Conakry – Eran las 02:23 del viernes 14 de julio cuando el vuelo especial contratado por la OIM de Libia aterrizó en el aeropuerto internacional Conakry-Gbessia. A bordo había 136 inmigrantes guineanos, entre ellos siete niños no acompañados, tres mujeres y un bebé.

El vuelo chárter había salido desde el aeropuerto de Mitiga en Trípoli el jueves. En lo que hoy es un procedimiento bastante regular, la OIM, el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración, realizó entrevistas y exámenes médicos antes de la partida y facilitó la adquisición de documentos de viaje y la emisión de visados ​​de salida para todos los pasajeros. Los migrantes también recibieron asistencia adicional en forma de kits, incluyendo ropa y calzado.

En el aeropuerto se contó con la participación de los distintos equipos gubernamentales y no gubernamentales: SENAH (Servicio Nacional de Asuntos Humanitarios), representantes del Ministerio de Guineanos en el Exterior y del Ministerio de Acción Social, la OIM, la delegación de la UE en Guinea y la Cruz Roja de Guinea. Entre los repatriados estaba un caso médico que fue transportado directamente al hospital para su seguimiento médico.

Estos migrantes, que optaron por un retorno humanitario voluntario a Guinea, se encuentran entre los muchos guineanos que viven en situaciones irregulares en Libia, a menudo en condiciones muy difíciles. Algunos de ellos estaban encarcelados en los centros de detención de Tajoura, Alshok y Alsika.

A su llegada a Conakry, los migrantes recibieron asistencia en el lugar por parte de la OIM de Guinea, que incluía la provisión de alimentos y artículos no alimentarios; después de lo cual comenzó un proceso de registro de todos los retornados.

Los datos obtenidos de estos cuestionarios permitirán a la OIM tener una mejor comprensión del perfil de los repatriados, conocer las razones de su partida, su trayectoria migratoria y las condiciones de vida en Libia. La OIM considera que esta información ayudará a alinear adecuadamente las actividades relacionadas con su reintegración en las diversas comunidades de los migrantes que regresan.

Después de esta etapa de elaboración de perfiles, la OIM otorgó a cada migrante el equivalente a 50 euros para cubrir su transporte hasta sus destinos finales.

En los próximos tres meses, la OIM utilizará un programa, en parte derivado de la iniciativa del Fondo Fiduciario de la Unión Europea (EUTF), para evaluar la situación de los repatriados caso por caso. Esto le permitirá a la OIM ayudar a los repatriados a encontrar alternativas para garantizar su reinserción sostenible en Guinea, bajo el título de un programa titulado: Fortalecimiento de la gobernanza de las migraciones y apoyo a la reintegración sostenible de los migrantes en la República de Guinea.

Al mismo tiempo, la OIM espera brindar apoyo psicosocial continuo a los migrantes vulnerables y, cuando sea necesario, cualquier apoyo adicional para atender sus necesidades inmediatas.

Los migrantes que residían en Conakry pudieron regresar directamente a sus hogares, mientras que otros de diferentes partes de Guinea fueron alojados por una noche por SENAH en el Centro de Tránsito de Matam, desde donde irán a sus destinos finales.

Entre los repatriados estaba Amadou*, de 19 años, que trabajaba como mecánico en un garaje en Libia. Después de haber reparado el coche de un cliente, este último se negó a pagarle y en su lugar le dio un duro golpe en la cara que le quitó los incisivos antes de dispararle en la espalda con una pistola. El joven agradece a uno de sus amigos que inmediatamente lo llevó al hospital. La OIM de Libia lo trasladó posteriormente a una clínica privada para recibir atención médica.

Saliou * y Mohamed *, dos amigos del mismo barrio tienen 13 y 14 años respectivamente. Admitieron haber robado las motos de un tío para financiar su viaje a Libia, pasando por Malí y Argelia. Después de llegar a Libia, fueron capturados por una banda antes de ser encarcelados. Saliou explicó, sin embargo, que tuvieron suerte ya que sólo los presos adultos fueron golpeados. Los padres de Saliou y Mohamed estaban en el aeropuerto para darles la bienvenida a casa.

En cuanto a Fatma*, regresó con su marido que había estado trabajando en Libia. Explicó que se vio obligada a abandonar Libia debido a las dificultades financieras derivadas de la inestabilidad política que el país ha estado atravesando estos últimos años. Buscaron la ayuda de la OIM ya que la pareja no tenía medios para financiar su viaje de regreso a su país.

Este año, hasta el 5 de julio, la OIM de Libia ha ayudado a regresar a su país de origen a 5.122 migrantes varados (el 18% de los cuales son mujeres). Tres cuartos de los 5.172 migrantes estaban presos en centros de detención, de los cuales, 1.838 calificaban para recibir asistencia de reintegración.

El vuelo del jueves fue el quinto de la OIM en 2017 para facilitar el regreso de los migrantes guineanos de Libia, haciendo un total de 595 migrantes guineanos que han sido apoyados por la OIM de Guinea, además de otros retornos voluntarios de ciudadanos guineanos procedentes de Benín, Egipto, Marruecos y Níger, que también quedaron varados en la ruta migratoria.

El proyecto Fortalecimiento de la Gobernanza de las Migraciones y Apoyo a la Reintegración de Migrantes en la República de Guinea es una iniciativa conjunta entre la OIM y el Fondo Fiduciario de la Unión Europea. Lanzado en abril de 2017, se implementará en un período de tres años y abarcará seis regiones administrativas de Guinea: Conakry, Boké, Mamou, Labé, Kankan y N'zérékoré.

Como parte de este proyecto, la OIM de Guinea ayudará a los migrantes que retornan (según sus perfiles y necesidades) a crear pequeños negocios, a involucrarlos en una iniciativa empresarial colectiva y/o comunitaria o a inscribirlos en programas de capacitación profesional.

* Los nombres de los migrantes han sido cambiados para proteger su privacidad.

 Para mayor información, por favor contactar a Lucas Chandellier, IOM de Guinea: Tel. +: 224 628 33 86 53, Email: lchandellier@iom.int