Por Amy Rhoades, OIM

Los dulces cantos celestiales de los ángeles,
se escuchan en las llanuras...

No existen llanuras en la ciudad de Tacloban, salvo las que quedaron tras el tifón Yolanda, pero sí hay muchos ángeles, especialmente en estas fiestas navideñas. Día tras día, un mes después de que azotara el enorme tifón, siguen llegando a nuestros oídos historias de quienes arriesgaron sus vidas para salvar a otros, de quienes acogieron a perfectos desconocidos, del personal de primeros auxilios que trabajó incansablemente, noche y día, prestando asistencia vital durante aquéllas primeras horas críticas. Hay un sin fin de historias.

Habida cuenta de ello, la comunidad se reunió para celebrar la Navidad. A pesar del sufrimiento y del largo camino hacia la recuperación que quedaba por recorrer, el espíritu navideño podía percibirse, escucharse y verse en los rostros de todos aquellos que se congregaron para cantar villancicos y bailar el viernes 20 de diciembre por la tarde, en Leyte Park.

El Teatro Leyte Dance de Tacloban presentó una obra navideña, “Pastores de Belén”, con canciones y bailes, mientras la heterogénea comunidad local, nacional e internacional, allí congregada, miraba y recordaba. Radiantes sonrisas y carcajadas se entremezclaban con lágrimas contenidas. Era tanto un homenaje como un tributo: a los seres queridos, a quienes se echará terriblemente de menos estas fiestas, y a todos aquéllos que sobrevivieron y que tratan de reconstruir sus vidas y seguir adelante.

Erlinda Olivia Tiu, de la Agencia de Información de Filipinas, comparte con la multitud: “Esta noche nos brinda una oportunidad para expresarnos como comunidad (…) nuestras penas, nuestras esperanzas, nuestros temores y nuestros sueños. Trabajando juntos, reconstruiremos esos sueños. De hecho, ya hemos empezado a hacerlo”.

No podía tener más razón. Cada día, las sierras y martillos resuenan en toda la ciudad. La OIM está participando activamente en el proceso de reconstrucción de Tacloban. En los últimos días, la Organización ha distribuido a más de 1.700 familias un total de 18.000 planchas de hierro onduladas, acompañadas de cajas de herramientas que contienen martillos, sierras, palancas, palas y material de fijación. En las próximas semanas se proporcionarán otras 100.000 planchas y herramientas. Para muchas familias, estos materiales les permiten tener un techo sólido bajo el que guarecerse por primera vez desde que azotó el tifón, el 8 de noviembre último.

Así que la vida continúa. Se retiran montones de escombros. Los niños retoman las clases.  Decoraciones navideñas hechas a mano adornan las calles y recuerdan a todos que la Navidad está por llegar.

El espíritu navideño es el espíritu de esta comunidad: prestar asistencia, compartir, cuidar del otro. Este año, la Navidad será diferente en Tacoblan, pero el espíritu de la ciudad es más fuerte que nunca, y eso hay que celebrarlo.

Amy Rhoades, en la ciudad de Tacloban, región central de Filipinas
Arhoades@iom.int