Migrant Stories

Un esfuerzo majestuoso de una migrante para ayudar a su gente

Tratar de llegar a la Zona Tradicional Suma que se ubica en el
extremo noroeste de la región de Brong Ahafo en Ghana no es
fácil.  En algún punto del trayecto, una hora y
media, antes de llegar a la capital Suma Ahenkro, se acaba el
asfalto y comienza un camino de tierra lleno de baches.

Al lado izquierdo de lo que sirve como carretera y a sólo
unos pasos se encuentra la frontera con Côte d'Ivoire. 
Es un lugar remoto y aislado, agravado por la falta de carreteras
adecuadas que impiden el desarrollo comercial.

Los residentes de la Zona Tradicional Suma, distribuida en 30
pequeñas localidades y aldeas, son mayoritariamente
agricultores de subsistencia.  Sobre los hombros de las
mujeres de Suma recae gran parte del trabajo físico y la
responsabilidad de alimentar a la familia.  Aparte de las
escuelas, no hay muchas más instalaciones y, sin duda,
tampoco muchas oportunidades para encontrar trabajo en la zona, lo
cual hace que la mano de obra sea abundante y muy barata.

La pobreza resultante, quizás la cercanía de la
frontera con Côte d'Ivoire, y los sueños de una nueva
vida llena de riquezas en Europa son algunos de los factores que
determinan la alta tasa de emigración de la zona. 
Nadie sabe a ciencia cierta el numero exacto de personas que se han
ido.

Pero al recorrer Suma Ahenkro, se nota que hay una escasez de
hombres jóvenes entre la gente que desempeña sus
tareas cotidianas.  Hay muchos ancianos, mujeres, niños
y madres jóvenes, pero pocos hombres jóvenes. 
Suelen marcharse para encontrar trabajo en las zonas urbanas de
Ghana o en el extranjero, si tienen suerte de lograrlo.  En
abril de este año, dos jóvenes de la aldea se
ahogaron cuando iban de Marruecos a Islas Canarias, estos han sido
las últimas víctimas de la migración irregular
hacia Europa.

Belinda Comfort Damoah se sintió impulsada a actuar en
parte para evitar este dolor y el de aquellos que sí logran
llegar a Europa y que pronto se dan cuenta de que la vida no es de
color de rosa sino que está llena de dolor y sufrimiento y
en parte para aliviar el sufrimiento de las mujeres de la zona.

Belinda, alias Nana Akwamma Trepefo Odiakotone, no es una
persona cualquiera.  Es la Reina Madre de la Zona Tradicional
Suma, aunque ahora reside en Lecco, cerca de la ciudad de
Milán al norte de Italia, y otra de las personas que reciben
apoyo de la OIM dentro del marco de su programa Migración
para el Desarrollo de África (MIDA, por sus siglas en
inglés) que incluye a Ghana.  Este programa alienta a
la diáspora de migrantes africanos a contribuir al
desarrollo de su país de origen a través de la
transferencia de habilidades y la inversión en las empresas
con apoyo financiero de otros socios, entre los que figura la
OIM. 

La propuesta de Belinda presentada en la segunda fase del
programa MIDA que incluye a Ghana, financiada por el Gobierno
italiano, es un plan ambicioso para revolucionar la agricultura en
Suma y, con ello, dar nuevas oportunidades de trabajo decente y
mejorar las vidas de las mujeres.

Al haber miles de hectáreas de tierras que están
en barbecho, Belinda ha creado una sociedad cooperativa
agrícola respaldada por el Banco Rural Suma y la OIM que
planifica utilizar 500 hectáreas en la producción de
cultivos comerciales muy preciados como castañas y teca,
así como también frutas y verduras como mangos,
mandiocas y quingombós.  Comerciantes de la India ya
están abriendo camino a Suma en busca del fruto seco muy
valorado y la cooperativa podría comenzar a vender pronto
sus productos directamente a los indios.

Belinda se lamenta del desperdicio de la agricultura de
subsistencia que existe actualmente y tiene muchas ideas para la
diversificación: llevar las castañas que se
desarrollan bien y fácilmente en la zona y hacer que el
distrito en el que se halla Suma sea el mayor productor de
castañas de Ghana.

"Se puede realizar muchas cosas con las castañas pero
sólo se cogen las semillas para venderlas.  En cambio,
con el fruto se puede hacer jugos, conservas o mermelada",
explica.

Asimismo, organizando a los agricultores locales en cooperativas
y con la planificación de contar con instalaciones adecuadas
de almacenamiento (la falta de estas obliga a los agricultores a
vender cualquier pequeño excedente de productos a precios
irrisorios durante los periodos de superabundancia), espera que la
agricultura de este lugar se convierta en una actividad a gran
escala y en un verdadero negocio.  Es un anhelo que apoyan
todos los patriarcas tradicionales.

Al pronunciar un discurso durante la pomposa y ceremoniosa
inauguración oficial de la Sociedad Cooperativa
Agrícola Suma, Nana Adane Okofrobour-Krontihene, Rey Supremo
de la Zona Tradicional Suma, reiteró el apoyo a
través de la entrega de tierras cuyos depositarios son los
patriarcas y las reinas madres para la agricultura a gran
escala.

"Al haber tierras cultivables y mano de obra llena de
energía, no exageramos al decir que existe gran potencial
agrícola de la Zona Tradicional Suma",
señaló.

El proyecto hace que las mujeres de Suma Ahenkro muestren un
gran entusiasmo. Belinda ya las ha organizado en una cooperativa de
productos horneados que suministra pan a toda la aldea.

"Las mujeres tienen la carga de la subsistencia
aquí.  Hacen todo y proporcionan todo.  La
contribución económica de los hombres es
insignificante.  Las mujeres están realmente contentas
y se sienten muy entusiasmadas con esto.  La idea de organizar
una cooperativa las hace sentirse muy fortalecidas", indica Martin
Adane, Asesor de la Sociedad Cooperativa Agrícola Suma.

Para Belinda, que salió de su lugar de origen en 1984
rumbo a Libia donde trabajó como enfermera durante cinco
años y que después intentó llegar al Reino
Unido pero terminó en Italia, es una pasión influir
en las cosas.  Después de haber trabajado como
enfermera auxiliar en Italia desde 1992 tras el nacimiento de su
último hijo, está a punto de presentarse a los
exámenes para ser enfermera general.

No contenta con revolucionar el potencial de sustento de Suma,
ha desempeñado un papel decisivo en la construcción
de un centro de atención primaria de salud en Suma
Ahenkro.  En algún momento piensa venir a Suma durante
varios meses seguidos, lo cual le permitirá aportar sus
capacidades de enfermería.

Y además tiene otra pasión: una buena
educación para todos los niños.  Ya está
apoyando a 80 niños en la aldea para que asistan a la
escuela.  Pero el local de la escuela es actualmente un
conjunto de quioscos y debido al creciente número de
niños que ahora van a esta, está tratando
urgentemente de recaudar fondos para que tengan un local
apropiado.

"He aprendido bastante.  Puedo ayudarlos, especialmente a
las mujeres.  Quiero transmitir todos los conocimientos que he
adquirido en Europa para ayudar a mi gente porque sé que me
necesitan.  Necesitan mis conocimientos", afirma
Belinda.  Nadie la contradeciría, si no, tal vez
rodarían cabezas.