perturbadas en los últimos nueve años”, sostuvo el Director General de la OIM, António Vitorino. 

La reciente intensificación de la violencia en el noroeste del país ha empeorado la situación de desplazamiento que de por sí ya es muy grave, y también la crisis en materia de albergues de la cual muchos son víctimas. Idlib, una zona densamente poblada en el epicentro de los ataques más recientes, ha sido testigo del desplazamiento de casi un millón de sirios en los últimos tres meses solamente.

En todo Siria, 6.700.000 personas se encuentran desplazadas internamente y otros 5.600.000 refugiados luchan para poder encontrar un lugar seguro en el cual vivir y oportunidades de conseguir un trabajo decente en los países vecinos. Todos ellos esperan el día en el que puedan retomar sus vidas en paz.

La mayor parte de las personas desplazadas permanecen junto a las familias de acogida, en campamentos o en edificios no terminados. Sin embargo, en Idlib, miles de personas se encuentran durmiendo al aire libre en medio de muy bajas temperaturas invernales, sin un lugar al cual acudir para darse algo de calor o seguridad. Los hospitales, escuelas y sitios que albergan a las poblaciones desplazadas han sufrido ataques en las últimas semanas.  Los trabajadores humanitarios que cumplen tareas para los socios en la implementación de la OIM arriesgan sus vidas a diario, y algunos hasta han fallecido recientemente, hace unas dos semanas.

“Nuestros asociados humanitarios en terreno se esfuerzan incansablemente, con frecuencia en medio de grandes peligros, por menguar el sufrimiento de las poblaciones desplazadas. Pero lo trágico es que los niveles de angustia e inseguridad siguen aumentando, y se nos pide encarecidamente que ayudemos más y seamos más solidarios con quienes ofrecen respuesta en la primera línea”, continuó diciendo el Director General Vitorino.

La Organización está también cada vez más preocupada por el impacto potencialmente devastador de la diseminación de la nueva enfermedad provocado por el coronavirus (COVID-19) que podría llegar a exacerbar la respuesta humanitaria que ya está bajo una gran presión. Esto es especialmente preocupante en Idlib en donde los ataques aéreos han destruido numerosas clínicas y hospitales, y las personas se encuentran viviendo en barrios cercanos en campamentos o estructuras públicas atestadas.

En todo el país, 11 millones de personas necesitan asistencia humanitaria – casi la mitad de ellas padecen la necesidad imperiosa de recibir servicios indispensables para su supervivencia básica. Esto se ve agravado por una crisis económica cada vez peor, que ha llevado a que los alimentos y elementos esenciales no estén al alcance de millones de personas debido a la escasez de los mismos y a la devaluación de la moneda.

El apoyo de la OIM a sus socios en la implementación que operan en el país ha permitido que más de 300.000 personas puedan acceder a artículos de emergencia, asistencia en materia de albergues, servicios WASH (Agua, Sanidad e Higiene) y a asistencia de protección desde diciembre de 2019.

La Organización también sigue brindando su apoyo a países y comunidades que albergan a refugiados de Siria. Los Gobiernos y pueblos de Turquía, el Líbano, Jordania, Iraq y Egipto han provisto a los sirios seguridad, protección, salud y educación.

“Es clave mantener y aumentar nuestro apoyo a la región en un momento en el que las comunidades de acogida sufren estas dificultades económicas”, siguió diciendo Vitorino.

La OIM elogia a los gobiernos y comunidades de todo el mundo que han aceptado a los refugiados sirios y les han dado la bienvenida por medio de mecanismos de reasentamiento, admisiones humanitarias y otros programas. En junio del año pasado, la OIM asistió en el reasentamiento del refugiado número 100.000 para que partiera desde el Líbano desde el inicio de la crisis.

Para más información por favor contactar a Angela Wells, en la OIM Ginebra, Tel: +41 7940 35365, Email: awells@iom.int